Las víctimas de acoso laboral, poco a poco, son introducidas en una espiral de daño y reacciones al hostigamiento ejercido, por lo que tienden a ser percibidas por el entorno como las culpables y causantes de lo que les sucede.
Esta percepción del entorno, termina adjudicándosela la propia víctima, creyendo que algún comportamiento, su físico o incluso su forma de ser, pueden ser las causas de esos desprecios por parte de la persona acosadora.
Error de atribución e indefensión aprendida
Esta percepción es un error de atribución. El acosador tiende a señalar en la víctima características, rasgos que evidencien y justifiquen las conductas de hostigamiento con el fin de generar una causa ‘real’.
Por otra parte, cuando intentamos protegernos de un daño, actuamos para erradicarlo. Si los resultados son fallidos, comenzamos a pensar que cualquier intento por protegerse es en vano, pues siempre encontramos la misma respuesta negativa, no les creen, siguen culpabilizándoles.
Desarrollamos lo que denominamos indefensión aprendida y dejamos de actuar contra el hostigamiento
En este sentido, desarrollamos lo que denominamos indefensión aprendida y, por lo tanto, dejamos de actuar contra el hostigamiento.
Este concepto llega a ser la causa de los cuadros clínicos de las personas víctimas de acoso:
Merma del rendimiento laboral, de la estabilidad emocional, de la autoestima y, en definitiva, de la salud física y psicológica.
Alteraciones psicológicas por acoso laboral
A su vez, las alteraciones psicológicas que la misma situación de hostigamiento le ha generado, hacen que vaya propiciándose una imagen de sí mismo negativa que le confirma que las personas hostigadoras tenían razón cuando le brindaban menosprecios como vago, torpe, agresivo, insociable, etc.
Si la duración de la situación de acoso se prolonga en el tiempo, la personalidad de la víctima terminará modificándose y convirtiéndose en aquello que le referían los acosadores.
La víctima desarrolla sentimientos de culpabilidad y baja autoestima que le llevan a una creciente introversión social
La víctima, finalmente, desarrolla sentimientos de culpabilidad y baja autoestima, que le llevan a una creciente introversión social.
La víctima se aísla, aún más, de un entorno ya significativamente reducido por la exclusión social propia del acoso.
Los cuadros de acoso ocasionan en muchas víctimas problemas de atención y concentración que llevan a una radical disminución de su rendimiento laboral y que interfieren significativamente en su vida social y familiar.
Con todo esto, las personas víctimas de acoso ven dañada su autoimagen y generan sentimientos de baja competencia y rendimiento.
Profecía autocumplida
Tal y como hemos mencionado, en las víctimas se genera un cambio, una mutación comportándose de aquella manera que referían de manera continuada en el tiempo los acosadores.
El daño psicológico del acoso laboral es tan grande que puede generar Trastorno de Estrés Postraumático
Nos encontraríamos ante lo que denominamos profecía autocumplida, por el que la víctima introyecta las críticas y burlas de los que ejercen el hostigamiento, adquiriendo dichas criticas como reales y parte de la propia víctima.
El daño psicológico es tan grande que puede generar Trastorno de Estrés Postraumático y, si la situación persiste de forma excesiva, se cronificarán los problemas.
Sentimientos devastadores y de impotencia
Los sentimientos son devastadores. Primero son sentimientos contradictorios que angustian a la persona, hasta autoresponsabilizarse del hostigamiento que ejercen sobre ella. La víctima se siente culpable de los problemas existentes en la relación con el hostigador.
Las víctimas intentan comportarse de manera complaciente con el acosador para evitarse problemas y para que la relación mejore
La víctima se siente responsable de la situación que padece y hace todo lo posible para tratar de comprender el comportamiento del abusador.
Cuando no consiguen comprender este comportamiento, el por qué se comporta así, entonces comienza a experimentar sentimientos de impotencia.
Por este motivo, las víctimas siempre intentan comportarse de la manera más complaciente con el acosador para evitarse problemas y, también, con el objetivo de que la relación mejore.
Han aprendido que, cuando expresan lo que realmente piensan o sienten, el hostigador las anula y experimentan frustración. Esta frustración no se transmite mediante la ira, sino que todavía redoblan los esfuerzos de la víctima por comprender y ser comprendida.
La persona acosada no es capaz de percibir la realidad de la situación vivida, principalmente por la baja autoestima y el sentimiento de confusión
El acosador provoca el miedo en la víctima
En un principio, la víctima cree que puede existir un cambio, pero cuando se da cuenta de que no existirá ese cambio, ya que el hostigamiento es continuado en el tiempo, comienza a sentir miedo, esperando a que vuelva a recibir conductas características de acoso.
La persona acosada no es capaz de percibir la realidad de la situación vivida por varios motivos, pero los más importante son la baja autoestima y el sentimiento de confusión.
Por último, debemos recordar que el acoso laboral tiene un gran hándicap, la negación que perpetúa la víctima como método de autoprotección vinculada al miedo.
ANA ALLENDE TORO
28 de septiembre de 2017 at 04:02
Chile esta en pañales , no defiende , ni deja defender y sacar su voz ante este flagelo.
Natalia
7 de febrero de 2020 at 23:49
Estoy viviendo una situación así, en mi caso la acosadora es la amante del jefe y de ahí su impunidad, dice pj «A Natalia hay que echarla a la mierda» hay que suspenderla»me mandan hacer trabajos que no están agendados habiendo gente nueva que se niega hacerlos y hasta se ríen pero cuando yo me niego se me humilla, ahora pedí licencia por enfermedad de tres días, avise y no me respondieron, una compañera me contó que planean suspenderme, y seguro van a decir que no avise o que me negué hacer una tarea, llo que tengo a favor es que si me despiden no lo vería tan mal, pero no quiero renunciar porque me hiria sin un peso, yo días antes de todo esto fui al ministerio de trabajo a solicitar una inspección pues me sentía indefensa ahí adentro y resultó que nos estada a horas, ahora redujo el horario pero no a pagado aún retroactivo ni nadie sabe que debe exepto yo y otra compañera, aveces me siento una persona problemática, amargada e incapaz que es obviamente lo que querían hacer ver de mi, yo tengo un modo especial de atender a kas clientas que genero envidia en la acosadora, he leído mucho sobre este tema.