Contigo aprendí, que yo nací el día que te conocí – Laura Quiun – Comunicadora Social, Doctora en Psicología, Coach Ejecutiva y Associate Member del International Society for Coaching Psychology
- Vivir una situación de acoso laboral hace que no terminemos de entender qué pasa porque supera nuestro nivel de comprensión.
- Acoso laboral, ideas, sensaciones y sentimientos.
- Burbujas, excusas y miedo a decidir.
- El acoso genera sufrimiento y queda en nuestra memoria.
Del mismo modo que la noche da paso al día, para algunas personas el episodio de acoso laboral puede ser un espacio de crecimiento y desarrollo personal. Van Heughten (2013; 2018) ahonda sobre esta línea. Tal como lo indica en el título del primer trabajo, este crecimiento también es un efecto del acoso en el trabajo.
El acoso laboral puede ser un espacio de crecimiento y desarrollo personal
Como todo en esta vida, se trata de un proceso, no es un cambio inmediato. Hay que tomar conciencia, reflexionar y plantearse que determinadas cosas pueden ser de forma distinta.
Va más allá de aprender palabras que permitan etiquetar aquello que nos pasa, va más por experimentar y aprehender aquello que está detrás de ellas.
Las personas, en ocasiones, ante un determinado estímulo tenemos respuestas distintas. El motivo es que cuando recibimos un estímulo, de manera interna lo valoramos y esta valoración produce una determinada emoción, la cual nos permite responder a este estímulo.
Esta valoración, tiene que ver con aprendizajes previos, producto de una experiencia propia o trasmitida.
Entendimiento y conocimiento
Vivir una situación de acoso laboral hace que no terminemos de entender qué pasa porque supera nuestro nivel de comprensión. El aprendizaje posterior amplia esta capacidad de entendimiento y sobre todo de conocimiento de cada uno de nosotros y nosotras.
Trabajar en una la conciencia sobre nuestras emociones nos permite un mayor conocimiento de cómo reaccionamos
Trabajar en una mayor conciencia sobre nuestras emociones nos permite un mayor conocimiento de cómo reaccionamos frente a este tipo de situaciones.
Por ello, el trabajo a través de técnicas como la atención plena o la meditación autógena, resulten de utilidad en este periodo posterior, siendo recomendable que sea un proceso acompañado por un profesional que tenga un sobre cuestiones más específicas de aquello que sucede a quienes viven esta situación.
¿Qué te dice lo que sientes?
Vivir una situación de acoso laboral hace que no terminemos de entender qué pasa porque supera nuestro nivel de entendimiento
Mi deseo con este artículo es poder exponer la presencia de algunas herramientas que te permitirán poder conocer mejor aquello que experimentas.
Por un lado, está el permitirte hacerlo; segundo, sentir qué te produce, quizá desde la forma más elemental, como puede ser tratar de localizarlo en una sensación corporal; y, desde allí, poder escuchar qué es aquello que esto que sientes te está diciendo.
Focusing, EMDR, coaching
Otro tipo de técnicas, como por ejemplo el focusing, permitirá que se pueda identificar las emociones, lo que ayudará a trabajar mejor en tu regulación emocional. La reestructuración cognitiva y la terapia EMDR, resultan enfoques útiles.
Y también son útiles otros abordajes como el coaching, en el que la misma dinámica de su trabajo está asociada a la adquisición de habilidades de resiliencia, una mejora de la capacidad reflexiva, reaprendizaje y la orientación a la búsqueda de soluciones.
El focusing permitirá que se pueda identificar las emociones y ayudará a trabajar la regulación emocional
Este último enfoque puede ser válido si tenemos contacto con personas que no están seriamente afectadas, tenemos un conocimiento sobre las características del proceso y de contención ante este tipo de situaciones.
Esta posibilidad es planteada por personas que llevan trabajando tiempo con personas afectadas (Brown & Duffy, 2018; Zapf & Beitler, 2017) y algunos de los aspectos que se recogen forma parte del conjunto de buenas prácticas sugeridas (Brown & Duffy, 2018).
Indefensión, rabia y miedo
El acoso coloca en una situación de indefensión, de desesperanza, produce rabia y miedo. Rabia, por la injusticia que nos produce aquello que estamos viviendo y miedo, porque nos sentimos en peligro.
El acoso coloca en una situación de indefensión, de desesperanza, produce rabia y miedo
Ante el miedo algunas personas se bloquearán y son incapaces de saber qué hacer, con el consiguiente sentimiento de estar solas frente al peligro.
Decir a alguien que no tenga miedo o decírselo a uno mismo, me temo decirte, que lejos de ayudar hace lo contrario. Tras esa autoimagen de seres invencibles, alejarás a tu mayor aliado, qué eres tú mismo.
Para sobrevolar esta situación y para que sea menos perniciosa, quizá sea útil emplear herramientas que nos permitan su comprensión y el aprendizaje derivados. Poner en valor la visión del mundo que has adquirido gracias a esta desagradable situación y las posibilidades que todavía hay para ti por delante. Ahondar en lo que hay detrás de todo esto, será siempre decisión tuya.
Contigo aprendí…
En el artículo anterior, hablaba de vulnerabilidad, lo cual no quiere decir debilidad. Veo que es una cualidad que nos permite sentirnos plenamente humanos, del mismo modo que tomar conciencia de ella es la oportunidad de centrar nuestra energía en aquello que está realmente en nuestra capacidad de actuar: nosotros mismos.
“Y contigo aprendí, que yo nací el día en que te conocí»
Hacerlo, tal como señala VanHeugten, D’Cruz y Mishra (2018), en algunos casos hace que el proceso de perdón frente aquello que sucedió se produzca solo.
La parte organizativa, la parte legal, el actuar de quien agrede va más allá de nuestra zona de cambio, son aspectos sobre los que otros tendrán que actuar.
Aquello que está en tus manos, permitirá que esta situación desagradable diste mucho de ser aquella que inspiró a Armando Manzanero a escribir la canción que pone título a este artículo, permita que acabemos también diciendo: “Y contigo aprendí, que yo nací el día en que te conocí»
Referencias
- Brown, J. E., & Duffy, M. (2018). Best practices in coaching for targets of workplace bullying and mobbing. En M. Duffy & D.C. Yamada (Eds.). Workplace bullying and mobbing in the United States (2nd. vol., pp.315-334). Santa Bárbara: Praeger.
- van Heugten, K. (2013). Resilience as an underexplored outcome of workplace bullying. QualitativeHealth Research, 23 (3), 291–301.
- van Heugten, K., D’Cruz, P. & Mishra, N. (2018). Surviving Workplace Bullying, Emotional Abuse and Harassment. En P. D’Cruz, et al. (Eds.), Pathways of Job-related Negative Behaviour, Handbooks of Workplace Bullying, Emotional Abuse and Harassment 2.
- Zapf, D. & Beitler, L. (2017). Mobbing als Thema im Coaching. En Handbuch Schlüsselkonzepte im Coaching, 1-8. Cham: Springer.