La primera causa de muerte no natural entre jóvenes andaluces es el suicidio. Así lo señala Damián Uroz Garelli, psicólogo del Hospital Quirónsalud Infanta Luisa de Sevilla.
Tal es así que, de los 5.042 intentos de suicidios atendidos en las urgencias de Andalucía en 2022, casi un 8% eran menores de edad.
Hay un descenso en la edad de inicio de esta conducta por debajo de los 15 años y una incidencia mayor en niñas adolescentes que en niños.
Te lo contamos en jupsin.com, portal profesional exclusivo de IPDGrupo.com que te ofrece información para decidir sobre salud e igualdad.
La primera causa de muerte no natural entre jóvenes andaluces es el suicidio
Estos datos se enmarca en la IV sesión de la Escuela de Paciente de Salud Mental organizada por los servicios de Psicología de los hospitales de Quirónsalud en Sevilla:
- Hospital Quirónsalud Infanta Luisa
- Hospital Quirónsalud Sagrado Corazón
Prevención, detección y tratamiento
El objetivo es que sirva de punto de encuentro y reflexión entre psicólogos, padres, educadores, adolescentes y cualquier persona interesada en adquirir conocimiento e información sobre las enfermedades de salud mental para su prevención, detección y tratamiento.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) destaca la conducta suicida como un grave problema de salud pública, que es posible prevenir. En este sentido, el especialista aclara que la personalidad de un individuo, sus consecuentes procesos de salud y enfermedad es una intrincada suma de factores biológicos, sociales y del desarrollo psicológico individual.
Teniendo en cuenta las anteriores premisas, Uroz Garelli manifiesta que, sin descartar factores comunes, como la sociedad dónde vivimos o ciertos rasgos psicobiológicos, es importante atender al individuo en su dimensión específica.
«Así, podemos pasar a establecer algunas generalizaciones que no deben tomarse como parámetro único e inexpugnable», incide.
Comportamiento suicida multicausal e influencia social
El psicólogo manifiesta que el comportamiento suicida es multicausal, es decir, confluyen en dicho fenómeno numerosas variables biológicas, sociales y psicológicas, y hace hincapié en la dimensión social: entenderlos, además, como un hecho social.
«Claramente hay circunstancias propias de nuestra época y nuestra cultura que están potenciando el malestar y el consecuente comportamiento suicida», apunta el especialista.
De este modo, a su juicio, se puede clasificar la burla, el desprecio por parte de sus allegados, la soledad y el maltrato repetido, como por ejemplo el acoso escolar, como las principales causas de esta conducta suicida en niños y adolescentes.
El consumo de sustancias, el entorno familiar o la presión social algunos de los factores de riesgo a destacar.
La importancia de acudir al servicio de Salud Mental
Asimismo, el experto alerta de que las redes sociales pueden ser una vía rápida para que aquellos que presenten comportamientos de tipo suicida puedan encontrar con facilidad el acceso a la información para saber cómo llevarlo a cabo.
Además, desmiente tanto que el estrés pueda provocar en sí este tipo de comportamientos como el mito ‘el que avisa no lo hace’, ya que «no hay leyes nomotéticas porque se puede avisar o no, puede ser impulsivo o planificado».
«En general, cualquier adulto que note alteraciones que le despierten sospechas debería recurrir a un servicio de salud mental», apostilla.
Por último, Damián Uroz Garelli aconseja que la consulta de Psicología debe ser entendida como cualquier otra disciplina sanitaria, al tiempo que recomienda consultar a un psicólogo al menos una vez al año para poder prever cualquier malestar que pueda generarse.
