La lectura favorece la salud mental, reduce el estrés y facilita las relaciones sociales. Así lo asegura Francisco Lara, jefe de servicio de Psicología Clínica del Hospital Quirónsalud Córdoba.
Cuando leemos se ponen en marcha en el cerebro diversos procesos y se estimulan determinadas capacidades para interpretar signos que activan esquemas de conocimiento que generan emociones.
Te lo contamos en jupsin.com, el portal profesional exclusivo de IPDGrupo.com que te ofrece información para decidir sobre igualdad y salud.
La lectura favorece la salud mental
Francisco Lara explica que en el curso de la lectura están implicados procesos cognitivos (atención, concentración, memoria) que al ejercitarse, ofrecen atención y cuidado a la salud mental.
Así, mantener el cerebro activo y estimulado ejercita la memoria y retrasa su envejecimiento, demorando el inicio de enfermedades degenerativas como la demencia.
Actividad cerebral
La realización de una actividad física adecuada mejora el organismo, previene y cuida la salud física, afirma Lara. Y la lectura estimula la actividad cerebral como si de un ejercicio de mantenimiento se tratara.
La lectura activa neurotransmisores directamente relacionados con la salud emocional y el estado de ánimo, como la serotonina y la dopamina.
Menos estrés y más relaciones sociales
En este sentido, ha destacado que el proceso de lectura genera además otros beneficio. La lectura garantiza la adquisición de conocimientos útiles para desempeñar actividades propias de la vida cotidiana. La lectura permite socializar mejor, desarrollar empatía o incluso aporta seguridad y autoconfianza.
Así, los conocimientos que ofrece la lectura reducen el estrés y facilitan las relaciones sociales.
Empatía y lectura
Francisco Lara recuerda que la empatía tiene una relación destacada con la lectura.
La inmersión del lector dentro del entorno imaginario de la historia, en las vivencias del protagonista, genera pensamientos y emociones y entrena la empatía.
«El lector perfecciona la capacidad de comprensión empática hacia los demás, ejercita el respeto y activa el entendimiento de otros puntos de vista. Se desvincula de su peculiar realidad ligada a su sobreentendida individualidad».
Lectura, ansiedad y sueño
En cuanto a utilizar la lectura como inductor del sueño, el psicólogo considera que no es lo más oportuno.
Pero, «un momento de apacible lectura, en papel o dispositivo que no irradie luz azul, que no interfiera en la liberación de melatonina (hormona que regula el sueño), puede reducir la ansiedad acumulada del día».
Así, la lectura es una actividad que ofrece múltiples beneficios psicológicos. En la situación de pandemia, «cuando hay que encontrar actividades gratificantes en casa, la lectura es muy apropiada».
Un buen libro activa la imaginación y nos aleja de un entorno rutinario que desgasta, «reduce la ansiedad y mejora el estado de ánimo».
Pingback: La lectura y la salud mental ⋆ Mentes Resilientes