Mi formación en Psicología me ha llevado a interesarme y realizar una investigación de campo (podéis llamarlo encuesta o experimento) sobre el acoso escolar, una situación que tan cerca está de nosotros y que muchos alumnos, por desgracia, viven, han vivido o vivirán en sus propias carnes.
Sin embargo, y a pesar de la reiteración de este tipo de conductas y de las noticias que recibimos a diario, son pocos los que toman la iniciativa y se deciden a actuar.
Experiencia personal en la etapa escolar
Por eso, he decidido realizar una encuesta con un cuestionario en el que se reflejasen las repercusiones y factores asociados a las experiencias personales durante la etapa escolar, más o menos traumáticas para cada persona.
El 32,8% de las personas que han contestado al cuestionario, consideran su etapa escolar como «mala» o «muy mala»
El 32,8% de las personas que han contestado al cuestionario, consideran su etapa escolar como «mala» o «muy mala». De estos, un 85% considera que la causa ha sido una mala adaptación e integración con sus compañeros.
En base a estos datos, considero que una de las funciones del psicólogo es sensibilizar a los alumnos sobre este grave problema. Según mi encuesta, solo un 26,1% de las personas intervenía cuando observaban un caso de acoso y un 38,2% pensaba en intervenir, pero no lo hacían.
Sorprendentemente, estas últimas eran el 85% de las personas acosadas, mientras que casi el 90% de las personas no acosadas participaba en el caso (un 21,6% de los participantes afirman haber acosado durante su etapa escolar) o mostraban indiferencia.
Familias, el acoso escolar no es cosa de niños
El psicólogo debe trabajar también con las familias, profesores, personal del centro y otros profesionales. Las familias tienen que entender que esta situación ya no es solo “cosa de niños” como se podía pensar hace unas décadas, ya que los casos cada vez son de más gravedad.
Solo un 37,3% de las personas acosadas se plantearon denunciar o recurrir a algún tipo de ayuda (tutores escolares, psicólogo, orientador, etc.)
Los datos de la encuesta indican que, en un 48,9% de los casos, la familia no tenía ningún conocimiento de lo que ocurría con sus hijos en el colegio. Del otro 51,1% que sí estaban al tanto de la situación, un 81,2% apoyaba a sus hijos.
Además, solo un 37,3% de las personas acosadas se plantearon denunciar o recurrir a algún tipo de ayuda (tutores escolares, psicólogo, orientador, etc.).
En cuanto a los alumnos que son acosados, considero que no pueden ser el foco de la intervención, no es correcto que el que abandone el colegio o instituto sea el niño, o que las intervenciones se realicen sobre él, sino que la intervención debe enfocarse en el acosador.
Un 67,2% y un 36,1% de las personas afirma que ha sido humillada o insultada por compañeros o profesores, y un 40% han tenido miedo de ir a clase
El psicólogo y el alumno acosado
Aun así, el psicólogo debe trabajar también con el alumno acosado, ya que el 60,5% de los participantes afirman que han tenido algún año/s con peor rendimiento que el resto, y en un 40% indican que ese bajo rendimiento se debe a problemas con los compañeros y profesores.
Un 67,2% y un 36,1% de las personas afirma que ha sido humillada o insultada por compañeros o profesores, y un 40% han tenido miedo de ir a clase. Un 41,9% han tenido pesadillas, insomnio y otros síntomas relacionados con ansiedad debido a ese acoso.
Acoso, condición física y otros motivos
Los resultados indican también una alta relación con los estándares sociales en cuanto al físico. Casi un 60% de las personas acosadas indican que ese acoso se debía a su condición física.
Casi un 60% de las personas acosadas indican que ese acoso se debía a su condición física
Pero los resultados indican que hay otros motivos significativos (orientación sexual, sacar buenas notas, discordancias entre los gustos y formas de pensar de los compañeros, ser hijo/a de personal del centro, proceder de otro país, usar gafas o tener algún tipo de discapacidad, etc.).
Además, un 62,2% de las personas acosadas no se sentían bien con su cuerpo durante esa etapa, aunque cuando se preguntó por si se sentían bien con su cuerpo en la actualidad, el porcentaje bajaba a un 38,4%.
Ocurre algo parecido con la forma de ser. Un 45,9% de las personas no se sentía bien con su forma de ser, aunque cuando se pregunta por la actualidad, el porcentaje desciende a un 20,5%.
Suicidio, bulimia, anorexia, alcohol, drogas…
Es alarmante que un 37,6% de los participantes afirman que han tenido o has intentado realizar algún tipo de conducta autodestructiva (como intentos de suicidio, bulimia, anorexia, consumo de alcohol o drogas de forma excesiva).
Un 24,4% se sentía culpable del acoso sufrido, y son los profesionales los que tienen que eliminar esa idea en los alumnos acosados
De ese porcentaje, un 47,7% indican que la causa fue el abuso en el colegio. Aquí, la función del psicólogo es muy relevante para evitar este tipo de conductas.
Quiero destacar también que un 24,4% se sentía culpable del acoso sufrido, y que son los profesionales los que tienen que eliminar esa idea en los alumnos acosados.
Es muy importante también que se dé información sobre las redes sociales, ya que facilitan una nueva forma de acoso, el ciberbullying, que está apareciendo en los últimos años.
Un 22,5% ha sufrido también este acoso por redes sociales. Un 90,3% de las personas afirman que las redes sociales aumentan los casos de acoso escolar.
Necesitamos un cambio de mentalidad
En conclusión, considero que los alumnos tienen que cambiar. Es necesario que desplieguen relaciones interindividuales de naturaleza prosocial. Necesitamos alumnos que digan lo que piensan, sin perder el respeto a los que piensan de otra manera.
Necesitamos personas que no se hagan fuertes con los débiles y débiles con los fuertes, que mantengan una fortaleza serena ante la incoherencia, la inmadurez y el egoísmo de otros
Necesitamos personas que no se hagan fuertes con los débiles y débiles con los fuertes, sino que mantengan siempre una fortaleza serena ante la incoherencia, la inmadurez y el egoísmo de otros y ajustar su modo de actuar a la situación.
Sobre la encuesta
En la encuesta han participado 238 personas, 184 mujeres y 54 hombres. Al contar con más mujeres que hombres no se ha tenido en cuenta este factor en el análisis.
Se obtuvieron datos de personas entre dos periodos de edad: nacidos entre los años 60 y los años 80 (hasta el año 89) y posterior a los 90.
Como se obtuvo muy poca muestra de entre los 60 y los 80 tampoco se analiza este factor, aunque si observamos a simple vista que los de este periodo se refieren más a un acoso con violencia física por parte de profesores y alumnos (en menos casos), y que los padres no les apoyaban (decían que eran cosas de críos), pero es algo que ya se sabe.
La encuesta se realizó mediante un Formulario de Google que mantuve abierto una semana desde el 14 de marzo de 2018.