La violencia es una conducta propia y exclusiva del ser humano. El resto de animales desarrolla su agresividad para sobrevivir, para defenderse, pero no es intencional, el daño no es un fin en sí mismo sino una consecuencia. La violencia que ejerce el ser humano no es natural, es dirigida, y también se hace presente en el mundo laboral donde se ejerce con abuso de poder.
La violencia que ejerce el ser humano no es natural, es dirigida, y también se hace presente en el mundo laboral donde se ejerce con abuso de poder
Es recurrente, cuando hablas con una víctima de acoso, que al preguntarle si está siendo acosada, bien no se sienta identificada con esta situación, o por el contrario se pregunte ¿por qué a mí?
La respuesta a esta pregunta viene determinada por la finalidad que en cada caso motive al agresor.
La elección de la víctima, en algunas ocasiones, puede venir determinada por la sensación de peligro que siente el acosador ante la brillantez de un trabajador, que le hace temer que pone en peligro su puesto de trabajo o un probable futuro ascenso.
En otras ocasiones, el motivo del acoso es la envidia por cualquier cualidad del acosado/a, o la pretensión de favores sexuales de la víctima.
Acoso laboral como castigo
También puede tratarse de un acoso disciplinario al utilizarse como un castigo, con la intención de ejemplarizar para que el resto de trabajadores se mantengan dentro de los parámetros marcados por el agresor como óptimos o deseables para la empresa.
En este caso, se aplica la violencia del acoso como castigo ante una actitud reivindicativa, para demostrar al resto del personal lo qué pasa si no se cumplen o se respetan las normas marcadas por los superiores.
En otras ocasiones, este acoso es más institucional o de dirección cuando lo que se pretende es explotar laboralmente a la víctima. Al no permitirlo, se le ataca con la pretensión de que abandone su puesto de trabajo de forma voluntaria y de esa manera renuncie a su derecho a la indemnidad ahorrando a la empresa el coste de la indemnización a la que tendría derecho.
Discapacidad y discriminación en el trabajo
Pero en otras muchas ocasiones es una condición de la víctima, lo que la hace diferente, lo que motiva que el agresor se ensañe con ella. En estas circunstancias, las personas con discapacidad tienen un riesgo mayor de ser acosadas, en la escuela, en su vecindario y cuando acceden al mundo laboral, en el trabajo, y esa probabilidad aumenta si son mujeres.
Las personas con discapacidad tienen un riesgo mayor de ser acosadas, en la escuela, en su vecindario y, cuando acceden al mundo laboral, en el trabajo
Es llamativo que las personas con discapacidad sufran más discriminación cuanto mejor es su currículum, y eso no tiene nada que ver con su productividad, que es de por sí un prejuicio más contra el que tienen que luchar estos trabajadores.
En EEUU, se realizó un experimento por parte de la Oficina Nacional de Investigaciones Económicas, que preparó currículum ficticios de especialistas en contabilidad y finanzas, un grupo de ellos con un perfil de una alta cualificación y experiencia y otro grupo con el perfil de una persona recién licenciada.
En ambos casos, se redactaron tres cartas de presentación, una en la que el candidato tenía una lesión medular, en otra síndrome de asperger y la tercera en la que el candidato no tenía ningún tipo de discapacidad.
El resultado, tras el envío de estos perfiles a miles de ofertas de trabajo, fue que las empresas mostraban un 34% menos de interés en los candidatos altamente cualificados con discapacidad frente al 15% cuando el perfil era el del candidato con discapacidad inexperto.
Mercado laboral de las personas con discapacidad
En España, según los datos 2016 del SEPE, tal y como ocurre con la población general, el mercado de trabajo de las personas con discapacidad muestra una desigualdad entre hombres y mujeres, donde el 61,1% de los contratos son para la población masculina.
Personas contratadas con discapacidad: hombre de entre 25 y 44 años con una discapacidad declarada de carácter físico
Por otro lado, las personas de 25 a 44 años acumulan la mayor parte de la contratación (53%) y en referencia al tipo de discapacidad declarada, cerca del 62% son personas con discapacidad física, mientras que un 20% declara tener alguna deficiencia psíquica.
Por tanto, se puede definir el perfil de las personas contratadas con discapacidad como el de un hombre de entre 25 y 44 años con una discapacidad declarada de carácter físico.
Medidas de discriminación positiva
La discapacidad es un factor que dificulta la inserción laboral de este colectivo que tiene reconocido el derecho a la participación e inclusión plena y efectiva en la sociedad, así como el acceso al empleo en un entorno laboral accesible, con igualdad de oportunidades, igualdad de salario y a que se realicen los ajustes razonables necesarios en su puesto de trabajo, y para favorecer esto se han arbitrado medidas llamadas de discriminación positiva.
Entre estas medidas, están las bonificaciones en la contratación de estos colectivos o la regulación del cupo de reserva dentro de las ofertas de empleo público, que obliga a destinar un número no inferior al 7% de las vacantes para personas con discapacidad, debiendo como mínimo cubrirse el 2% por personas con discapacidad intelectual.
Y también, la llamada cuota de reserva que obliga a cualquier tipo de empresa que emplee a más de 50 trabajadores, a contratar en su plantilla un 2% de personas con discapacidad, aunque esta medida puede ser sustituida por medidas alternativas.
Además de las dificultades para acceder al entorno laboral, el trabajador afectado por una discapacidad muestra una vulnerabilidad mayor que la del resto
Mayor vulnerabilidad
Pero tras las dificultades para acceder a un puesto de trabajo, una vez incorporado al mismo, el trabajador afectado por una discapacidad muestra una vulnerabilidad mayor que la del resto de trabajadores.
Además, tienden a culpabilizarse e intentan agradar para ser incluidos de forma real y efectiva en la organización. También suelen ser cuestionados y despojados de credibilidad, sobre todo si la discapacidad de la víctima es intelectual.
Por tanto cuando este colectivo sufre acoso, este se intensifica siendo objeto de burlas, explotación laboral y malos tratos psíquicos y en no pocas ocasiones físicos, tanto por parte de su empleador como por parte de sus propios compañeros, a veces sin más finalidad que la de divertirse.
No olvidemos que una sociedad inclusiva deberá habilitar todos los mecanismos necesarios para asegurar que se garanticen los derechos fundamentales y se respete la dignidad de todas las personas que la componen, y sin duda ese será un triunfo que beneficiará a todos.
Mar
11 de enero de 2018 at 20:26
Me ha gustado mucho. Ojalá no fuera así, por eso es tan importante el compromiso de todas las instituciones.
carlos
19 de febrero de 2018 at 06:05
Ya comenté que era la comidilla de ciertas personas en la empresa donde trabajaba. Es una sensación muy rara cuando te tratan como un ser inferior. Miradas, chismorreos, no tienes ni voz, ni voto para decidir. Aunque algunos compañeros me querían, otros eran para vacilarme y sobrepasaban la barrera entre lo normal y lo extralimitado del trato. Por ejemplo., en el archivador , ocurría a veces que se equivocaban y me echaban a mí el marrón. Son los propios compañeros los que demandan contra la vulnerabilidad de una persona discapacitada.No quiero decir que fueran todos pero si un grupo que trataba de humillarme. Yo estaba muy contento de trabajar en esa empresa, pero las circunstancias me obligaron a abandonar el trabajo. Mi caso es que también una compañeras quería salir conmigo, pero yo no estaba estable. Pues bien, me echaron a sus amigos-: indirectas, etc. Y luego vino el jefe de personal, que se quería comparar conmigo, que si me teñia el pelo, que si eramos los dos de la misma estatura, y demás vejaciones. Eso está olvidado.
Elisa
1 de marzo de 2018 at 23:21
Hola Carlos, siento que hayas tenido que pasar por esto, y que hayas tenido que abandonar tu puesto de trabajo, que no hayas tenido la ayuda o los apoyos necesarios para poder hacer frente a la situación por la que has pasado, no s justo, es más vulnera derechos fundamentales el que tu te vayas de la empresa renunciando a tu garantía a la indemnidad, desempleo, etc. Espero que con tu testimonio y nuestra colaboración podaos evitar que estas cosas pasen en el futuro. Muchas gracias por tu testimonio y por tu colaboración en este proyecto.
Isaac
1 de marzo de 2018 at 10:45
Buenos días ! . ¿ Ante que Institución se denuncia vejaciones, marginación, y burlas a una trabajadora discapacitada psíquica por parte de compañeros \ as de trabajo? . Gracias.
Elisa
1 de marzo de 2018 at 23:36
Hola Isaac, se puede denunciar extrajudicialmente ante la Inspección de trabajo y Seguridad Social o el servicio de prevención de la empresa, o en vía judicial, pero me indignan especialmente estas situaciones y más cuando los hostigadores no solo son cómplices sino que son los protagonistas del acoso. Contacta conmigo, facilítame tu correo y/ teléfono para poder contactarte y ofrecerte ayuda más específica. Podemos conseguirlo. Un beso
JOSE ANGEL MOLINA
22 de agosto de 2018 at 21:47
No sé para qué tanta parafernalia, yo tuve acoso laboral en una empresa de Madrid , una agencia de viajes, ( incluso recuerdo que uno de los acosadores era un enchufado de un director) y , hable con RR.HH y misteriosamente me echaron , mediante el mágico » despido objetivo», mi aprendizaje es que si not tienes pasta, no puedes defenderte, porque finalmente llevé todas las de perder, me insultaban , se reían, etc…
Elisa
31 de agosto de 2018 at 08:35
Hola José Ángel, lamentablemente el acoso siempre viene disfrazado, y generalmente es difícil de desenmascarar, por eso hay que visibilizar estas situaciones para que tanto el que las sufre como abogad@s y jueces/as sepamos identificarlas y acabar con ellas. Nunca es fácil y menos para la víctima, por eso tiene que saber que cuenta con apoyos y profesionales que van a poder ayudarle a salir, pero el camino va a ser difícil y ese esfuerzo genera un natural desánimo y la sensación de que es inútil pelearlo. Mucho ánimo
Luis
26 de noviembre de 2018 at 02:38
Hola buenas noches Elisa me llamo luis, tengo discapacidad y estoy siendo acosado, seguido, vigilado, y me monta follones aya donde yo baya , delante dela gente x mi ex no sé si este es tu campo pero necesito ayuda
Maria Eugenia
21 de diciembre de 2018 at 23:46
Buenas noches, el motivo de este correo es para saber como puedo hacer para denunciar el acoso vecinal y policíal, me produce ansiedad, angustia y agorafobia, no puedo realizar una vida normal.
Marielena
18 de septiembre de 2019 at 20:21
Yo tambien tengo acoso laboral soy operada del corazon y quiere q tenga trabajo pesado no puedo ni subir escaleras por el motivo de salud la jefa marelisa me tiene ese acoso laboral conmigo me grita abusa del poder de jefa contra mi me indispone con los compañero de trabajo y agredirme constantemente y decriminarme en el trabajo nesecito su consejo y orientacion soy de pais panama y trabajo en el municipio dame la respudta que tengo que hacer donde debo ir para poner eso en mano de las justicia.