¿No te has dado cuenta aún? Lo digo porque es probable que no lo sepas o que si lo sabes haya pasado mucho tiempo desde que fuiste capaz de decirte algo hermoso a ti mismo.
Lo sé, estás liado y tal vez últimamente en el trabajo o en tu ámbito personal algunas de las personas que te rodean no te hacen sentir eso, pero créeme, eso es su problema, no el tuyo.
Digan lo que digan, eres una persona extraordinaria y debes tratarte a ti misma como mereces. ¿Ya lo haces?
Se habla mucho de autoestima, seguramente porque en el fondo todos sabemos que no nos tratamos como merecemos y no nos respetamos lo suficiente. Algunos llevan años en una búsqueda ardua para aprender a quererse, porque a veces no es fácil, la sociedad lo complica y nosotros caemos en la trampa.
Nos educaron para no saber querernos
Y que sea o no fácil poco tiene que ver con tus méritos y tus virtudes. A menudo, no nos queremos porque nos educaron para no saber querernos. No sabían hacerlo porque a ellos tampoco les educaron para quererse y perpetuaron esa forma de ver la vida en la que uno se desconoce a sí mismo y no se escucha.
Aunque eso no importa ahora, aquellos que lo hicieron no sabían más. Si perdemos el tiempo con reproches y culpas no avanzamos. El pasado no puede ser un lastre sino un trampolín para ayudarnos a llegar a dónde soñamos.
El caso es que un día te plantas en los treinta y tanto años y tu vida no es exactamente cómo te gustaría. Podemos pasarnos horas buscando excusas muy elaboradas pero la realidad es que perdemos mucho tiempo buscando fuera lo que ya llevamos dentro.
Todo lo que necesitamos para amarnos a nosotros mismos ya está en nosotros, lo llevamos de serie.
Buscamos a lo que agarrarnos para poder amarnos como necesitamos
Entramos en una espiral de exigencia brutal para demostrarnos que somos válidos, que merecemos la pena. Nos perdemos por un elogio, por el reconocimiento de los demás y cuando no lo recibimos nos sentimos vacíos.
Esa dinámica nos lleva a veces a soportar cosas que no deberíamos soportar y que son intolerables. No necesitamos las migajas de cariño de nadie. Merecemos respeto y no podemos ceder antes nada ni nadie que no nos trate como seres humanos dignos. Sin embargo, acabamos mendigando a otros el amor que no nos tenemos nosotros. Queremos llenar con la aceptación de los demás el vacío que nos generamos nosotros mismos cuando no nos escuchamos ni nos aceptamos a nosotros mismos.
Amarse a veces no es fácil, pero es posible siempre
El amor no es nunca la consecuencia de nuestros logros, es la causa. La autoestima y el respeto que nos tengamos es lo que nos dará la confianza para conseguir lo que soñamos.
Este ejercicio básico va de dentro a fuera, nunca de fuera a dentro. Nada que consigas hará que te ames. Cuando te ames, ya será tuyo. Eso o algo mejor. Incluso más, cuando te ames, no necesitarás que se te reconozca, tu logro será haber conseguido el reto y lo que mejores tu vida y la de los demás con ello.
¿Has tenido esa sensación de que pase lo que pase estás contigo? Que estás de tu parte, que llevas puesta la confianza. No como quién lleva puestos los zapatos sino como quien lleva puesta su piel. Si no te ha pasado, no esperes más para sentirte así. Lo mereces, has nacido para sentirte así y te lo estás negando.
Eres una persona extraordinaria, te lo repito para que se te quede grabado en esa piel que te arropa
Imagina que diga lo que diga tu jefe egocéntrico que necesita pisar para sentirse bien no te hace daño porque tú no te valoras por su rasero.
Imagina que confías en ti y sabes que eres una persona maravillosa y no te importa cortar la relación con esa persona que no te trata como mereces porque sabes que no te hace bien.
Porque no te conformas ni mendigas amor, ya lo tienes. Y esa sensación de confiar en ti te da fuerzas para encontrar alternativas a esas situaciones, te convierte en una persona más creativa, conectada al mundo y capaz.
Imagina que estás contigo y te sientes tan bien que ya nunca estás solo.
Empieza hoy. El camino es largo, pero maravilloso. Lleva hasta ti y merece la pena.
Eres una persona extraordinaria. Lo repito, dilo tú.
Solange Brandón
27 de octubre de 2016 at 14:55
La verdad que me gustó mucho. Llega en un momento justo, me ha hecho reflexionar, darme cuenta que siempre me estoy reprendiendo y tratandome mal por cosas referente al trabajo, me afecta lo que mi encargada hace y lo mal que se comporta. Y no es mi problema xq yo no le hago nada. Ella es así xq eso para ella es tener poder. Voy a empezar a mimarme y hablarme bien. Porque yo soy muy valiosa! Gracias!!!
jupsin'
27 de octubre de 2016 at 15:36
Por supuesto, tu final del comentario es el principio de todo… Porque tú eres muy valiosa. Nunca lo olvides. Has tomado una decisión, sin duda la mejor decisión. No permitas nunca que nadie ponga en duda lo que eres y tu dignidad. Gracias por estar ahí y ya sabes que puedes contar con nosotros en info@jupsin.com.
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