En el periodo comprendido entre el año 2009 y el 2016 el Teléfono ANAR -a través de los teléfonos de Ayuda a Niños y Adolescentes 900 20 20 10, del Adulto y la Familia 600 50 51 52, el de Niños Desaparecidos 116000 y el servicio de Email– ha atendido un total de 2.405.524 llamadas según datos del Estudio «Evolución de la Violencia a la Infancia en España según las Víctimas»
Los casos de violencia a la infancia-adolescencia en España se han multiplicado (+298,8%)
Todas esas llamadas atendidas dieron lugar a un total de 25.312 casos de violencia ejercida hacia un menor de edad.
De estos, 3.605 casos en situación de riesgo o desamparo que presentaban una gravedad de urgencia alta requirieron una intervención urgente por parte del Teléfono ANAR con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y/o servicios sanitarios de emergencias.
Desde la Fundación ANAR se ha detectado que la violencia crece. Los casos de violencia a la infancia-adolescencia en España se han multiplicado por 4 como media de todas las violencias analizadas. La tasa de incremento es de un 298,8%.
Las víctimas son cada vez más pequeñas
Cada vez son más pequeños los niños, niñas y adolescentesque sufren violencia (11,5 años de media)
En cuanto al género, aumentan los casos de niñas víctimas de violencia del 54,1% al 57,3% (niños 42,7%), debido a que en el 75% de los casos de abuso sexual las víctimas son niñas y en violencia de género el 100%.
En el resto de violencias existe paridad entre chicas y chicos.
Los casos de violencia son más frecuentes y graves
Se ha incrementado de forma notable la violencia física “fuerte” (del 22,4% al 27,1%) y los insultos (del 31,6% al 44,8%).
Aunque pasa desapercibida, la violencia física hacia los menores de edad es habitual en España
Sin embargo, entre las formas de violencia que más han aumentado está el acoso (16,8%), seguido del maltrato psicológico (desprecios y humillaciones del 18,1% al 25,4%) y el ciberacoso del 5,1% al 12,9%.
Aunque pasa desapercibida, la violencia física hacia los menores de edad es habitual en España: en 1 de cada 3 casos se producen lesiones físicas, golpes, bofetadas, puñetazos, patadas… además de amenazas graves, coacciones y gritos.
El 6,7% de los casos presentaron traumatismos, huesos rotos, contusiones fuertes, etc.
Cambios en el perfil del agresor
En el 60% de los casos es la propia familia la que agrede a los menores de edad. Un 67,8% si se suma el porcentaje de las nuevas parejas, que crecen en estos años del 2,2 a 7,8%.
El principal agresor es el padre biológico, responsable de la violencia en 1 de cada 3 casos (34,4%)
El principal agresor es el padre biológico, responsable de la violencia en 1 de cada 3 casos (34,4%).
Descienden significativamente los casos de madres agresoras, pasando de 37,6% al 24,2%, pero se mantiene como la segunda en la lista de los agresores (1 de cada 4 casos).
Más de la mitad de las víctimas son agredidas por ambos padres biológicos (53,1%).
Aumentan las autolesiones
Al disminuir la edad de las víctimas y al aumentar la frecuencia, la duración y la gravedad de la violencia, los problemas psicológicos causados también se agravan y aumentan en la mayoría de los casos:
- ansiedad
- miedo
- síntomas depresivos
- trastornos psicológicos
- agresividad
- aislamiento
- soledad
La agresividad presente en muchos jóvenes adolescentes no es más que un síntoma de la que ellos mismospadecen en su entorno familiar
Agresividad en el entorno familiar
Es importante observar como la agresividad presente en muchos jóvenes adolescentes no es más que un síntoma de la que ellos mismos padecen en su entorno familiar (ha aumentado del 8,6% al 24,4% de los casos)
Por otro lado, los casos de ideación suicida e intentos de suicidio se han multiplicado por 6, mientras que los casos de autolesiones se han multiplicado por 14, que en ocasiones termina también en suicidio (pasando del 0,8% al 5,4% del total de los casos).
En total, las autolesiones e intentos de suicidio, estuvieron presentes en un 11,7% de los casos. Esto supone que más de 1 de cada 10 casos se autolesiona, ha pensado o ha intentado terminar con su vida.