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«Del espejismo de la igualdad, de eso me quejo»

Me quejo del cuestionamiento sobre la violencia y sus diferentes manifestaciones, de esa corriente de opinión que se empeña en desdibujar derechos y logros, del desconocimiento, de las frases y discursos que tienen como objetivo confundir conceptos, términos, motivaciones y resultados. La violencia sobre las mujeres puede tener resultados comunes a otras formas de violencia pero su significado, motivación y proceso de construcción es específico y diferente al resto.

#DEQUÉTEQUEJAS – «Del espejismo de la igualdad, de eso me quejo» – por María García – Directora de Programas – Mujeres en Igualdad

  • La violencia sobre las mujeres puede tener resultados comunes a otras formas de violencia pero su significado, motivación y proceso de construcción es específico y diferente al resto.
  • El acoso sexual está tipificado por el Código Penal con consecuencias en el ámbito laboral en forma de infracción, a diferencia del acoso por razón de género, que, aun suponiendo un incumplimiento, no está tipificado.
  • Acoso sexual en el trabajo 
  • Acoso sexual y salud psíquica


“La igualdad de género no puede ser sólo una teoría, debe ser una realidad vivida”

Michelle Bachelet

Me quejo del cuestionamiento sobre la violencia y sus diferentes manifestaciones, de esa corriente de opinión que se empeña en desdibujar derechos y logros, del desconocimiento, de las frases y discursos que tienen como objetivo confundir conceptos, términos, motivaciones y resultados.

La violencia sobre las mujeres puede tener resultados comunes a otras formas de violencia pero su significado, motivación y proceso de construcción es específico y diferente al resto.

La violencia sobre las mujeres puede tener resultados comunes a otras formas de violencia pero su significado, motivación y proceso de construcción es específico y diferente al resto.

Esta afirmación, tan obvia, se hace extensible a otros conceptos que también definen conductas delictivas y que también son violencia de género, ya que el acoso no está incluido en la nómina y son muchas las mujeres, y algunos hombres, que lo sufren.

Pero del mismo modo que no todas las violencias lo son de género y contra las mujeres, el acoso sexual no lo es por razón de sexo y es importante diferenciar entre ambos tipos.

Las definiciones legales contempladas por la Ley Orgánica 3/2007, en su artículo 7, distinguen entre ambos tipos, y de éstas, sería más correcto hablar de acoso sexual y acoso por razón de género que nos retrotrae a la diferencia entre sexo y género, entre lo físico y lo biológico y lo cultural, entre lo impuesto y lo construido, esa dicotomía sexual que se traslada a lo social, que como así avalan los datos, perjudica en mayor medida a las mujeres.

El género y el sexo no solo es léxico y algo nimio sino que precisa diferencias, ya que el acoso sexual ataca a la dignidad sexual de la persona, de la víctima por parte del victimario. Y el acoso por razón de género no tiene móvil sexual, sino que el ambiente denigrante se crea en torno al desprecio de lo culturalmente asociado al género, a la asignación de los roles a mujeres y hombres.

Acoso sexual y acoso por razón de género

Así, el acoso sexual está tipificado por el Código Penal con consecuencias en el ámbito laboral en forma de infracción, a diferencia del acoso por razón de género, que, aun suponiendo un incumplimiento, no está tipificado.

Nos siguen sobrando motivos para quejarnos, aún cuando nos preguntan ‘de qué’ con lo que hemos avanzado

Es llamativo el número de mujeres, que tras quedarse embarazadas e incorporarse de nuevo a su puesto de trabajo, sufren un trato diferencial y una limitación en sus derechos laborales de forma tácita, consecuencia del machismo que induce al acoso, que, a diferencia del acoso moral, con las mismas formas y elementos, el factor y la causa, es el sexo de la persona, y en el 95% de los casos, el ser mujer.

Nos siguen sobrando motivos para quejarnos, aún cuando nos preguntan ‘de qué’ con lo que hemos avanzado. Y no lo es menos, los numerosos comportamientos de naturaleza sexual y el propósito de atentar contra la dignidad de las víctimas, que a diario sufren muchas mujeres y algunos hombres, que podemos considerar violencia sobre las mujeres y que con un solo acto nos encontramos ante un caso de acoso sexual, ya que a diferencia del resto de acosos, no se exige la reiteración.



Violencia de género ocupacional

Hablamos de violencia de género ocupacional, la que sufren muchas mujeres por el hecho de serlo en sus lugares de trabajo y que se construye desde la desigualdad y se sustenta en la motivación y no en el resultado.

Nos quejamos de ese espejismo de la igualdad que parece llegar a todos los rincones, de esa resistencia al feminismo, a creer en la igualdad y no ser feminista, a confundir formas de violencia y banalizar el acoso en el ámbito laboral, al que hemos llegado como mujeres y no como trabajadoras, con falta de equidad e igualdad por ocupar un espacio, que durante mucho tiempo nos fue negado.

El espacio laboral sigue siendo un espacio de desigualdad, en el que se nos ve antes como mujeres que como trabajadoras

El espacio laboral sigue siendo un espacio de desigualdad, en el que se nos ve ante como mujeres que como trabajadoras, en el que seguimos siendo tratadas en muchas ocasiones como impostoras y como consecuencia, seguimos siendo víctimas de comportamientos que están profundamente sesgados por el género.

Así, tanto el acoso sexual como por razón de género lo siguen sufriendo de forma mayoritaria las mujeres, muchas trabajadoras, y los victimarios, hombres.

Y habiendo diferencias entre el sexual y por razón de género, al final, es la construcción social, los roles y estereotipos, los que nos siguen situando en una posición de vulnerabilidad convirtiendo el espacio público, el ámbito laboral en lugares de riesgo, por el solo hecho de ser mujeres.

Así que, sí, me quejo del espejismo de la igualdad, de los discursos construidos desde el desconocimiento y la falta de información, de la confusión intencionada en términos y conceptos, de no distinguir significados, motivaciones y construcciones y esa negación frente a los datos, que solo impiden alcanzar la igualdad real entre mujeres y hombres y nos alejan de una sociedad más justa para todas y también, todos.



Consultora de Género. Directora de Programas de la Confederación Nacional de Mujeres en Igualdad. Experta en Igualdad y Violencia de Género ha diseñado, implantado y evaluado programas y políticas vinculadas a la Igualdad de Género y contra las Violencias sobre las Mujeres.

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