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Me lo permito, ¿te lo permites?

A veces, por más que te empeñes, la vida conspira para que caigas y te des cuenta de que no pasa nada, que puedes soltarte y no duele, que no necesitas estar siempre perfecto ni llegar a la cima.. Que no es imprescindible tocar cada día el cielo con las manos porque se puede llegar a él con las ganas, con la imaginación y la humildad de ser uno mismo y reconocer tus errores.

Me doy permiso para perder y soltar las riendas, a ver qué pasa, a ver a dónde me lleva este momento que se encadena a otro y nunca para.

Me dejo llevar por la sorpresa, una sensación que siempre me tuve prohibida, por si todo se caía, por si todo se desmoronaba y los ojos del mundo me culpaban de no haberlo conseguido… Por si fracasaba y alguien me apuntaba con el dedo…

Me doy permiso para que mi pelo se alborote, para ir despeinada y con la ropa arrugada de un día de risa

Me doy permiso para que mi pelo se alborote, para ir despeinada y con la ropa arrugada de un día de risa, un día sin límites ni ni momento prefabricados… Uno de esos días en los que nada parece ser como debería pero te das cuenta de que es mejor así…

A veces, por más que te empeñes, la vida conspira para que caigas y te des cuenta de que no pasa nada, que puedes soltarte y no duele, que no necesitas estar siempre perfecto ni llegar a la cima.. Que no es imprescindible tocar cada día el cielo con las manos porque se puede llegar a él con las ganas, con la imaginación y la humildad de ser uno mismo y reconocer tus errores.

Mercè Roura, jupsin.com, coaching para ser feliz

Me doy permiso para que mi pelo se alborote, para ir despeinada y con la ropa arrugada de un día de risa

Me doy permiso para aflojarme el cinturón y desabrocharme un botón de esa camisa que me oprime. Para quedarme cinco minutos más mirando como el día amanece en lugar de salir a la carrera a comerme la vida… Para quedarme sentada en el tren una estación más y ver como el mar es en realidad una línea azul y recordar que la vida se escapa mientras miras el reloj para no llegar tarde…

Y verme reflejada en los escaparates mientras busco algo que en realidad nadie vende porque no podría pagarse

Me doy permiso para no contestar los mensajes y dejar en blanco mi biografía, a la espera de descubrir quién soy y borrar las fronteras que me puse a mí misma hace tiempo, cuando pensaba que todo era sólido, cuando necesitaba que todo estuviera programado…

Me permito salir a la calle sin rumbo y ver a dónde me llevan los pies y descubrir mil caras hambrientas de respuestas. Y verme reflejada en los escaparates mientras busco algo que en realidad nadie vende porque no podría pagarse.

Me encuentro en unas palabras de un libro abierto al azar en mi librería de siempre (el azar no existe, no te mientas, eres tú quién mueve las páginas mientras la vida te pone delante el libro).

Mercè Roura, jupsin.com, coaching para ser feliz

Y verme reflejada en los escaparates mientras busco algo que en realidad nadie vende porque no podría pagarse

Ya basta

Me sumerjo en mis recuerdos y decido que ya basta, que los voy a tirar uno a uno al abismo, que voy a quedarme sin pasado y despojarme del equipaje que tanto pesa… Y que me quedo en este instante, en esta esquina de la calle, para siempre, para nunca, para ver quién viene y quién va…

Para poner en mi biografía que no tengo pasado, sólo presente, y que he soltado mis quejas porque se habían convertido en camisas de fuerza y muros infranqueables… Que no recuerdo quién era pero no me importa porque ahora empieza mi vida, en este preciso instante y que no tengo ni idea de que me espera pero me permito no preocuparme..

Que ya no voy a cargar con nada porque no hay culpas, ni cruces ni herencias pesadas que llevar encima durante años, durante siglos…

Y camino sin saber y sin preguntar. Y llego a una casa que tal vez es mi casa donde alguien me dice que he tardado mucho… Y le respondo que estaba soltando mi vida porque me pesaba…

Que dejaba atrás mis penas porque me quemaban… Que me he arrancado los lamentos y las historias tristes porque dolían… Que mi vida empieza ahora. Que ya no voy a cargar con nada porque no hay culpas, ni cruces ni herencias pesadas que llevar encima durante años, durante siglos, durante vidas…

Que a partir de ahora me permito bajar la guardia y descansar, respirar hondo, confiar en la vida, sin tener que arrastrar toda mi casa a cuestas por si algo hace falta, sin tener que demostrar  a cada momento por si alguien todavía no se ha enterado de que sirvo, de que soy útil, de que merezco, de que valgo la pena…

Mercè Roura, jupsin.com, coaching para ser feliz

Me suelto y suelto mi carga porque ya no la necesito.

No hace falta que sea perfecta ni cargue mis méritos a cuestas, no hace falta que lo arregle ni solucione todo, que lleve encima todas las respuestas y esté siempre alerta

En paz, sin pasado, sin un futuro concreto

Ya valgo la pena, desde siempre, no necesito demostrarlo ni sumar puntos. No hace falta que sea perfecta ni cargue mis méritos a cuestas, no hace falta que lo arregle ni solucione todo, que lleve encima todas las respuestas y esté siempre alerta….

Me permito vivir sin encadenarme a nada, ni tan sólo a mí…

Me suelto y suelto mi carga porque ya no la necesito.  Porque estoy entera sin ella y no tema defraudar a nadie porque no rindo cuentas a nadie…

No es que no tenga miedo, lo tengo, pero ya no me importa. Llega un momento en que lo más te importa es vivir… Me permito estar en paz y vivir sin ansia. Sin pasado. Sin un futuro concreto… Me lo permito ¿Te lo permites?

Periodista y formadora en comunicación, marca personal e inteligencia emocional. Más de 17 años de experiencia en radio y televisión. Ahora ayudo a las personas a conseguir que potencien su talento y lideren sus vidas. Me apasionan las palabras y su poder para cambiar nuestra forma de pensar y de vivir. Su primer libro ‘Amo la Imprudencia de mis Palabras'. El momento de cambiar y ser grandes es éste. Su último libro ya está disponible: 'Cosas que debí decirte hace cien años'

1 Comment

1 Comment

  1. Ana Ligia

    6 de febrero de 2018 at 17:59

    Me he dado permiso para leer este escrito, maravilloso, pienso que de eso se trata, darse permiso para fluir.

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