“Los daños del acoso laboral desaparecen cuando te vas de la empresa”. Esta frase, aunque ideal, se encuentra muy lejos de la realidad. Si pensamos que esta afirmación es correcta es que no hemos llegado a comprender la incidencia que pueden tener las actitudes de acoso en cualquier persona.
La definición de acoso redunda en la reiteración del hostigamiento ejercido, de tal manera que un acoso continuado en el tiempo llega a tener pésimas y devastadoras consecuencias en la persona.
El acoso laboral produce secuelas
El acoso puede llegar a generar secuelas en la personalidad de la víctima; es decir, la alteración persistente de una lesión, en este caso, psíquica. Consideramos una secuela a partir del momento en que no se pueden resolver las consecuencias del hostigamiento recibido.
El acoso puede llegar a generar secuelas en la personalidad de la víctima; es decir, la alteración persistente de una lesión, en este caso, psíquica
La persona víctima de acoso laboral llega a sentirse totalmente débil y destruida. Es muy complicado una recuperación rápida y tan instantánea como ‘salir de la empresa’.
Es más, en muchas ocasiones, salir de la empresa no relaja a la persona, sino que le crea mayor sentimiento negativo al tener la percepción de haber perdido, de haberse dejado destruir por el hostigador.
Por otra parte, el marcharse de la empresa, es beneficioso en tanto en cuanto la persona víctima de acoso se aleja de la fuente de estrés continúa y comience un tratamiento terapéutico, con el fin de paliar el daño continuo que provoca seguir en un ambiente destructivo.
Muchas personas víctimas de acoso laboral, han creído que lo mejor para su recuperación era abandonar su puesto de trabajo. Pero una vez que lo han abandonado, perciben que los síntomas negativos persisten, que siguen teniendo el autoestima baja, que dejan de realizar actividades sociales que antes realizaban, que se sienten apáticos. Un sinfín de síntomas que están vinculados al acoso laboral sufrido y que no se han eliminado por el mero hecho de salir de tu puesto de trabajo.
El acoso laboral produce daños a largo plazo
La presión a la que es sometida la víctima de acoso laboral, así como el gran deterioro de su bienestar físico y psicológico, pueden llegar a hacer completamente insostenible su estado en el ámbito laboral.
El pensar en volver al entorno de trabajo, tras una baja médica o sin ella, supone un sinfín de consecuencias, pues vuelve a reexperimentar el hostigamiento del agresor.
El abandono del puesto de trabajo es una solución a corto plazo, al alejar a la víctima del foco del hostigamiento, pero a largo plazo no acaba con las secuelas.
Es esta situación, la que le lleva a la víctima a intentar buscar soluciones dispares y en la mayoría de las situaciones, esas soluciones están vinculadas al abandono de la empresa o la organización.
Además, si la víctima de acoso ha pasado muchos años dentro de la empresa, comienzan a aparecer pensamientos dirigidos a prejubilarse, lo que conlleva un total distanciamiento del mundo laboral.
En otros casos, las personas jóvenes con mucha carrera profesional por delante, adquieren una actitud pasiva, contemplando como única solución, aguantar.
Por todo esto, es completamente imprescindible tener presente que el abandono del puesto laboral es una solución a corto plazo, al alejar a la víctima del foco del hostigamiento, pero a largo plazo no acaba con las secuelas.