Elena Rubio, la psicóloga en tus zapatos
Dedicamos gran parte de nuestra vida a trabajar. Sabemos, de forma más o menos consciente, lo importante que es estar a gusto en el puesto de trabajo, y normalmente así lo procuramos.
Está más que demostrado que entre otras muchas variables, la de las relaciones interpersonales es muy importante para que las personas acudan a su trabajo con motivación. No es la única variable, pero sí tiene mucho peso en la salud mental del trabajador, así como en su productividad (que, como es de imaginar y comprensible, tanto preocupa a las empresas).
Pero en algunos casos, podemos ser testigos de situaciones violentas que se dan hacia otros compañeros o responsables, situaciones que podemos identificar como acoso laboral. No es preciso hablar de violencia física, si no verbal, o simplemente de aislamiento.
¿No tienes claro que esa situación que has visto realmente sea acoso laboral o mobbing? Tal vez estos indicadores puedan ayudarte aclarar tus dudas:
- Restringen al trabajador la posibilidad de comunicarse en su puesto de trabajo.
- Se le asigna un puesto que le obliga a permanecer “aislado” de sus compañeros.
- No se tienen en cuenta sus opiniones prácticamente nunca.
- Le asignan tareas inútiles y absurdas.
- Se critica de manera continuada la manera de realizar su trabajo.
- Le atacan sus creencias morales, políticas o religiosas.
- Se dirigen a él mediante gritos o insultos, o hablan a sus espaldas.
- Difunden rumores sobre él.
- Le obligan a realizar tareas peligrosas o nocivas para él.
- La persona sufre de procesos de somatización (náuseas, cefaleas, dolores, etc.)
¿Qué debo hacer si veo acoso laboral?
Si has observado algunos de estos puntos, tal vez estés siendo testigo de una situación de acoso laboral. Y en tal caso… ¿qué debes hacer?
No es una situación sencilla. Pueden irrumpirte pensamientos como: “Si me meto, a lo mejor también me pasa mí”, “Algo habrá hecho este compañero para que le traten así”, “Esto no es problema mío, zapatero a tus zapatos”. Parece que todo esto va ligado al MIEDO. Miedo a que nos pase lo mismo; miedo al despido… Pensamientos y miedos totalmente lícitos. No estamos aquí para juzgar a nadie.
Pero… tal vez también podemos hacernos estas preguntas:
- ¿Quién me dice que mañana no me pueda pasar a mi lo mismo, cuando “se cansen de éste”?
- ¿Y si me “instan” a tomar parte en el acoso? Tal vez si me quedo fuera, me acabe pasando a mí. Me siento así obligado a aislarle, a no hablarle, o a criticarle, aún sin motivos… En definitiva, ¿me tengo que convertir en un acosador para salir indemne de esto?
Los testigos mudos, que comienzan siendo pasivos, mirando hacia otro lado, ignorando lo que ocurre, facilitan el acoso a la persona
Parece que la pasividad es incluso difícil. Ésta lleva casi irremediablemente a la acción.
Los acosadores necesitan “aliados” para aislar a sus víctimas. O te unes a ellos, o estás contra ellos.
Pero no olvides que ser hoy un aliado no te exime de que mañana dejes de serlo y decidan que seas su nueva víctima.
- ¿Cuánto puede llegar a afectarme esta situación? ¿Soy capaz de ver esto cada día y no me está impactando? ¿Me siento más intranquilo? ¿Duermo bien? ¿Tengo algún problema físico que antes no tenía, como insomnio, dolores de estómago, eccemas en la piel, etc.? Tal vez tenga que ver con esto… y esto significa que no estoy bien.
¿Cómo ponerse en los zapatos del acosado?
Los testigos mudos, que comienzan siendo pasivos, mirando hacia otro lado, ignorando lo que ocurre, facilitan el acoso a la persona. De no existir estas personas, el mobbing no podría darse. En la mano de cada uno queda el tomar parte, aliándose pasiva o activamente con los acosadores, o plantando cara, desde varias líneas de actuación:
- Acompañar a la persona acosada. A veces sólo necesitan que alguien les abra los ojos o sentirse apoyados para poder enfrentarse y terminar con la situación.
- Informar a los responsables de la situación que se está dando.
- A veces esto último es complicado cuando los propios responsables son los acosadores. En tal caso, se podrá valorar informar a otras fuentes: en la representación sindical, el departamento de recursos humanos o Servicio de Prevención, en caso de existir.
Insisto en que la situación no es fácil, y que cada uno tiene la última palabra, pero supongo que sólo nos queda pensar, de la forma más egoísta posible, ¿Qué necesitaría yo si esto me pasara a mí?
Encarna
19 de enero de 2017 at 21:44
Yo he acabado despedida por denunciarlo y no sólo a mi si no también a mis compañeros con discapacidad intelectual en un catering de la empresa persones amb discapacitat de Menorca.
Elena Rubio
20 de enero de 2017 at 10:13
Buenos días Encarna, siento mucho tu situación. Este es uno de los miedos reales que existen a la hora de denunciar el acoso. Supongo que lo hiciste porque sentías que debías hacerlo, aunque luego tienen lugar estas situaciones tan injustas, como la que a ti y a tus compañeros parece que os han ocurrido. Te recomiendo, si no lo has hecho ya, que te pongas en mano de unos asesores legales expertos en esta materia. Así mismo, decirte que sería totalmente normal que estuvieras preocupada, pero si la situación te está incapacitando para seguir con tu día a día y luchar con fuerza, no dejes de pedir el apoyo de tus seres queridos o incluso ayuda psicológica para salir de esto. Para hacer frente a estas situaciones se necesita mucha fortaleza mental. Espero haberte ayudado. Un saludo.
Ana
20 de enero de 2017 at 08:22
Tus propios compañeros, que son conscientes, llegan a los juicios a declarar en contra tuya. Recursos humanos, prevención, en mi caso, todos metidos en el ajo. A la gente le da igual que mañana puedan ser ellos. La ley, dependiendo del juez, es interpretable. Los tiempos judiciales se eternizan. En Las medidas cautelares no.puedes presentar pruebas solo argumentaciones de unos y otros. La empresa tiene mucho dinero para pagar buenos abogados y testigos. Los sindicatos solo quieren afiliados. La teoría es muy bonita pero, desde pequeños, nos enseñan a callar y mirar para otro lado
Elena Rubio
20 de enero de 2017 at 12:49
Hola Ana, la realidad no es fácil, y por eso señalamos que el miedo es legítimo. Pero como tú bien has dicho, desde pequeño nos enseñan a callar y mirar para otro lado. En nuestra mano está el cambiar esto. Si desde pequeños nos enseñan a todos (o la gran mayoría) a lo contrario, la respuesta sería diferente. Todos sentiríamos el dolor del otro, nos podríamos poner en su situación, daríamos la cara y ayudaríamos más. Es educación, modelado y ejemplo. Crear una sociedad más empática; pero para eso, hay que trabajar en la infancia y cambiar muchos valores. Pongamos cada uno nuestro granito de arena para cambiar a mejor.
Mucha fuerza, y siento que hayas tenido que pasar por algo así. Un saludo.
daniela cortes
1 de mayo de 2017 at 22:37
quisiera saber si puedo ser despedida ya que una compañera tiro licencia por achs por acoso laboral ,y yo fui testigo de eso aunque me protege el fuero hasta octubre 2017 y con contrato indefinido , estoy un poco preocupada y con miedo , ya que donde trabajo suelen ser muy corruptos
Rodrigo
19 de mayo de 2017 at 11:29
Después de muchos años, algo más de cuatro décadas en la que fue mi empresa, y después de un daño mezquino y continuado durante muchos años, me obligaron a salir de la entidad; eso si, creo que económicamente no fue mal, pero la indemnización emocional es un tormento diario. Fue un acto, regido por mediocres y submediocres, por que los mediocres se reúnen de submediocres; los mediocres no se pueden reunir de alguien que esté a su altura o superior, es un peligro para ellos; los que creen que están por encima son eliminados sistemáticamente. El único argumento que tienen es el poder. He sido testigo de varios casos y por ultimo el mio. Maltratan al personal. Esto podría ser un argumento muy valido para ser denunciado mediáticamente, es gravísimo por la propia actividad que desarrolla esta empresa.
Al hilo del título del Post significaré que conozco un caso flagrante, cruel y asesino. He conocido y conozco algunos más. Esta persona no quiere entrar en conflictos, bastante tiene con lo que tiene; eso dice la misma. Esta persona lleva actualmente mas de cuarenta años en la empresa. Gran parte de ese tiempo, 35 años, lo dedico a ser persona de confianza de la Dirección. Una persona fiel, discreta, leal e implicada con su empresa. Hace unos años pidió un traslado a otro centro más humilde de la organización. Seguramente provocado por el cansancio que proporciona la responsabilidad en el tiempo. Hace un tiempo a esta persona se le descubrió una enfermedad que necesita cirugía y que puede llegar a afectarle a algún sentido. Al ser una persona senior, como se dice ahora, la ofrecen coger una incapacidad. Casi al final de su vida laboral se vería perjudicada económicamente. Es evidente que no quiere esta «solución» magistral que le ofrecen, consulta con otros médicos y ve que hay posibilidades de quedar bien. Entre tanto le hacen la vida imposible, dandole trabajos en otro horario, que ella no tiene, y la destinan al peor puesto que cualquiera pueda desarrollar, tanto por el nivel, tanto por el trabajo que requiere mucha atención; es decir buscan el fallo y ya tienen argumento. Incluso le han amenazado en hacerle un estudio de capacitación. Ese es el premio a toda una vida laboral implicada. Lo que se llama una buena gestión del envejecimiento.
Desde mi punto de vista este tipo de fechorías deben de ser castigadas contundentemente. Creo que se vulneran los artículos 173, 172 y 316 del código penal. Se vulnera el derecho fundamental de la persona. El cinismo es muy grande en esta empresa que promulga una cosa y hace otra. ¿ qué podemos hacer ?. Estoy a vuestra disposición.
Elena Rubio
19 de mayo de 2017 at 14:27
Buenas tardes Rodrigo, ciertamente todo lo que comentas parece una actuación continuada de acoso a los diferentes trabajadores, tal vez por distintos motivos. Si quieres ayudar a tu compañera, te aconsejo que le hagas saber que eres conocedor de lo que está pasando (si no lo has hecho ya) y que estarás a su lado en lo que vaya a necesitar. Es probable que se sienta vulnerable, más si ahora ha aparecido esa enfermedad; puedes sugerirle el acompañamiento psicológico para empoderarse y tomar las riendas de la situación. A veces con un cambio en la víctima, el acoso cesa. Otras muchas veces no es así, pero al menos la persona puede ver las cosas con mayor claridad y ser capaz de tomar determinadas decisiones (incluso legales)para enfrentarse a ellas. Si estás interesado, podemos seguir hablando en privado y ver cómo ayudarla, si ella lo desea. Un saludo.
Maria
18 de abril de 2018 at 19:11
Soy una comunera de de un edificio de 20 personas .Tenemos un presidente q es un acosador.contra nuestro portero .Lo ha despedido El despido ha sido nulo y yo en el juicio me presento como defensora del trabajador .y por supuesto en contra de mi comunidad pues no puedo permitir q se mienta sobre él …persona noble y cumplidodora.En la reunión de la comunidad se enfrentaron a mi por actuar a su favor .pero no se como ayudarlo delante del juez.
Francy Duran
1 de agosto de 2018 at 21:55
no me sirvió de nada leer este articulo, ya que necesitaba saber qué acciones legales puedo usar como testigo de un acoso laboral.
ISABEL
10 de enero de 2020 at 19:09
HOLA Me ha pasado una cosa muy curiosa soy discapacitada trabajo en un centro especial me hicieron mobbing unos compañeros y discutí con otra estoy de baja tenía que firmar prórroga de un año y mi sorpresa es que me han hecho contrato indefinido y no entiendo porque yo iba a esperar el año de baja y pedir incapacidad y ahora no se que hacer por que mis compañeros no se si me volverán a tratar igual no entiendo este cambio estoy confusa.
Carlos
18 de enero de 2022 at 17:51
Yo trabajo en la Administración Pública y en nuestro puesto de trabajo también tenemos a una inepta sin escrúpulos que ha acabado forzando la baja de un trabajador. Yo soy testigo de los hechos y probablemente declare para ayudarle. Pues bien, aún siendo funcionario de carrera no las tengo todas de que vayan a por mi por el simple hecho de decir la verdad.
Romana
9 de mayo de 2023 at 21:42
Dos compañeras están acosando a otra, lo he puesto en conocimiento de mi jefe, pero es muy tibio,propuso llevar el asunto al comité de empresa pero da la casualidad de que una de las acosadoras es miembro del comité, no es la primera vez que lo hacen,lo han hecho con varias personas anteriormente, hasta el punto en que tuvieron que dejar la empresa,por su voluntad o porque consigueron que no se les renovara el contrato, pero son muy hábiles, esparcen sus
bulos por toda la empresa y los compañeros o bien se lo creen o bien pasan y a la dirección la tienen muy manejada.Estoy dispuesta a parar esto sea como sea, pero no encuentro el camino.
Martín Villanueva
27 de enero de 2024 at 01:47
Buenas, yo sufrí bullying toda mi etapa escolar, nunca comprendi que hice mal para que nadie quisiera ser mi amigo me golpearon varias veces yo me
defendía, al comenzar mi vida laboral creí superada esa estampa siempre tuve buena relación con mis colegas, pero en busca de un mejor trabajo postule a una empresa que te da la oportunidad de crecer profesionalmente pero tienes que capacitar con un grupo de gente , en donde se repitio mi historia, he sido víctima de bullying o mobbing tres meses
mi agresor se encargó de que todo el grupo me aislara , han sido los meses más difíciles de mi vida dado que he ignorado todo esto porque no quiero que me despidan, si digo lo que pasa , pero hoy ya no aguante dado que una de las personas que componía el círculo de amistad de mi agresor al parecer hizo algo mal y hace un mes he observado que esta pasando por lo mismo que yo
hoy me acerqué a ella y le ofreci mi apoyo y que no esta sola y me dijo que jamás se lo hubiese imaginado dado que ella nunca hizo eso conmigo si no lo contrario se unió pasivamente a mi agresor , sumado a ello yo expuse la situación a una persona de la empresa con todo el miedo de que me despidan , pero por lo menos mi consciencia queda tranquila aun que pase eso