Acoso laboral o mobbing: reconociendo nuestra humanidad – Laura Quiun – Dra. en Psicología
En esta serie de artículos voy a hablar de cuestiones distintas a los anteriores. No por ello menos importantes, pero si aspectos que considero tener en cuenta cuando nos encontramos frente a una situación de acoso laboral.
Reflexiones que tienen que ver con las ideas, emociones, sentimientos que ocurren en la persona afectada
Reflexiones que tienen que ver con las ideas, emociones, sentimientos que ocurren en la persona afectada. Son sólo eso, reflexiones que siguen a mi trabajo de investigación.
A día de hoy hay un mayor conocimiento del acoso laboral. Del mismo modo que de otro tipo de situaciones de maltrato en el trabajo, las cuales, han existido desde antes pero de las que se tiene mayor conocimiento en la actualidad.
Acoso laboral, ¿qué esta sucediendo?
Me viene a la mente la referencia que González de Rivera, en un manual referido a qué hacer frente al acoso, sobre la presencia en otro país europeo de un ministerio al cual enviaban a todas las personas con ideas discrepantes.
Hace unos años, en una conversación con un familiar en mi país de nacimiento, en la que me preguntaba por el tema de mi tesis, pude sacar en conclusión que determinadas conductas han existido siempre, posiblemente con otro calificativo, pero con una misma intención, ‘aburrir’ a alguien para que se vaya.
De ambas referencias quisiera recoger el hecho que las personas sabían que‘algo pasaba’.
Determinadas conductas han existido siempre, posiblemente con otro calificativo, pero con una misma intención, ‘aburrir’ a alguien para que se vaya
Si bien es cierto que, para algunas personas, esta situación era sabida, también lo es el hecho de que otras personas puedan estar padeciendo estas conductas sin ser plenamente conscientes de aquello que viven en el trabajo.
Me llamó la atención profundamente el hecho de que algunas personas que participaron en una investigación previa a la de mi doctorado, en la cual pedía la colaboración de quienes no habían vivido esta situación, se dieran cuenta de lo vivido al rellenar el cuestionario.
Quisiera centrarme en ellas del mismo modo que en aquellas otras a las que la vivencia de estos acontecimientos les genera realmente estragos.
Los hechos son los que son, estas conductas son sumamente molestas a pesar de saber que existen. Sin embargo, a algunas personas esta situación les hace más mella. En qué radica la diferencia. ¿Qué hace que algunas personas vivan esta situación de una forma y otras respondan de forma distinta?
Normalización…
Quisiera centrarme en el hecho que el afrontamiento es un aprendizaje adquirido a lo largo de nuestra vida. El plantar cara que funciona en algunos casos, para muchos es la solución, como el cuestionar a la víctima el por qué no se sabe defender.
Me pregunto, si una persona es incapaz de darse cuenta que aquello que vive le hace daño, ¿cómo va a poder plantarle cara?
Me pregunto, si una persona es incapaz de darse cuenta que aquello que vive le hace daño, ¿cómo va a poder plantarle cara?
Me cuestiono también, quienes vienen de contextos precarios, quienes han conocido la inestabilidad, priorizarán más la permanencia y asimilaran como ‘normal’ aquello que sucede, conviviendo con ello porque su fin es poder tener un sustento básico con el cual vivir, en el cual en contextos en los que no sabemos qué haya podido pasar se vea como una exageración o una cuestión de debilidad el hecho de hacerlo, por no decir una deslealtad.
Para algunos, la educación ha sido un modo de ascenso social, accediendo gracias a sus estudios a un puesto distinto al que tuvieron sus padres. Esta situación les dota de los conocimientos para hacer frente a ese nuevo contexto.
Algunos me dirán que sí, quisiera centrarme en quienes no. ¿Qué elementos de su capital social les impide contar con las habilidades suficientes para sortear eso que tiene delante?
… habilidades…
¿La permanencia es producto de la ausencia de oportunidades, o de un campo de visión reducido que nos impide ver opciones distintas?
También quisiera poner mi punto de atención en quienes a pesar de las dificultades del medio, logran labrarse un futuro distinto…
… en quienes sin mucha preparación cuentan con habilidades para poder sortear de forma eficaz esta situación…
… en quienes son capaces de detectar aquello que les hace daño y saben actuar de forma proactiva frente a ello.
Quisiera preguntaros, ¿la permanencia en un sitio es producto de la ausencia de oportunidades, o de un campo de visión más reducido que nos impide ver opciones distintas a las conocidas tanto por nosotros como por quienes conforman nuestro entorno más cercano?
Me gustaría saber qué piensan al respecto.
… y afrontamiento
Las estrategias de afrontamiento que vamos adquiriendo a lo largo del proceso de transmisión, en el que la sutileza de la mera interacción con nuestro entorno más cercano hace que aprendamos cómo responder a determinado tipo de cosas. Los pequeños retos que nos suponen los juegos en la infancia, la forma cómo les hacemos frente. Los miedos que nos impiden que unos hagamos otras cosas, que nos pongamos límites y que seamos nosotros mismos quienes sin querer nos saboteemos.
Esto va más allá de decir, sal de tu zona de confort. Esto va por plantear que es posible que a nivel del desarrollo hayamos adquirido ciertos aprendizajes que lejos de ser beneficiosos, consiguen todo lo contrario.
No siempre lo sabemos todo, no siempre contamos con el mismo apoyo y la realidad es que lo evidente para mí, no lo es para otros
¿Culpar? ¿A quién y por qué? Los problemas no se afrontan del mismo modo incluso en situaciones de carencia estructural cuando tienes más recursos intelectuales que te permitan explicarte qué sucede, qué cuando no es así.
Ante un mismo hecho las personas elaborarán respuestas distintas. No siempre lo sabemos todo, no siempre contamos con el mismo apoyo y la realidad es que como lo he repetido en otras ocasiones lo evidente para mí, no lo es para otros, y viceversa.
¿Existe un factor de vulnerabilidad frente al acoso?
Mi planteamiento quizá pueda ser disruptivo en el sentido de que pone en evidencia la posibilidad de la existencia de un factor de vulnerabilidad en determinadas personas que hace que tenga una respuesta menos eficaz frente al acoso.
Mi planteamiento no va por focalizarse en esa ‘debilidad’ y decir que no puedo, tampoco trata de culpabilizar a la persona agredida. Porque un hecho que está claro es que velar por la seguridad en el trabajo y la salud del trabajador tal como lo indica la ley de prevención de riesgos en España es responsabilidad del empresario.
Velar por la seguridad y la salud del trabajador tal como lo indica la Ley de Prevención de Riesgos es responsabilidad del empresario
Mucho menos decirle a alguien que actúe de un modo distinto y que lo haga ya, porque en eso hay un camino de reaprendizaje que más grande que el simplemente decirle a otro que haga tal o cual cosa.
Todas las personas somos distintas y ante las cosas respondemos de maneras distintas, estas respuestas son producto de un aprendizaje en el cual confluyen distintos factores como es el nivel educativo, el contexto socioeconómico de pertenencia, los antecedentes relacionales a nivel afectivo o las propias características culturales de nuestro lugar de origen.
Mi idea no va por apoyar ideas propias de la eugenesia en los procesos de selección, tal como aprendí en la exposición de Auschwitz. Este tipo de ideas alimentan otras de tipo más radical cuyo fin sabemos hasta dónde puede llegar. No somos ni superhombres ni supermujeres.
Del mismo modo que existen equipos de protección individual y se toman ciertas medidas con las personas embarazadas, o con el asma a nivel prevención, ¿qué impide el integrar este fortalecimiento dentro del plan de prevención como una herramienta de protección individual?
«El acoso en el trabajo no sólo es una patología subjetiva que es propia del individuo, es también un síntoma social que interroga a la sociedad entera sobre la ética»
No somos culpables del acoso que sufrimos
Marie-France Hirigoyen en el posfacio de un libro sobre seguridad en el trabajo, señala:
“Si queremos que las cosas vayan bien en el trabajo es importante tomar en cuenta la vulnerabilidad del ser humano, el acoso en el trabajo no sólo es una patología subjetiva que es propia del individuo, es también un síntoma social que interroga a la sociedad entera sobre la ética y que lleva a reflexionar sobre las mutaciones culturales de hoy en día, luchar contra él supone considerar como un ser global que debe considerarse como tal en todo momento» (Coutanceau et al, 2016)”.
Las características del agresor las conocemos, hay varias formas de nombrarlo. Ante sus acciones, todos y cada uno de nosotros respondemos de forma distinta. En esta respuesta puede existir un punto de inflexión en aquello que experimentemos después, no sólo nosotros sino también los nuestros.
¿Si supieras qué existen otras formas distintas de reaccionar ante lo que pasa, lo seguirías haciendo del mismo modo?
No es cuestión de fortaleza o debilidad, sino de responsabilidad con nosotros mismos y con nuestros seres más queridos.
No somos culpables de aquello que nos pasa en el trabajo, tampoco del aprendizaje adquirido o la vida que hayamos tenido hasta este momento, de lo único que somos responsables es aquello que podemos hacer con nuestra vida y hacia donde la queremos dirigir.
Posiblemente, el desconocimiento nos impida actuar de forma adecuada, ¿Si supieras qué existen otras formas distintas de reaccionar ante lo que pasa, lo seguirías haciendo del mismo modo?
Recursos
- Puedes visitar este enlace para ampliar conocimientos sobre el afrontamiento
Referencias
- Coutanceau, R., & Bennegadi, R. (2016). Stress, burn-out, harcèlement moral: de la souffrance au travail au management qualitatif. Paris : Éditons Dunod.
- González de Rivera, J-L. (2002). El maltrato psicológico. Madrid: Espasa Calpe.
Ana
24 de octubre de 2018 at 01:15
Por supuesto que hay mucho desconocimiento sobre otras formas de actuar contra el acoso. Ahora y después de 30 años acosada sé de muchos más recursos, pero eso no quita que estos recursos sean eficaces o un problema añadido. Ahora sé que está la prevención de riesgos laborales pero también sé que más vale que ni se te ocurra poner en su conocimiento tu problema…Y digo esto porque lo he visto… he visto cómo te señalan…se habla entre los jefes… te arrinconan como algo peligroso o te ponen un cartel en la frente.
Acudí a un curso en la Administración donde trabajo y donde soy acosada. El curso se llamaba gestión de las emociones en el trabajo. Un curso experiencial donde se hacen actividades de dinamización grupal. Se me ocurrió y porque así me salió mostrar algo del problema que tengo sin decir mucho… pero parece que todos lo entendieron. Unos días después me pasé por los servicios centrales dónde tienen los despachos diversos jefes. Al pasar por el pasillo alguien que había estado en el curso y que me vio pasar se levantó de repente y fue a señalarle a la compañera y a hablar con ella muy efusivamente señalándome a mi. Llevo 20 años trabajando allí… 20 años sufriendo veto, discriminación, acoso, desprestigio, injurias, calumnias y todo tipo de acoso. No fue porque ocurriera algo allí… cuando entré vino conmigo… ya lo sufría en el anterior trabajo. Seguramente pensareis que algo va conmigo… no… alguien está siempre al acecho de dónde estoy…y eso no lo he sabido hasta hace poco. Porque actúa en la sombra… se ha aprovechado de que nos conocemos desde niños y no se me podía pasar por la cabeza que era él el que movía los hilos. Y aunque ahora lo sé…. sigo con las manos atadas… sigue teniendo más poder que yo… porque no es sólo él… hay todo un partido político implicado… y hasta un sindicato… bueno… personas de un sindicato. Porque los cobardes se apilan para hacer el mal y vengarse con el más débil.
Laura Quiun
24 de octubre de 2018 at 08:43
Hola Ana, lo primero gracias por escribir y compartir como te sientes. En primer lugar no pienso ni dejo de pensar nada sobre ti, no te conozco y es la primera forma de contacto. En caso de hacerlo tampoco sería quien para emitir un juicio sobre ti. Lo que comentas, de haber pasado de un sitio a otro con la mochila del acoso, es algo que sucede en algunas ocasiones. Con lo cual, lo que cuentas es algo que puede darse, también que la persona que esté detrás de esto sea alguien de tu entorno cercano.
Como este es el caso, te sugiero que busques ayuda fuera de ese contexto. Por varias razones, la primera, el poder compartir la experiencia en un entorno no contaminado. Las formaciones en gestión emocional son buenas y recomendables, dan recursos en situaciones iniciales de conflicto y permiten solventar situaciones del día a día que nadie está exento que se den, son propias de la convivencia y del aprendizaje. Sin embargo, el que puedas compartir una situación de este tipo en un contexto que de por si ya es difícil para tí, no garantiza la capacidad de gestionar la información ni la discreción de las personas asistentes. Seguramente fue una buena formadora, porque facilitó que puedas explayarte, no obstante, el contar un episodio de este tipo aunque sea a pinceladas es importante recogerlo, para luego hacer algo con él, no dejarlo flotando y recogerte al final de la misma, abriendo opciones de apoyo externas. No tenía porque saberlo la persona que formó, sin embargo en este caso es algo oportuno. Desconozco el comentario que esta chica pudo haber hecho a la otra y las repercusiones posteriores que tuvo para ti. Lo cierto, es que vivir esto, termina minando y el poder sentirte escuchada en un espacio seguro es fundamental. Más allá del sufrimiento que todo esto te esté generando en la actualidad, es importante que busques primero calmarlo en ti y a partir de allí planear aquello que deseas para ti en un futuro. En querer compartir lo que pasa lo comprendo, te animo no obstante hacerlo en un contexto seguro, uno en el cual lo que digas pueda ser entendido y que te permita generar los recursos para sobrevolar aquello que estás viviendo en este momento. Desconozco la ciudad donde estás, hay profesionales en Barcelona (consulta a ASAM-Alto al Mobbing ellos cuentan con atención psicológica), en Madrid (busca en el directorio del colegio de psicólogos o llama a las personas de Pridicam, Sabino Trijueque trabaja en intervención) y en Murcia (Marta Gómez de la Vega), son algunos nombres que me vienen de momento. Si estás en otra ciudad, contacta a ASAM y desde allí podremos facilitarte otro teléfono de un profesional que te pueda ayudar). ¡Mucha fuerza, que seguro la tienes y mucho ánimo!