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Coaching Caballos

Los caballos y la escucha: aprender a observar

Capítulo 1 del Programa

Trabajando la escucha (I): Aprender a observar

¿Qué puede aprender una persona sobre la escucha al acercarse a un caballo? ¿Qué tipo de escucha nos ofrece este animal sorprendente y qué relación tiene con el acoso u otras formas de abuso?

¿Cómo se trabaja esta cualidad a través de un proceso de coaching con caballos y qué otras áreas de desarrollo personal nos abre la escucha?

En nuestro mundo, donde se insta a la velocidad para cumplir patrones de eficiencia, la escucha es una habilidad perdida; sin embargo, es fundamental para el éxito de nuestras relaciones humanas.

Ya de niños, se nos invita a correr todo el tiempo: hay que darse prisa por las mañanas, llegar a tiempo al colegio, correr para que todas las tareas de la tarde queden terminadas, etcétera.

Programa para la Superación del Acoso en Intervención Asistida con Caballos – Una iniciativa de Olga Casado y jupsin.com

  • Con caballos como el noble y fuerte Farid, te presentamos una nueva forma de ayuda en procesos de recuperación de víctimas de acosoabuso psico-emocional y maltrato.
  • Cada mes, en jupsin.com, publicamos un nuevo capítulo, que incluye un texto con la explicación del programa a cargo de la coach Olga Casado y un video explicativo en alta calidad grabado en La Finca Las Suertes (El Escorial) y elaborado por Producciones Mala-Mala.
  • El 1 de abril, capítulo 2: Trabajando la Escucha (II): Observar las Emociones


Capítulo 1 del Programa | Trabajando la escucha (I): Aprender a observar

¿Qué puede aprender una persona sobre la escucha al acercarse a un caballo?

¿Qué tipo de escucha nos ofrece este animal sorprendente y qué relación tiene con el acoso u otras formas de abuso?

¿Qué tipo de escucha nos ofrece este animal sorprendente y qué relación tiene con el acoso u otras formas de abuso?

¿Cómo se trabaja esta cualidad a través de un proceso de coaching con caballos y qué otras áreas de desarrollo personal nos abre la escucha?

En nuestro mundo, donde se insta a la velocidad para cumplir patrones de eficiencia, la escucha es una habilidad perdida; sin embargo, es fundamental para el éxito de nuestras relaciones humanas.

Ya de niños, se nos invita a correr todo el tiempo: hay que darse prisa por las mañanas, llegar a tiempo al colegio, correr para que todas las tareas de la tarde queden terminadas, etcétera.



Cuando se nos dice “¡Escucha!”, lo que se nos dice es que oigamos con atención lo que dicen nuestros padres, o nuestros profesores o alguien que con autoridad nos indica la dirección en la que centrar esa atención, en la que poner esa escucha.

No se nos pide que afinemos nuestros sentidos y bebamos a través de ellos cuanto sucede a nuestro alrededor

No se nos invita a escuchar la lluvia, y al mismo tiempo el viento, y una posible rama quebrada que cae sobre la tierra, y un coche circulando en la distancia… No se nos pide que afinemos nuestros sentidos y bebamos a través de ellos cuanto sucede a nuestro alrededor.

A la vez, nuestros adultos también viven generalmente centrados en la velocidad para cumplir objetivos, compromisos, responsabilidades

Sus mensajes, a menudo, se adaptan al formato “directo y urgente”, de manera que habitualmente se rige por características como la economía, la impulsividad, la emocionalidad, la falta de empatía, etcétera.



Caballos, maestros en el arte de la escucha

Es interesante observar la fisonomía del caballo para entender qué hace que sea maestro en el arte de la escucha.

Es interesante observar la fisonomía del caballo para entender qué hace que sea maestro en el arte de la escucha

A diferencia de los seres humanos, los caballos tienen los ojos en posición lateral, a ambos lados de la cabeza; esto les permite ver en un ángulo de casi 360 grados, con un par de puntos ciegos en la parte frontal y trasera.

Por el contrario, nosotros tenemos los ojos en posición frontal, porque esto nos convierte en cazadores eficaces al fijar la vista en nuestra posible presa. No necesitamos mirar a nuestro alrededor para lograr nuestro objetivo más básico y elemental, nutrirnos; en herencia, estamos programados como un proyectil.

Los caballos son animales sociales, la vida en grupo ha sido necesaria para su propia supervivencia.

Esta herencia está en nosotros, como depredadores que somos, sin embargo, la mayoría hemos perdido la habilidad y el gusto por dar caza a la presa. A la contra, nuestra evolución nos ha traído hasta un modelo de convivencia que sí se basa en habilidades (y mirada) 360º.

El caballo, en ausencia de una manada equina, convierte al humano en el que puede confiar en algo similar a su propia manada

He aquí la primera razón por la que los caballos, como animales de presa cuya subsistencia depende del control total sobre ese círculo amplio que los rodea, pueden ser grandes maestros para que lleguemos a cultivar y dominar la habilidad completa que en el mundo del coaching llamamos “Escucha”.

Los caballos son animales sociales, la vida en grupo ha sido necesaria para su propia supervivencia.

De hecho, en su genética siguen siéndolo, y de ahí que sea tan interesante el vínculo que puede establecerse con ellos, pues en ausencia de una manada equina, el humano en el que puede confiar se convierte en algo similar a su propia “manada”.

¿Cómo saben los caballos en quién pueden confiar y en quien no?

Esta es una cuestión crucial en nuestro trabajo, en especial con personas relacionadas con el acoso y/o abuso hacia (o proveniente de) otras personas.

  • Lo primero que verán de nosotros, y a mucha más distancia de la que podamos imaginar, es nuestra corporalidad, la manera en la que movemos nuestro cuerpo, de lo cual la mayoría no somos conscientes. Esto les invitará a acercarse o a colocarse a una distancia de seguridad; un paso demasiado enérgico y altivo puede indicar agresividad, y unos hombros demasiado caídos con la cabeza mirando al suelo podrían despertar su recelo.

(Por supuesto, también influye aquí el propio carácter del caballo y las experiencias previas que haya tenido con los humanos; en nuestro caso, siempre trabajamos con caballos acostumbrados al trato con las personas).


  • En nuestro acercamiento, leerán lo que dice nuestra energía y que, también a la mayoría, nos resulta invisible y por lo tanto en nuestro día a día no nos detenemos a interpretarlo y darlo nombre aunque hayamos tenido alguna intuición al respecto.

(De aquí pueden derivarse algunas situaciones incómodas en las que puedan verse, por ejemplo, nuestros hijos, a quienes pocas veces mostramos el camino para entender, afinar y escuchar su propia voz interior, eso que llamamos intuición. Esto es así porque en general nosotros mismos estamos bastante alejados de nuestra propia intuición).


  • En tercer lugar, mirarán la expresión de nuestro rostro, y nuestra mirada. Una mirada demasiado directa y penetrante puede recordarles que bajo nuestra piel hay algo parecido a un puma, que en cualquier momento podría saltar sobre ellos.

  • Por último, y cuando ya estemos un poco más cerca, leerán de manera inequívoca nuestras emociones, de manera que sabrán si sentimos ansiedad, miedo, enfado o tristeza. Estas emociones son las que principalmente leen en nosotros, según los estudios llevados a cabo; esto es así porque son precisamente las emociones que les transmiten inquietud y desconfianza. Es lógico, la alegría y calma interior no parece que deba representar para ellos ninguna amenaza.


Es interesante observar la fisonomía del caballo para entender qué hace que sea maestro en el arte de la escucha.

¿Qué sucede cuando entendemos los mensajes de nuestro cuerpo, nuestra energía y nuestras emociones?

Las personas que realizan un proceso de desarrollo personal con caballos se sienten en un espacio seguro y toman conciencia de que su naturaleza animal es un aliado para su propio crecimiento

La respuesta a esta pregunta es que tenemos la información necesaria para poder alinearnos con lo que realmente deseamos transmitir al mundo exterior.

Es aquí donde comienza el trabajo de aprender a observar con atención lo que nos dice el caballo a través de sus reacciones, y aprender a observarnos nosotros mismos en ese espejo en el que se convierte.

Un espejo fiable, leal, inequívoco e imparcial. Esto es lo más importante.

Al caballo solo le interesa su seguridad, saber que a nuestro lado está a salvo, de manera que todo lo que nos transmita en la interacción con él, será neutral y sin juicio.

Por eso las personas que realizan un proceso de desarrollo personal a través de los caballos, sea motivado por una situación de abuso u otro tipo de circunstancia, se sienten en un espacio seguro y de confianza, y rápidamente toman conciencia de que su naturaleza animal es un aliado para su propio crecimiento.


Presentación del programa


Escritora. Coach profesional certificada por el UCI (Universal Coaching Institute) y por la EICCE (Escuela Internacional de Coaching con Caballos Equilibri). Fundadora de 'Equinat Coaching'. Especializada en en el desarrollo de cualidades de liderazgo y autovaloración positiva. Autora de novelas en las que refleja los grandes asuntos que mueven el alma humana. En 'Las huellas del cardamomo' (Kolima Books, 2017) trata el tema del abuso a menores. 'Atrévete a Renacer' es su cuarto libro editado.

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