Una sociedad sin acoso de ningún tipo es la que propone el escritor José Luis Fernández Juan en su libro Pinceladas de Harmonía. Esta novela, que ya va por la cuarta edición, plasma en sus páginas un modelo de convivencia sin hostigamientos, persecuciones o maltratos. Desde los ámbitos familiares y escolares de Harmonía se fomentan dogmas sociales de comunicación en donde las reglas de la convivencia se basan en los valores adquiridos.
Una sociedad sin acoso de ningún tipo es la que propone el escritor José Luis Fernández Juan en su libro Pinceladas de Harmonía
Evitar futuros acosos
En el capítulo 3 Anivderaleva. Pentagramas de didáctica paseamos por la ludoteca de Harmonía y vemos cómo funciona y qué metodologías emplean los maestros.
Este centro, junto a otros como el colegio o la Universidad, son emplazamientos vitales para evitar futuros acosos. Allí encontraremos docentes vocacionales que apoyan y forman a los alumnos desde la responsabilidad y el respeto, adiestrándoles a relacionarse en plano de igualdad.
Asumir que nadie es menos ni más que nadie es el germen para erradicar el acoso. Para ello resulta fundamental crecer con normas sociales que nos muevan a implicarnos y a comprometernos con nuestros semejantes y nuestro entorno. Solimar Soler en el cápitulo 13 Daristóbulo. La Rosa de los vientos, las flores de loto y la proposición de Solimar sentencia “Colaborando unidos, seremos más fuertes y viviremos mejor”.
En Harmonía, un pueblo que no está en los mapas, las relaciones humanas se tejen a partir de la asimilación de la cultura como motor vital
La cultura como motor vital
En Harmonía, un pueblo que no está en los mapas, las relaciones humanas se tejen a partir de la asimilación de la cultura como motor vital. El talento de sus lugareños espanta el racismo, el sexismo y demás vicios tan coyunturales en nuestra sociedad capitalista. Ellos se dedican a estudiar, a formarse, a trabajar…
Como en cualquier sociedad, entre los habitantes de Harmonía encontramos profesionales de todo tipo: músicos (Evelyno, Nano, Gualberto, Brito…), profesores (Lorelei, Claudio…), arquitectos (Atenógenes), hortelanos (Arcadio), diseñadores (Teodoro), ornitólogos (Petronilo), empresarios (Yalinka, Benicio, Ovidio, Victoria, Lontario…), ingenieros (Sabiniano, Cynthia…), poetas (Novenio), pintores (Aridany), cocineros (Lucía, Lisardo…), doctores (Ana)…
La diferencia estriba en que en Harmonía nadie niega el saludo a nadie, nadie critica a nadie, nadie se atribuye los méritos de nadie, nadie ataca a nadie y nadie convierte en víctima a nadie. Todos lo tienen diáfano: ¡la dignidad y la libertad de las personas como bandera de comportamiento!
Un libro refrescantemente divertido
En 17 pinceladas o capítulos iremos conociendo a los adorables personajes de Harmonía, sus hilarantes aventuras y sus permanentes actos de generosidad sin contrapartidas económicas. Ellos saben relacionarse con adecuadas habilidades sociales y comunicativas. Tienen autoestima, autoconfianza, están equilibrados emocionalmente e intentan probarse en el lugar de su interlocutor para que este se sienta reconocido y comprendido. Procuran instaurar un entorno benévolo, y cuando surge un conflicto, intentan manejarlo sanamente para evitar erosiones no deseadas.
Harmonía conjuga la vanguardia con el sentido de lo primitivo y espanta la ansiedad, la depresión y el acoso
La realidad anti-estresante de Harmonía se nos va contando con un estilo literario innovador que sigue la estela de referentes clásicos como Quevedo, Góngora, Luis de Molina o Juan Ramón Jiménez.
Los 17 capítulos se orquestan con crédito desde la amenidad y la sonrisa porque ¡no lo olvidemos! ¡Pinceladas de Harmonía, ante todo, es un libro refrescantemente divertido!
En el capítulo 14 Gym Air y Venus Body. Coreografía deportiva con doble i griega Basualdo defiende con criterio, uñas, dientes y gracejo que “La palabra ‘humor‘ es la segunda más hermosa de nuestra lengua”.
Harmonía es la sociedad que debería funcionar hoy en día; una sociedad moderna que aspira al milagro de la ubicuidad porque conjuga la vanguardia con el sentido de lo primitivo y espanta la ansiedad, la depresión y el acoso. Sin duda, Pinceladas de Harmonía legitima un estado de sugestión y atracción tal, que irremisiblemente lleva al lector a anhelar vivir en sus páginas.
