Acoso laboral, haciendo de la necesidad virtud – La situación de conflicto interior tras vivir una situación de acoso laboral – Por Laura Quiun – jupsin.com
- Me gustaría que dejáramos, por una vez, de lado al que nos agrede, el contexto, aquello que otros debieron hacer y centrarnos en ti.
- Vivir un episodio de acoso no es de fuertes o de débiles, pero sí es una situación que nos acerca a nuestra propia vulnerabilidad.
Acoso laboral, ‘tú y ahora’
El aspecto que trato, en esta ocasión, en jupsin.com es la situación de conflicto interior en la que nos sitúa el haber vivido acoso laboral.
Me gustaría que dejáramos por una vez de lado al que nos agrede, el contexto, aquello que otros debieron hacer y, en esta ocasión, centrarnos en ti.
Me gustaría que dejáramos, por una vez, de lado al que nos agrede, el contexto, aquello que otros debieron hacer y centrarnos en ti
Durante mis distintos artículos he podido hablar de resiliencia, así como de la forma como hacer frente a esto.
Me doy cuenta que, en este pensar en futuro, es posible que haya dejado de lado un aspecto que resulta importante, sobre todo por el impacto que puede tener para tu salud emocional, y no es otra cosa que ‘tú y ahora’.
En esta ocasión, quisiera hablar sobre el trabajo de Cubela y Kvartuc, quienes estudiaron cómo el vivir esta situación afecta la forma en que concebimos el mundo.
Una visión positiva del mundo
No sé si lo sabrás, pero la mayoría de personas tendemos a comprender el mundo como un lugar justo para vivir. Esto quiere decir que de manera natural contamos con una visión positiva del mundo.
Es normal, por ello nuestra forma de reaccionar frente a un hecho como es el acoso laboral. Y esto sucede porque, tal como señalan estas autoras, el trabajo es un lugar que debería ser seguro, en el que deberíamos ser tratados con justicia, dignidad y respeto.
El trabajo es un lugar que debería ser seguro, en el que deberíamos ser tratados con justicia, dignidad y respeto
Sentirnos vulnerados debido a esta situación hace que la sensibilidad a la injusticia aumente, del mismo modo que la sed de justicia nos acompañe. Posiblemente, no sólo en lo referido al mundo del trabajo sino al mundo en general.
Según apuntan estas autoras, lo que se encuentra detrás de esto son nuestras ganas de querer entender la injusticia que hemos experimentado.
Viéndolo en términos de positivizar la situación, esta sensibilidad a las injusticias también resulta un efecto importante de aquello que te tocó vivir. Finalmente, es un aspecto que habla bien de nosotros: sentimos y somos capaces de compadecernos por el otro.
Pesimismo y malestar
Sin embargo, quisiera invitarte a reflexionar sobre aquello que pasa si te centras únicamente en la injusticia. Quizá no te hayas dado cuenta pero puede llegar a conducirte a un pesimismo que no hará sino agravar el malestar que todo esto te produce.
Posiblemente por esto, hay personas que observan a quienes viven el acoso como personas negativas, críticas con todo, e incapaces de ver otras opciones.
«Una reacción anormal a una situación anormal es el comportamiento normal»
Posiblemente, quien tenga este tipo de apreciaciones, le cueste entender y empatizar con quienes como resultado de lo vivido, en su deseo de entender porque pasa esto, hayan desarrollado una visión que tienda a centrarse en sí mismos, con una visión centrada únicamente en el lado negativo de las cosas y del mundo, y que como producto de todo lo vivido muestren una desconfianza inusual.
Quien no es capaz de hacerlo, quizá tampoco entienda el carácter traumático ni lo que encierra esta frase de Viktor Frankl: «Una reacción anormal a una situación anormal es el comportamiento normal». La cual, si aquello que has tenido que vivir es mas intenso, será mayor.
Muchas veces pedimos al resto que comprenda, cuando muchas veces es importante que nosotros mismos entendamos aquello que nos pasa. Es por ello que escribo estas palabras.
En ocasiones buscamos oídos porque aquello que pasa en tu interior es algo totalmente inexplicable y te termina desbordando.
Oír y escuchar
Muchas veces no somos conscientes que sin querer retamos la capacidad que pueda tener el otro de procesar toda esta información. Con lo cual, un aprendizaje adicional que todo lo vivido nos traiga es aprender a distinguir ‘oír’ de ‘escuchar’.
En ocasiones, buscamos que otros sostengan aquello que desde nuestra propia calma, desde la auto-aceptación y la auto-compasión podemos conseguir
Poder auto-contenernos, poder darnos ese espacio de auto-escucha, puede ser otro resultado del acoso si lo trabajamos.
En ocasiones, buscamos que otros sostengan aquello que muchas veces desde nuestra propia calma, desde la auto-aceptación y la auto-compasión podemos conseguir.
Nada de esto es culpa tuya, a pesar que ella aparezca, no es culpa tuya, esta también es una reacción a todo esto que te ha tocado vivir.
Vivir un episodio de acoso no es de fuertes o de débiles, pero sí es una situación que nos acerca a nuestra propia vulnerabilidad. La cual como indica Brené Brown es el núcleo de la vergüenza, el miedo y la lucha por nuestra dignidad, tanto como el lugar de nacimiento de la creatividad, el sentimiento de pertenencia y el amor.
Vivir un episodio de acoso no es de fuertes o de débiles, pero sí es una situación que nos acerca a nuestra propia vulnerabilidad
Reposo y entendimiento
Quizá no sea fácil lo vivido, posiblemente sea duro de asimilar, posiblemente busques justicia.
Si es tu caso, te ánimo pues, a una búsqueda de entornos justos, a explorar espacios dónde encuentres una malla grande que te sostenga adecuadamente en esta revolución interior, dónde aprendas a hacer lo mismo contigo, donde todo esto pueda encontrar reposo y entendimiento.
Este tipo de justicia es tan importante como seguir alimentando tu sensibilidad al otro, descubriendo con ello la profundidad de la empatía y entendiendo que es algo más que un mero simpatizar con los más desvalidos.
Algunas referencias
- Brown, B. «El poder de la vulnerabilidad»
- Cubela Adoric, V., & Kvartuc, T. (2007). Effects of mobbing on justice beliefs and adjustment. European Psychologist, 12(4), 261-271.