«Existe otra realidad ahí fuera
una realidad con un denominador común…
LA SOLEDAD
Durante 2 días estuve con varias personas de la calle,
completamente desconocidas para mí.
Escuché algunas de sus HISTORIAS,
muchas de ellas demasiado duras.
Pero a pesar de sus situaciones de VIDA AL LÍMITE,
todas, sin excepción,
SONREÍAN
Y en sus ojos se vislumbraba ESPERANZA.
Todos ellos esperaban pacientemente
a pesar de verse rodeados de transeuntes y de
‘RUIDO’
Escuché atenta, me empapé de sabiduría
y entendí que mi soledad no era muy distinta a la de ellos,
ni a la gente que pasaba por la CIUDAD.
Me enseñaron que, al fin y al cabo, quizás, en el fondo,
todos nos sentimos un poco SOLOS,
más allá de lo que tengamos materialmente.
Y que la SERENIDAD y la QUIETUD, la PAZ INTERIOR,
no depende de lo que tengas,