Cuando elegimos un centro escolar, ¿qué valoramos más? Sus instalaciones, su logística, su tecnología, sus innovaciones educativas, sus logros académicos, sus actividades extras…
¿Y los valores? ¿En qué nivel de nuestra escala quedan? ¿No deberían ser la prioridad? ¡Deberían, porque lo son!
Educación y aprendizaje
La educación en valores no es meramente una descripción o una propaganda, debe estar ligada al proceso de aprendizaje de manera inherente.
La educación en valores no es meramente una descripción o una propaganda, debe estar ligada al proceso de aprendizaje de manera inherente
El trabajo educacional debe atender al conocimiento como vehículo para forjar personas con valores, proporcionándoles no solo datos sino herramientas que fortalezcan el desarrollo de su persona de manera integral e íntegra.
Herramientas que les permitan ser los verdaderos agentes de transformación de la sociedad futura.
Y son los valores los que servirán de apoyo a todos los contenidos que irán sumando a lo largo de su vida académica. Su proceso educativo debe aunar ética y conocimiento, fomentando la dimensión social del ser humano.
Según un proverbio africano, “para educar a un niño se necesita la tribu entera”. Todos somos un ejemplo de transmisión y formación en valores.
Como comunidad educativa tenemos una gran responsabilidad en cumplir este empeño: debe iniciarse en la familia, como célula básica de la sociedad, y extenderse a través de nosotros, las instituciones educativas. Con cada una de nuestras explicaciones, actuaciones o mensajes estamos desarrollando una actitud hacia la vida.
Los valores se adquieren mediante la vivencia afectiva, independientemente de la asignatura, edad, educación familiar o escolar. Se trata de educar y formar el carácter de los alumnos y alumnas, de manera que sean personas felices, cívicas y productivas.
Colegio Castilla, educación en valores
En el Colegio Castilla somos muy conscientes de que no solo enseñamos, sino que tratamos de educar a nuestros alumnos y alumnas en una serie de valores fundamentales de gran peso en sus actuaciones presentes y futuras:
- Ayudándoles a construir su propia escala de valores de forma autónoma y racional, siendo honestos con ellos mismos y con los demás, valor fundamental para trabajar en equipo.
- Ofreciéndoles oportunidades transversales y vivencias que les enseñen a ser críticos con la información que les llega, a la vez que tolerantes y respetuosos con las personas de nuestro entorno para –a través de la diversidad de opiniones, razas, creencias, culturas y formas de vida– enriquecer su formación y su carácter.
Acompañándoles a perder el miedo a los cambios y a ser flexibles en sus procesos de adaptación a nuevas etapas y contextos
- Incitándoles a experimentar en su proceso educativo con herramientas siempre útiles: la paciencia, la tenacidad, la constancia, el orden, la disciplina personal, la satisfacción del trabajo bien hecho.
- Acompañándoles a perder el miedo a los cambios y a ser flexibles en sus procesos de adaptación a nuevas etapas y contextos.
- Desarrollando su curiosidad y su espíritu investigador como base y motor de todo aprendizaje, buscando nuevos caminos, ampliando la perspectiva, dando soluciones distintas a problemas comunes, incrementando su creatividad.
- Fomentando la autonomía personal y la responsabilidad individual y social, para que aprendan a gestionar sus libertades de manera juiciosa y sensata actuando responsablemente.
Victoria Larumbe
13 de febrero de 2018 at 10:49
Una pregunta, ¿ Que criterio teneis respecto a la medicación para el TDAH?