Las mujeres han adquirido mayor participación en el ámbito social, en el campo académico, político y laboral. Sin embargo, sigue estando presente la desigualdad y con ello la violencia infringida hacia las mujeres.
Es frecuente ver y escuchar en los medios de comunicación actos violentos hacia las mujeres, que incluso terminan en muerte. El número de víctimas de violencia en muy diversas partes del mundo se ha ido incrementando, sin encontrar una solución pronta y efectiva que ponga remedio ante esta problemática.
Algunas mujeres que sufren violencia dentro de la relación de pareja, expresan que es “algo normal” o simplemente no la identifican como tal
La mujer es un pilar importante dentro del contexto social y sobre todo dentro de la familia.
Lamentablemente hoy en día, sus derechos y el pleno desarrollo se ve afectado por actos violentos que vulneran su integridad. Y muchas de estas situaciones se desarrollan en pareja.
Algunas mujeres que sufren violencia dentro de la relación de pareja, expresan que es “algo normal” o simplemente no la identifican como tal.
Para algunas mujeres la violencia significa únicamente agresiones físicas, o incluso verbales, y cuando esto no ocurre consideran que su relación es “sana” o como “cualquier otra” relación.
Violencia física y psicológica
La violencia en pareja suele ser física, psicológica y sexual. Quizá, la más difícil de identificar y diagnosticar es la violencia psicológica, principalmente porque las mujeres que viven este tipo de violencia no logran identificarla. Sin embargo, la violencia psicológica puede traer consecuencias igual de graves que la violencia física y sexual.
Ana María recuerda que nunca hubo agresiones físicas, pero sí chantajes y amenazas por su pareja para tener relaciones sexuales
Ana María, una mujer de 25 años vivió violencia psicológica por su pareja. Lo describe como una situación que “parecía normal”, hasta que experimento situaciones de estrés, depresión, con síntomas físicos como dolor muscular.
Estuvo inmersa en una situación de riesgo, al grado de que pensó más de una vez en quitarse la vida.
Ana María recuerda que, aunque nunca hubo agresiones que pusieran en riesgo su integridad física, sí existían chantajes y amenazas para tener relaciones sexuales con su pareja.
Aunque ella no quería, terminaba accediendo por “miedo” a quedarse sola o a que su pareja se molestará con ella. La violencia sexual que ella vivía en su relación también era acompañada de violencia psicológica.
Inseguridad, baja autoestima y dependencia
Las mujeres víctimas de violencia en pareja suelen ser inseguras, con baja autoestima y terminan en una relación codependiente en la que aceptan la violencia en todas sus expresiones.
Dicha violencia está presente en todos los niveles sociales y culturales. La violencia ejercida por la pareja hacia la mujer incluso puede ser justificada por la propia víctima con argumentos como:
- “me lo merezco”
- “me golpeo porque yo lo hice enojar”
- “me dice tonta porque es verdad, yo me equivoque”
- “tener relaciones sexuales es mi obligación, y si no lo hago se va a ir con otra”
- “estoy con él por mis hijos, porque cómo los voy a mantener yo”
Aprender a decir NO
Estas y otras frases pueden ser frecuentes en las mujeres víctimas de violencia. Dichas mujeres tienen miedo, pueden sentir vergüenza de buscar ayuda, además de que no saben a quién recurrir, si es que existen instancias que les puedan proporcionar atención y asesoría.
También se resisten a dejar a su pareja debido a las creencias que les han sido impuestas, como el hecho de considerar el matrimonio como algo “sagrado” y para toda la vida. Y evitan que la sociedad las juzgue, o simplemente por desconocimiento de lo qué es la violencia física, psicológica y sexual.
¡Si estás ante una situación de violencia, busca ayuda, no te quedes callada, siempre hay alguien dispuesto a ayudarte!
Lamentablemente, muchos son los casos de violencia ejercida hacia las mujeres que terminan en muerte, ya sea ocasionada por su pareja o por ellas mismas, cuando deciden terminar con su vida tras una relación tormentosa.
Es importante identificar las principales características o manifestaciones de la violencia, aprender a decir NO ante el primer signo que ponga en riesgo la integridad física, psicológica y sexual.
¡Si estás ante una situación de violencia, busca ayuda, no te quedes callada, siempre hay alguien dispuesto a ayudarte!