Siento ser repetitiva pero me doy cuenta que ciertas premisas hay que tenerlas claras y ser constante en refrescarlas cada cierto tiempo para quienes comienzan a navegar por estas aguas turbias. La primera cosa que debes tener en cuenta es que el acoso laboral no es tu culpa. Son cuestiones relativas al entorno laboral las que facilitan su aparición.
También es importante que recuerdes que es responsabilidad de la empresa velar por la seguridad y salud de sus trabajadores (tanto física como psicológica). Sin embargo, soy de las personas que consideran que entrenar tus habilidades para responder a este tipo de estímulos puede ser beneficioso tanto para la forma como haces frente a todo esto, como para tu propia salud.
Debes tener en cuenta que tú no tienes la culpa del acoso laboral y que es responsabilidad de la empresa velar por la seguridad y salud de sus trabajadores
Ayuda especializada para encontrar la salida
Si bien es posible poder trabajar en pos de una respuesta más activa frente a este tipo de situaciones, como puede ser informarnos, buscar apoyos y pedir ayuda (con estos objetivos nace jupsin.com), también es cierto que el alcance de nuestras propias acciones tiene límites.
Si nos enfrentamos a una situación de acoso extremo, la situación será distinta. Por más que tengamos una respuesta activa o un alto sentido de coherencia (tener un sentido de propósito, sentir que podemos controlar la situación y que podemos comprenderla), la situación finalmente terminará afectándonos.
En estos casos, la búsqueda de apoyo especializado, asesoramiento en cuanto a derechos y alternativas, a modo personal considero que es la respuesta más pragmática frente a todo esto.
¿Dónde está la salida al laberinto del acoso?
Partiendo de la idea que hay grados de acoso, me gustaría poder centrarme en aquellas situaciones medias. Aquellas en que las conductas, sin bien son perniciosas y no son deseadas, tienen un nivel que pueden llegar a ser manejables y que el trabajo en nuestra respuesta puede ser un vehículo tanto para transitar como para salir más fortalecidos de esta situación.
En este artículo, ‘El camino de salida del laberinto del acoso laboral’, quiero compartir algunas reflexiones sobre la forma de diseñar este lugar de salida
Hasta este momento, en los artículos anteriores, he hablado de la creación de una red de apoyo. De forma específica sugería que ver el mérito en otros es algo que facilita su creación.
Por otro lado, he reiterado en distintas ocasiones la importancia de aquello que está en nuestras manos hacer frente a lo que nos pasa (si eres psicólogo, me refiero a recuperar el lugar de control).
Y también me he referido a la importancia de recuperar una imagen positiva de nosotros gracias al trabajo en asertividad.
En este artículo, ‘El camino de salida del laberinto del acoso laboral’, quiero compartir algunas reflexiones sobre la forma de diseñar este lugar de salida.
Fijar un objetivo alcanzable, un reto…
En primer lugar, el querer salir de una situación, sea físicamente o a nivel mental, implica que estamos hartos o hartas de aquello que sucede. Esto, no es una toma de conciencia sobre cómo nos sentimos y que no podemos más. Es un primer paso, al que sugiero poder seguir preguntándote ¿a dónde?
Dejar salir sin freno todas esas ideas, todos esos: si esto pasara haría esto, algún día me gustaría…., si yo tuviera…. me gustaría hacer…. Imagínate que todo esto es posible
Te propongo para ello, que simple y llanamente, definas un objetivo. Me refiero a algo específico, medible, alcanzable, que suponga un reto –salir de esto ya es un reto en sí mismo–, en un plazo determinado y formulado en positivo. Me veo cruzando la meta de la San Silvestre Vallecana en diciembre de 2019.
Bien, primera fase realizada, nadie dice que sea fácil, pero es cuestión de comenzar a dar oído a esas otras voces que están en tu interior.
Dejar salir sin freno todas esas ideas, todos esos: si esto pasara haría esto, algún día me gustaría…., si yo tuviera…. me gustaría hacer…. Imagínate que todo esto es posible. ¿Hecho? Pues ahora te voy a pedir que lo escribas y si estás animado/a que lo sientas, lo experimentes, y te plantees qué pasos seguir para llegar a ello. O que a a la vez lo vayas haciendo.
Sé que en aguas turbias, en un clima en el que día a día no sabes por donde vas a salir, en un espacio que más parece que estuvieras metido en un videojuego, en el que desde fuera es otro quien tuviera el control de mando para disparar, calculando el mejor momento, la distancia e identificando la forma de hacerlo.
Todo esto puede resultar un poco ¿qué me está contando?, pero créeme, funciona. Tanto para poner en papel los primeros esbozos de esta ruta de salida, como para tener claro cuando hables con un abogado respecto a este tema. Si mantienes una cita con alguno, posiblemente te pregunte: con todo esto a dónde quieres llegar.
Talento desperdiciado
Sigo. Es importante en todo esto el propósito, es decir, que este objetivo sea significativo para ti y sobre todo acorde con tus valores (pregúntate, ‘para qué quiero esto’).
Un buen camino para llegar a ello es que ahondes, en esos si hubiera…., yo de pequeño soñaba….., o simplemente dentro de esta toma de conciencia identifiques que tipo de acciones o pequeñas tareas te resultan placenteras.
Para algunos será ayudar a otros, para otros la jardinería, otros el cuidado de animales, el canto, etc. El abanico es tan amplio como personas hay en el mundo. Lo importante es que encuentres aquello con lo que disfrutes, que tenga un propósito para ti y te orientes a ello.
Lo importante es que encuentres aquello con lo que disfrutes, que tenga un propósito para ti y te orientes a ello
Nadie dice que descartes el trabajo que haces ahora. Qué es lo que mejor se te da, eso qué posibilidades futuras tiene, dónde te sentirías más realizado, cómo lo harías.
Si en tus manos pudieras cambiar, qué cambios introducirías. Si donde estás esto tiene buen futuro, enhorabuena, si no, habrá que identificar otros espacios donde puedas dar rienda suelta a ese talento desperdiciado.
El tratar de encontrar una explicación a aquello que pasa puede llevarte por terrenos escabrosos –sí, este es otro leit motiv–, pero también, si buscamos una óptica distinta a este proceso reflexivo, gracias a esta situación estás pudiendo apreciar que no todas las personas actúan de buena fe, que en ocasiones ciertas situaciones son inmanejables y que hay personas que están guiadas por valores distintos a los tuyos.
Pero, es importante que lo tengas claro, son los otros, no tú. El gran reto en todo esto y quizá el mayor aprendizaje es identificar qué puedes hacer tú, en muchos niveles, coger las riendas de aquello que está en tus manos poder hacer.
Un aspecto común en algunas personas acosadas, según algunas investigaciones, es que buscan ese reconocimiento por parte del agresor. Situación que conduce a que se entre en un ciclo sinfín.
Querido amigo y amiga, a todos nos gusta que nos reconozcan el trabajo. También hay personas a las que les da cierto reparo aceptar este tipo de cumplidos. Cierto también es que a todos y todas las personas que han vivido esto, les gustaría que se les repare diciendo: lo siento, tienes razón, es mi culpa (con sinceridad por supuesto) y que desarrollen acciones que permitan reparar el daño.
Es importante que identifiques esa sensación de beneplácito cuando terminas algo y sientes que está bien hecho, que puedas celebrar y disfrutar ese gustillo que deja dentro
Muchas quisieran que quien agrede quede fuera. Pero lo cierto querido amigo y amiga, es que todas estas cosas corresponden a acciones de otros, cuestiones a las cuales no se puede llegar si no denuncias, si no pides ayuda, o si no actúas activamente frente a todo esto que pasa.
Son cuestiones que no dependen de ti, sino de otros, el que se lleven a cabo. Cierto es que todo esto no es tu culpa, pero cierto también es que el proceso de salida será mejor en cuanto como he dicho antes identifiques que acciones en todo este camino están en tus manos.
Para ello, es importante que identifiques esa sensación de beneplácito cuando terminas algo y sientes que está bien hecho, que puedas celebrar y disfrutar ese gustillo que deja dentro.
Buscar un sentido, un propósito, resulta fundamental en este proceso de salida. Lo que no mata, engorda, y la idea siguiendo está búsqueda de sentido es que todo esto si tú lo decides pueda contribuir a que desarrolles una respuesta más resiliente frente a todo esto que pasa. Si la tienes ya de base, poténciala, y si no, es una oportunidad para que tomes conocimiento que este tipo de respuesta activa-resiliente permitirá que gestiones mejor esta situación y otras situaciones estresantes.
Algunas lecturas de apoyo
- Antonovsky, A. (1987), Health promoting factors. En Kalimo, R., El-Batawi, M. y Cooper, C.L. (Eds).Psychosocial Factors at Work and their relation to health. Ginebra: World Health Organisation.
- Cooper, C., Flint-Taylor, J., & Pearn, M. (2013). Building resilience for success: a resource for managers and organizations. Springer.
- Garcia, H. y Miralles, F. (2016). Ikagai: los secretos de Japón para una vida larga y feliz. Barcelona: Urano.
- Nielsen, M. B., Matthiesen, S. B., & Einarsen, S. (2008). Sense of coherence as a protective mechanism among targets of workplace bullying. Journal of Occupational Health Psychology, 13(2), 128.