Desde el pasado 1 de octubre, se han vivido momentos muy tensos en Cataluña y en el resto de España. Podemos llegar a decir que, en algunos momentos, la situación se nos ha ido de las manos. Esos momentos de tensión, en algunas ocasiones, se han trasladado a los colegios y a los niños.
En los medios de comunicación aparecieron mujeres de Guardias Civiles que expresaban su descontento y desagrado por el trato que le estaban dando en el colegio a sus hijos.
Estas mujeres denunciaron el acoso al que se vieron sometidos sus hijos por ser ‘hijos de’. Según estas denuncias públicas, este acoso ha sido sistemático por algunos compañeros de clase y por algunos profesores, algo verdaderamente preocupante para la sociedad.
Los alumnos, abrumados, lloraban en casa
El coordinador en Cataluña de la Asociación Española de Guardias Civiles, Bartolomé Barba, explicó que en centros escolares se les instó a los alumnos a que, “uno por uno”, aportaran su opinión respecto a las votaciones realizadas el 1 de octubre. Algunos de estos menores, abrumados y en un ambiente de tensión, derramaron lágrimas al llegar a sus domicilios.
Los menores expresaban a sus padres, el miedo que tenían a volver a las aulas
Los insultos desmesurados como “fascistas, hijos de p….”, se daban de forma continuada. Los menores expresan a sus padres, el miedo que tienen a volver a las aulas, llegando incluso muchos de ellos a ausentarse de las clases por temor a las represalias de los compañeros y profesores.
Las víctimas, que en este caso son menores de edad, se encuentran en una situación de desamparo. Siendo ilógica esta cadena de insultos y acoso, es aún más llamativa la acción de algunos profesores, haciéndoles partícipes de movimientos políticos y en los que no deberían involucrarse, pues son ‘niños’.
Los padres y profesores deben dejar a un lado sus ideologías políticas para educar de la manera más adecuada, sin crear prejuicios.
Graves consecuencias para los niños acosados
Ante esto, surge una pregunta ¿son normales este tipo de actuaciones, este tipo de acoso?. La respuesta evidente es que no, pues los menores ante estas situaciones, se ven ‘ahogados’ por algo que no les debería afectar.
Este tipo de acoso puede tener consecuencias psicológicas en los niños, ya que pueden aferrarse a la idea de no acudir a la escuela, mostrando baja autoestima por no “ser como el resto”, pierden la asertividad al no poder responder de manera adecuada ante los insultos de los compañeros, adquiriendo una actitud sumisa, por no crear conflicto y salir ilesos de esa situación.
En cuanto a los profesores, que tienden a ser el ejemplo de los escolares, se ha de decir que no pueden llegar a ser un modelo a seguir por los alumnos, porque esa actitud de odio hacia el resto solo deja cabida a la intolerancia y esto no es un buen reflejo de aprendizaje.
Los padres y profesores deben dejar a un lado sus ideologías políticas para educar de la manera más adecuada, sin crear prejuicios
La culpabilidad con la que señalan los compañeros a los hijos de los guardias civiles, es sin duda un elemento a valorar, ya que puede llegar a tener consecuencias psicológicas en los menores muy importantes.
Por último, debemos tener en cuenta que el acoso en todas sus dimensiones y categorías es una lacra social y que si queremos que la sociedad sea sana y con respeto, qué mejor manera que empezar desde pequeños, desde la escuela.
Los padres y profesores deben dejar a un lado sus ideologías políticas para educar de la manera más adecuada, sin crear prejuicios.
