Elena Rubio, la psicóloga en tus zapatos
Hasta ahora hemos hecho hincapié en nuestros artículos, habitualmente, en la víctima de acoso cuando ya lo es y cómo actuar después (cómo reparar su autoestima, qué hacer tras el acoso, y si nos vuelve a pasar…)
Ahora queremos poner el foco en el momento previo, cuando se producen conductas que podrían derivar en acoso y detectamos esos indicios
Ahora queremos poner el foco en el momento previo, cuando se producen conductas que podrían derivar en acoso y la persona es capaz de detectar esos indicios:
- Comienzan a hablar a tus espaldas
- Empiezan a hablarte con cierto desprecio
- Te hacen el vacío y te aíslan
- Se inventan mentiras sobre ti para hacerte quedar mal, desprestigiarte, etc.
- Te empiezan a quitar funciones o herramientas básicas para desarrollar tu trabajo
Si eres capaz de detectar estos indicios al principio del acoso, tal vez estés a tiempo de cortarlo a tiempo.
Cómo podemos enfrentarnos a un acosador o varios
Insisto en que no siempre es fácil detectar a tiempo estas situaciones. A menudo queremos dejar pasar la situación pensando que si no hacemos nada terminará, o que por miedo a más represalias aún, es mejor no actuar. Pero nada más lejos de la realidad, el no hacer nada, no suele funcionar.
Antes de enfrentarte, revisa cuánto es el daño que te han hecho ya. Si es demasiado, tal vez necesites ayuda externa para recobrar tu autoestima y la fortaleza para enfrentarte a tus acosadores
Antes de enfrentarte, revisa cuánto es el daño que te han hecho ya. Si es demasiado, tal vez necesites ayuda externa para recobrar tu autoestima y la fortaleza para enfrentarte a tus acosadores. Si aún estás a tiempo, te sugerimos:
- No reacciones con violencia ante el acosador. Le estarías dando motivos para presentarse como una víctima, invirtiendo los papeles. Sólo estaría justificado si tienes que defenderte ante un ataque físico.
- No te irrites; utiliza el sentido del humor. Esto les puede hacer ver que no te está afectando lo que te hacen y les genera irritación. Desde el sentido del humor, por ejemplo, si no te hablan, puedes comentar “Vaya, parece que hoy se le ha comido la lengua el gato a alguien” o ante una mala contestación, comentar “Parece que hoy no has desayunado como es debido”, etc. Hay que dar rienda suelta a la creatividad, tratando de hacerlo siempre desde la calma.
- Lejos de aislarte, trata de buscar aliados y comparte con ellos la situación que estás viviendo. Los acosadores suelen ser bastante cobardes, y ante una situación de posible aislamiento que le hagan otros, podría remitir en sus acciones.
- Utiliza la asertividad para plantar cara a tus acosadores. Si todo lo anterior no ha funcionado, enfréntate a ellos para conseguir tu respeto: “De un tiempo a esta parte, noto SITUACION CONCRETA (ej. se me hace el vacío, se me habla con desprecio, se habla a mis espaldas, etc.), y eso EMOCIÓN (ej.: me hace sentir a disgusto en el trabajo, vengo pensando en qué va a ser lo próximo, etc.), ALTERNATIVA (ej.: así que si no dejáis de hacer esto, si no dejáis de insultarme, si no me empezáis a tratar con respeto, etc.), CONSECUENCIA (ej.: me veré obligado a notificarlo a instancias superiores, a tomar medidas legales, a hablar con el comité, etc.)
Jamás te sientas culpable ante el acoso laboral
Estas acciones previas explicadas no siempre funcionan. El acosador puede seguir “haciendo su trabajo a destajo”. Hay que tenerlo en cuenta, y si es necesario, directamente comunicarlo a los superiores, comité, etc.
Lo último que queremos buscar con este artículo es hacer sentirse culpable a todas aquellas personas que sufren acoso y no son capaces de hacer frente a la situación
Lo último que queremos buscar con este artículo es hacer sentirse culpable a todas aquellas personas que sufren acoso y no son capaces de hacer frente a la situación.
Como hemos dicho al principio, lo habitual es estar metido en lo más profundo del pozo cuando uno se da cuenta de que está sufriendo acoso, y entonces es difícil que sin ayuda profesional (psicólogos, abogados…) pueda hacer frente a esto.
No olvidemos que la responsabilidad principal de que esto no ocurra en una empresa está en la mano de los gestores y mandos. Es la propia empresa la que tiene que poner los medios y evaluar de la manera más apropiada los diferentes factores que se están dando y que puedan favorecer una posible situación de acoso.
Una vez se haya evaluado esto y se haya puesto a disposición de los trabajadores un Protocolo de Acoso, el trabajador tendrá más herramientas para enfrentarse a estas situaciones.