El miedo de los compañeros – Por Paloma López y Rocío Gavilán – Psicología Velázquez
- Podríamos asemejar una situación de acoso laboral con el comportamiento de una manada de leones.
- Los compañeros tienden a huir y no involucrarse con el fin de salir ilesos y no convertirse en el foco del acoso.
Los acosados tienen en paralelo una figura importante, los compañeros. Estos tienen un papel que puede ser muy relevante, o en el caso de la víctima muy perjudicial.
Los compañeros tienden a huir y no involucrarse con el fin de salir ilesos y no convertirse en el foco del acoso
Podríamos asemejar una situación de acoso con el comportamiento de una manada.
Si un león quiere atacar a otro león con el fin de ser el líder de la manada, cuando ataca, el resto del grupo se aparta huyendo.
Del mismo modo que con la manada ocurre en una situación de acoso laboral.
Los compañeros tienden a huir y no involucrarse con el fin de salir ilesos y no convertirse en el foco del acoso. Aun así, no siempre sucede de esta forma algunos compañeros hacen uso de su capacidad empática y ayudan y apoyan a la víctima.
El miedo y el poder del acosador
Generalmente, no es la acción más ejecutada, pues el temor en estos casos está muy presente y es muy fuerte. Ese miedo tiene unas características muy particulares, pues depende de la persona y del poder que tenga el acosador. Por este motivo, debemos desgranar el miedo y las característica de los compañeros.
El justiciero tenderá a desacreditar la labor del acosador, pues su comportamiento no le parece apropiado
En primer lugar, existe un compañero con características de personalidad sumisa. Quizás presente un apoyo a la víctima pero siempre será a escondidas, nunca delante del acosador, pues el miedo hace que no sepa responder ante los hostigamientos que observa.
En segundo lugar, nos encontramos con el perfil que denominaremos el justiciero. Este perfil de compañero tenderá a desacreditar la labor del acosador, pues su comportamiento no le parecerá apropiado.
Aun así, en cuanto obtenga una actitud de hostigamiento hacia él por involucrarse, desaparecerá no enfrentándose con el hostigador, por el miedo al poder que tiene.
El compañero beneficiario
Por otro lado, existe el perfil del compañero beneficiario. Este compañero no actuará por el bien del acosado, sino todo lo contrario, se mantendrá en silencio esperando que el hostigamiento dé sus frutos y adquiera un beneficio del acoso que realiza otra persona.
El compañero beneficiario se mantendrá en silencio esperando que el hostigamiento dé sus frutos y adquiera un beneficio del acoso que realiza otra persona
Otro de los perfiles es el acompañante del hostigador, este compañero lo que hace es, adherirse al hostigamiento que ejerce el acosador, alabando su acción y fomentando que siga ejecutando eso actos hacia la víctima.
Este perfil, tiene un solo objetivo, eliminar a la víctima por desear un fin próspero para él.
En definitiva, los compañeros, generalmente, adquieren una actitud encaminada a salvaguardar su bienestar, si bien su actitud es bastante criticable.
Aun así, también existen compañeros que apoyan y ayudan a las víctimas, lo que genera en muchas ocasiones que se conviertan a su vez en víctimas. Estos compañeros son, sin lugar a dudas, la fuerza y la base en la que toman sustento las víctimas y por lo tanto, en cierta medida, llegan a ser sus salvadores.
Cristina
12 de febrero de 2019 at 15:50
Son los testigos mudos, pero se animan y entran al trapo, cuando el acosador está delante y se mete contigo, en plan cobarde auténtico , se ríen, se avienen y como ya eres un árbol caído, hacen también leña. Es patético que un hombre hecho y derecho entre al trapo y le ves la cara de miedo, el mismo que tenía yo, pero no a las acosadoras, si no a quedarme sin trabajo y ese miedo se hizo realidad, consiguieron lo que querían, me fui, como me dijo el director de RRHH, llevábamos 2 años detrás tuya y no había forma. Me desacreditaron de todas las formas posibles. Gracias a Dios ya pasó. Pero esto lo cuentas y no se lo cree nadie.
Alba Luz
18 de febrero de 2019 at 04:01
Que estudio mas exacto, eso si es tener psicología. Me gustaria que profesionales de ese tipo hubiesen aqui en el Salvador, pues aqui, la víctima termina revictimizada y por último culpable.