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La violencia de género provoca un gran deterioro en la salud mental de las víctimas

Mónica Sagardoy – Psicóloga General Sanitaria,
Unidad de Salud Mental – Hospital Quirónsalud Digital

La violencia de género provoca un gran deterioro en la salud mental de las víctimas. Por eso, es necesario hablar, además del daño físico, de los traumas y los efectos psicológicos.

El maltrato se manifiesta de diferentes formas, puede ser físico, psicológico o sexual.

Sea como sea, acaba afectando al estado de ánimo de las víctimas, provocando miedo y ansiedad, desarrollando sentimiento de culpa o vergüenza, entre otros traumas y consecuencias psicológicas.

Te lo contamos en jupsin.com, el portal profesional exclusivo de IPDGrupo.com que te ofrece información para decidir sobre igualdad y salud.



La violencia de género provoca un gran deterioro en la salud mental de las víctimas

Evidentemente, cualquier tipo de violencia afecta a la salud mental de la persona que la sufre o la ha sufrido.

Sin embargo, en el caso de la mujer maltratada, se presenta una situación adicional, ya que el responsable de la agresión es la persona a la que ama y de la que supone que también la quiere.

En este sentido, Mónica Sagardoy, psicóloga general sanitaria de la unidad de Salud y Bienestar Mental del Hospital Quirónsalud Digital, asegura que «la quiebra y la desestructuración de su personalidad son considerables, pues quien debe respetarla, gratuitamente, la agrede».

  • Cambios en el estado de ánimo
  • Miedo
  • Ansiedad
  • Insomnio
  • Trastornos de conducta alimentaria
  • Estrés postraumático

Hay que añadir que el estrés postraumático se manifiesta con síntomas como:

  • Recuerdos repetitivos
  • Pesadillas
  • Falta de motivación
  • Problemas de memoria y atención
  • Falta de sensibilidad
  • Irritabilidad
  • Culpabilidad
  • Hipervigilancia
  • Conductas autodestructivas
  • Tendencia a distanciarse emocionalmente o evitar situaciones relacionadas con el maltrato

Por otro lado, hay que tener en cuenta que la violencia de género es un problema de todos. La psicóloga advierte que «la víctima, inconscientemente, minimizará la magnitud de la agresión ante nuestro deseo de ayudarla».

La violencia de género provoca un gran deterioro en la salud mental de las víctimas. Por eso, es necesario hablar, además del daño físico, de los traumas y los efectos psicológicos que provoca.

Tipos de violencia de género y efecto en la salud mental

El maltrato puede ser físico, sexual o psicológico, entre otras formas. En cada caso, además de desarrollar los problemas psicológicos relacionados con la violencia de género, se pueden sumar otros más específicos.

Se trata de cualquier acción que provoca daño físico a propósito mediante el uso de la fuerza o de objetos. Por lo tanto, golpes, empujones, patadas o incluso mantener encerrada a las víctimas se considera maltrato físico.

Anteriormente, el agresor ha podido ejercer violencia psicológica hacia la víctima, lo que le ha permitido someterla hasta el punto de no tener miedo a ser delatado.

La especialista explica que «la imposición por la fuerza es un signo fehaciente de la injusta coerción y dominación que ejerce el agresor sobre su víctima de violencia de género».

Además de los problemas de salud mental asociados a la violencia de género, el maltrato físico también provoca vergüenza y humillación.

Según la Organización Mundial de la Salud, se incluye cualquier acto dirigido contra la sexualidad de una persona, o el intento de llevarlo a cabo, mediante imposición.

Este tipo de violencia de género incluye la violación y los tocamientos sexuales, pero también otras formas de violencia sexual sin contacto.

En cuanto a las consecuencias psicológicas, las víctimas de nuevo pueden desarrollar los problemas de salud mental relacionados con la violencia de género.

Y, en su caso, además, puede repercutir en futuras relaciones, tal como señala la especialista en Psicología: «Se suma la dificultad para situar las relaciones íntimas en el contexto de una relación afectiva en la pareja y la aparición de disfunciones sexuales».

El agresor que ejerce maltrato psicológico recurre a insultos, humillaciones, amenazas y chantajes hacia la víctima. Además, suele manifestar un desprecio hacia lo que dice, opina y hace la mujer.

Igualmente, la violencia psicológica también se ejerce mediante silencios o indiferencia. Sobre este punto, la especialista añade que «las actitudes de indiferencia o silencio, a menudo, provocan dudas y sentimientos de culpa en la víctima de violencia de género».

Por otro lado, la mujer puede acabar aislada de su entorno de familiares y amigos, e incluso sufrir limitaciones de dinero o de los medios para conseguirlo.

Cualquier tipo de violencia afecta a la salud mental de la persona que la sufre o la ha sufrido. En el caso de la mujer maltratada, se presenta una situación adicional, ya que el responsable de la agresión es la persona a la que ama y de la que supone que también la quiere.

Devastación de la la identidad y personalidad de la mujer

Todo ello causa un gran impacto a nivel psicológico. La especialista lo explica así:

«Las consecuencias psicológicas suponen una devastación absoluta de la identidad y personalidad de la mujer, que va cediendo terreno imperceptiblemente y excusando las amenazas, insultos y chantajes en pro de su tranquilidad personal y la de los suyos».

Lamentablemente, esta circunstancia continúa hasta que la mujer pierde el control de su vida e incluso de su libertad, quedando en manos de su pareja.

«En esta situación la víctima es incapaz de tomar decisiones por sí misma y, por tanto, el agresor la ha privado de la posibilidad de crecer y madurar como persona», asegura la psicóloga.



Tratamiento psicológico dirigido a víctimas de maltrato

En líneas generales, el tratamiento psicológico dirigido a víctimas de maltrato comprende estos aspectos:

La terapia comienza con el acompañamiento activo y sincero de un profesional de la psicología, psicólogas y psicólogos con amplia experiencia y conocimiento sobre los efectos de este tipo de maltrato.

Durante el tratamiento se proporciona información para conocer el ciclo de la violencia, así como los aspectos socioculturales que contribuyen a la desigualdad.

También es importante incluir un proceso de empoderamiento enfocado en mejorar la autoestima, la confianza en sí misma y el autoconocimiento.

Otro punto de la terapia consiste en enseñar habilidades y técnicas de comunicación, así como para resolución de conflictos.

La mayoría de las víctimas de maltrato sienten ansiedad y miedo, por lo que suele ser necesario una intervención para disminuirlos.

Existen casos en los que es recomendable tratar este tipo de estrés, que se desarrolla después de haber vivido una experiencia muy negativa.

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