El acoso laboral o mobbing se define según la Real Academia Española (RAE) como la “práctica ejercida en el ámbito del trabajo y consistente en someter a un empleado a presión psicológica para provocar su marginación”.
Este tipo de situaciones pueden venir dadas por compañeros de trabajo, jefes, directores, encargados, etc. En España, un 15% de los trabajadores sufren acoso laboral y en los últimos años las denuncias de este tipo de casos han aumentado un 60%.
En España, un 15% de los trabajadores sufren acoso laboral y en los últimos años las denuncias han aumentado un 60%
El problema del acoso laboral es que tras una denuncia, un juicio y todo lo que ello conlleva, las secuelas psicológicas se mantienen e incluso empeoran por la presión que esto ejerce.
Entonces, ¿qué podemos hacer para mantener sana nuestra mente cuando ocurre una situación de acoso?
Hay dos momentos en los que se pueden tratar las secuelas psicológicas del acoso: durante esta situación y tras ella. Para ello daré algunas claves que pueden ayudar a mitigar las consecuencias psicológicas del acoso.
Durante el acoso
Mientras ocurre, la persona se encuentra desorientada, no sabe qué sucede. El primer paso es identificar el acoso.
Identificar y documentar el acoso
Tener información suficiente sobre qué pasa, hablar con amigos u otros compañeros en los que puedas confiar hará que puedas identificar más fácilmente las situaciones de acoso y diferenciarlo de estar quemado con el trabajo o burnout.
Realiza ejercicios de relajación
Cuanto más relajado o relajada te encuentres, menos posibilidades de reaccionar ante sus ataques existirán y eso les hará menos poderosos.
Mientras ocurre, la persona se encuentra desorientada, no sabe qué sucede. El primer paso es identificar el acoso
Practica la asertividad
Las personas asertivas desarman y ponen muy nerviosas a las personas agresivas por lo que mientras estés en una posición asertiva cabrán dos posibilidades: que aumente el acoso y se haga visible frente a personas que puedan documentarlo o que disminuya y te sientas más fuerte y valiente.
En ambos casos serán beneficiados tanto para continuar en el puesto de trabajo sin inconveniente o para poner una denuncia y salir de ese acoso.
Busca ayuda profesional
Un profesional puede ayudar a realizar todas estas acciones de manera conjunta en una terapia resultando más fácil llegar a ellas y sin agravar las consecuencias psicológicas que podría tener sin la ayuda de un especialista.
Tras el acoso
Continuar con las conductas que he descrito anteriormente sería lo ideal además de incorporar algunas nuevas como:
- Evitar el aislamiento social y realizar actividades gratificantes ya sea deporte, ir a cursos de cocina, grupos de lectura, etc. Lo importante es rodearte de otro tipo de personas que puedan convertirse en un gran apoyo y sean un lugar seguro en el cual sentirte cómodo/a.
No te sientas culpable. No has fallado, no es responsabilidad tuya y eso es lo primero que hay que entender
- No te sientas culpable. No has fallado, no es responsabilidad tuya y eso es lo primero que hay que entender. Es normal que la persona que sufre el acoso se sienta culpable pero esa culpabilidad no es tuya, es producto del acoso y la situación vivida.
- Realizar hábitos de vida saludables. Comida sana, dormir al menos 8 horas, realizar ejercicio físico. Estos hábitos mantienen el cuerpo en forma y cuerpo y mente están estrechamente unidos. Si uno está bien, el otro podrá mejorar más fácilmente.
- Técnicas orientadas a reforzar la autoestima. Existen técnicas que ayudan a reforzar y recuperar la confianza en uno mismo y sobre las habilidades y capacidades que se tienen.