Ansiedad… Creo que es una de las palabras que más escucho en los últimos años. Parece que todo el mundo tiene ansiedad, pero ¿qué es realmente?
Respondemos a esta cuestión, desde TeaR Psicología, en jupsin.com, el portal de IPDGrupo.com sobre igualdad, salud y bienestar.
¿Tengo ansiedad?
La ansiedad es una respuesta adaptativa de nuestro organismo. Los niveles crecen cuanto mayor es el peligro o cuanto más tiempo mantenemos el estado de alerta.
Si el peligro existe realmente y nuestra ansiedad sube, entonces funcionamos bien. El problema aparece cuando sube sin un peligro real, cuando tan solo está en nuestra mente.
Es importante que sepas que una vez que se activa el miedo, se pone en funcionamiento un complicado y casi perfecto sistema de supervivencia, el sistema de lucha-huida, regulado por la amígdala en nuestro cerebro.
Estrés y ansiedad
Y volviendo a la última frase del párrafo anterior, ¿cómo huir de nuestros pensamientos? ¿Cómo luchar contra nuestros pensamientos?
Eso es algo que en la mayoría de los casos se tiene que trabajar con un Psicólogo especialista.
Personalmente me gusta comparar a la ansiedad con el cuenta-revoluciones de un coche. Si lo llevas en su punto, hace poco ruido y funciona bien.
Lo mismo sucede con nuestro cuerpo, si lo tenemos constantemente forzado o en estado de alerta, las consecuencias aparecerán tarde o temprano.
Es fácil también confundir el estrés con la ansiedad, aunque es relativamente sencillo aclarar estos dos conceptos.
El estrés se produce con niveles de ansiedad elevados sostenidos en el tiempo.
Manifestaciones psicosomáticas de la ansiedad
Por otra parte, están las manifestaciones psicosomáticas, nuestro cuerpo diciéndonos a gritos que tenemos que parar, que esa velocidad (mental o física) no nos conviene. Entre ellas las más frecuentes son:
- Taquicardias
- Presión en el pecho
- Dificultad para respirar
Pero no son las únicas, podemos añadir un extenso elenco de síntomas:
- Visión borrosa
- Sensación de mareo
- Síntomas disociativos (despersonalización, desrealización)
- Pensamiento atropellado
- Sensación de que nos vamos a morir o nos va a dar algo
- Sudoración excesiva
- Manos y pies fríos
- Dolor en articulaciones
- Dolor de cabeza, insomnio, diarrea, gases, estreñimiento, falta de apetito, etc.
El abanico es bastante amplio y las manifestaciones varían en cada persona, pero si algo tienen en común es la anticipación de consecuencias negativas o catastróficas. Este es verdaderamente el punto clave que hace que el mecanismo de defensa se dispare.
La medicación no es suficiente
Seguramente, si estás leyendo este artículo y tienes problemas con la ansiedad, te has sentido identificado/a en más de un punto.
Me gustaría ayudarte con unas pocas líneas, pero en realidad tengo que hablarte con total sinceridad y pedirte que busques un especialista, esa es la verdadera solución.
La medicación ha demostrado ser insuficiente y tan solo es un paliativo, no soluciona el problema.
Tan solo la terapia con un Psicólogo especialista es capaz de ayudarte, aunque en casos de elevada sintomatología pueda ser adecuada la ayuda temporal de la medicación.
El ser humano no está preparado para vivir a la velocidad que la sociedad nos impone. A nuestra mente le resulta difícil gestionar los avatares de los tiempos modernos.
La buena noticia es que puedes conseguirlo y el resultado verdaderamente merece la pena.
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