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Prostitución ocasional, realidad invisible

«El presente estudio forma parte del Proyecto ‘Feminización de la supervivencia y prostitución ocasional’ financiado por la Secretaria de Estado de Servicios Sociales e Igualdad del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.El proyecto parte del área de Empleo y Formación de la Federación de Mujeres Progresistas, desde donde surge la necesidad de visibilizar una forma de violencia contra las mujeres que vulnera los Derechos Humanos y que está muy invisibilizada.»

Prostitución ocasional – Feminización de la supervivencia y prostitución ocasional – Federación de Mujeres Progresistas (FMP) 



Este estudio surge como una necesidad de la Federación de Mujeres Progresistas (FMP) que desde el área Empleo y Formación en las sesiones de orientación laboral, había detectado casos de mujeres que encontrándose en búsqueda activa de empleo, ante las dificultades de inserción laboral, se veían abocadas a la prostitución de forma ocasional como fuente para obtener ingresos mientras siguen buscando empleo o de forma circunstancial para hacer frente a algunos pagos puntuales.

Las mujeres que recurren a la prostitución de forma ocasional, no suelen reconocerse como mujeres prostituidas

En el trabajo interno de la entidad al poner en común los casos que fueron surgiendo durante 2017, se planteó la necesidad de visibilizar esta violencia contra las mujeres que permanece fuertemente invisibilizada.

Además, tras llevar a cabo una revisión sobre los estudios realizados en torno a la prostitución, observamos el vacío existente sobre estas formas de prostitución y consideramos que urgía aportar conocimiento al respecto.

En el servicio de orientación laboral comprobamos lo difícil que resulta detectar esta circunstancia entre las usuarias, ya que las mujeres que recurren a la prostitución de forma ocasional no suelen reconocerse como mujeres prostituidas y, por tanto, no suelen acudir a recursos especializados en esta temática.

Más bien, proyectan en la inserción laboral la salida a esa situación y, por tanto, es factible que recurran a espacios de orientación laboral para posibilitar el abandono de la prostitución ocasional. El enfoque que proponemos parte de la seguridad de que los servicios que trabajan en la mejora de la inserción laboral son espacios “privilegiados” para realizar estas prevenciones y detecciones.

Violencia contra las mujeres

Por ello, de forma similar a lo ocurrido con la violencia de género dentro del ámbito de la pareja o expareja, consideramos que la prostitución es una violencia contra las mujeres y es necesario sensibilizar y formar a profesionales para ser conscientes de esta realidad para poder prevenir las situaciones de riesgo; y si se detectan casos, poder proporcionar una atención integral y de calidad para las usuarias y que pueda favorecer una vida libre de violencias para las mujeres.

Ante esta situación, nos propusimos poner en común nuestras experiencias de intervención con otros/as profesionales que trabajan tanto en entidades del Tercer Sector como en recursos públicos de empleo y se ha comprobado que se trata de una realidad compartida.

Más de la mitad del personal técnico (66%) que ha participado activamente en la investigación, ha detectado casos de prostitución ocasional entre las usuarias que atienden

El estudio ha tenido buena acogida por parte de muchas entidades y recursos que han manifestado que el mismo hecho de plantearles la propuesta de participar ha sido un incentivo para ser más conscientes de que entre las usuarias que atienden cotidianamente podría haber más casos de mujeres en situación de prostitución ocasional.

Uno de los principales resultados del estudio es que más de la mitad del personal técnico (en torno a un 66%) que ha participado activamente en la investigación, ha detectado casos de prostitución ocasional entre las usuarias que atienden.

La experiencia del personal técnico de empleo nos ha permitido corroborar que encuentran muchas dificultades para la detección de estos casos, así como la mayoría de los y las profesionales han manifestado dificultades para la intervención de estas situaciones, ya que la prostitución ocasional para muchas mujeres se encuentra en el terreno de lo no nombrado, y nombrarlo de forma directa puede suponer rechazo y la pérdida de la usuaria en el servicio de orientación laboral.

Por otro lado, hemos contado con la participación de entidades especializadas en intervención en contextos de prostitución, como entidades expertas y conocedoras en profundidad de la prostitución (tanto ocasional como más permanente) y la trata de mujeres con fines de explotación sexual. Se ha solicitado colaboración a estas entidades para generar sinergias entre unos recursos y otros, y poder conocer en mayor profundidad las situaciones de vulnerabilidad que exponen a las mujeres al riesgo de ser prostituidas.

La prostitución ocasional se encuentra en el terreno de lo no nombrado, y nombrarlo de forma directa puede suponer rechazo y la pérdida de la usuaria en el servicio de orientación laboral

El contacto con entidades especializadas en atención a mujeres prostituidas nos ha permitido acceder a algunos espacios de prostitución acompañando a Médicos del Mundo y Faraxa.

Asimismo, gracias a Médicos del Mundo Aragón y Fogaral se realizó un grupo de discusión con mujeres prostituidas entre quienes se encontraban mujeres en prostitución ocasional en la actualidad o que habían estado vinculada a la prostitución de forma ocasional unos meses atrás.

Así, además del personal técnico, ha sido imprescindible contar con los relatos de las mujeres con necesidades de inserción laboral, tanto que están o han estado vinculadas a la prostitución, como de mujeres en búsqueda activa de empleo.

Su participación tanto en entrevistas como en grupos de discusión, nos ha permitido explorar cómo la prostitución está presente en la socialización femenina como una forma de subsistencia para las mujeres.

De esta forma, a través del trabajo de campo de la investigación, hemos podido identificar los ejes de desigualdad que interseccionan y que posicionan a unas mujeres en situación de mayor vulnerabilidad de encontrarse en riesgo de ser prostituidas. Entre los principales ejes de vulnerabilidad se ha identificado el género como el eje principal porque ser mujer es el principal factor de riesgo para ser prostituida.

En torno al género, los ejes que interseccionan son los siguientes:

  • las violencias machistas previas
  • el círculo entre trata y prostitución
  • la clase social y el riesgo de exclusión social
  • ser migrante, especialmente en el caso de las mujeres en situación administrativa irregular
  • la etnicidad y la racialidad
  • ser jefa de hogar de familia monomarental
  • no contar con redes de apoyo
  • la edad
  • el nivel formativo
  • las discapacidades
  • el consumo problemático de drogas.

Es fundamental conocer estos factores de vulnerabilidad porque nuestro objetivo tiene que ir encaminado a atender las situaciones de riesgo de exclusión que puedan abocar a las mujeres a la prostitución.



Yolanda Besteiro

Yolanda Besteiro, presidenta de la Federación de Mujeres Progresistas

«El presente estudio forma parte del Proyecto Feminización de la supervivencia y prostitución ocasional financiado por la Secretaria de Estado de Servicios Sociales e Igualdad del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.

El proyecto parte del área de Empleo y Formación de la Federación de Mujeres Progresistas, desde donde surge la necesidad de visibilizar una forma de violencia contra las mujeres que vulnera los Derechos Humanos y que está muy invisibilizada.

Las técnicas de dicho área detectaron casos de mujeres que acuden a sesiones de orientación laboral y que, mientras buscan empleo, son prostituidas de forma ocasional para obtener ingresos necesarios para la supervivencia.

Una forma de prostitución que tiene carácter ocasional, más difícil de ser identificada y de la que apenas encontramos investigaciones o información al respecto.

Por tanto, nos encontramos con esta realidad invisibilizada y nos planteamos la necesidad de trabajar en aras de generar conocimiento al respecto y señalar la urgencia de contar con recursos y medidas que prevengan estas circunstancias a las que las mujeres en situación de vulnerabilidad social están expuestas.

La prostitución es un fenómeno complejo que debe ser analizado teniendo en cuenta los diferentes factores que intervienen en el mismo, teniendo siempre presente que tiene sus raíces en la desigualdad estructural de género y las distintas discriminaciones que posicionan a unas mujeres en situación de mayor vulnerabilidad social y que pueden verse abocadas a ser prostitutidas.

La mercantilización del cuerpo de las mujeres, conlleva una perpetuación de la desigualdad social

En este estudio, abordamos la prostitución ocasional para arrojar luz a esta dimensión de la dominación masculina y las relaciones patriarcales en que se sustenta. Se trata de un tipo de violencia sexual contra las mujeres, enmascarado por el hecho generar una “remuneración” a la mujer.

Queremos destacar que la mercantilización del cuerpo de las mujeres, conlleva una perpetuación de la desigualdad social.

Por todo lo expuesto, desde la Federación de Mujeres Progresistas partimos de un posicionamiento abolicionista y consideramos que la prostitución es una violencia contra las mujeres, y un privilegio masculino que ha de ser abolido en el camino hacia sociedades más igualitarias.»

Prostitución ocasional, una realidad invisible

  • Entendiendo que la detección de cualquier tipo de violencia es clave y requisito imprescindible para garantizar un servicio de orientación laboral eficaz, la principal dificultad encontrada reside en que esta tipología de prostitución no encaja en las representaciones sociales en torno a la prostitución y las categorías de intervención social.

  • En la intervención social hay una tendencia a generar categorías de colectivos y grupos sociales en riesgo de exclusión social como si se tratase de compartimentos estancos, lo que no permite la identificación de aquellas situaciones que escapan de los mismos. Por esta razón, nuestra propuesta partía de salirnos del enfoque de atención al “colectivo de mujeres prostituidas”, cambiar la mirada, puesto que la prostitución ocasional no da lugar a hablar de un colectivo identificable.


  • De esta manera, indagar sobre esta violencia es complicado porque las entidades y recursos no tienen protocolos de actuación ni mecanismos de sistematización de la información sobre estos casos. Sin embargo, los/as distintos/as profesionales que han participado en la investigación han compartido sus experiencias y han puesto de manifiesto que un 66% de ellos/as han detectado casos de prostitución ocasional entre las usuarias que están en búsqueda de empleo y acuden a sesiones de orientación laboral. Los cuestionarios que rellenaron las usuarias de diferentes recursos, nos mostraron que un 1% de ellas reconoció haberse prostituido.

Un 25% contestó que han visto como mujeres de su entorno se han visto abocadas ser prostituidas, ante la falta de recursos económicos


  • Hay que señalar que resulta de gran complejidad abordar directamente un tema que acarrea un fuerte estigma social, y por ello, se consideró relevante preguntar a las usuarias, si conocían a otras mujeres de su entorno que ante la falta de ingresos económicos hayan recurrido a la prostitución y casi un 25% contestó que han visto como mujeres de su entorno se han visto abocadas ser prostituidas, ante la falta de recursos económicos.

  • Estos datos nos invitan a reflexionar sobre lo presente que está la prostitución entre las mujeres en búsqueda de empleo, y Además, las entrevistas con personal técnico, nos han permitido comprender que el Conclusiones 145 Feminización de la supervivencia y prostitución ocasional elemento indispensable en la detección de casos, es la incorporación de la perspectiva de género en su trabajo diario, puesto que a pesar de que los/as profesionales no contaban con formación específica sobre prostitución, ha sido la perspectiva de género lo que les ha permitido su detección y posterior intervención.


  • Por ello, consideramos imprescindible trabajar la mirada para entender que la prostitución ocasional no es una circunstancia que nos permita “etiquetar” a las mujeres como “colectivo” de mujeres prostituidas, sino que la prostitución ocasional puede aparecer como forma de supervivencia entre usuarias que atendemos en recursos de empleo. El enfoque que proponemos parte de la seguridad de que los servicios que trabajan en la mejora de la inserción laboral son espacios “privilegiados” para realizar estas prevenciones y detecciones.

La prostitución ocasional puede aparecer como forma de supervivencia entre usuarias que atendemos en recursos de empleo


  • Es necesario abrir un camino similar al proceso de sensibilización sobre violencia de género (dentro del ámbito de la pareja o expareja), en el que se ha de promover que profesionales de distintos ámbitos que trabajan con mujeres, sean sensibilizados/as y formados/as para poder prevenir, detectar e intervenir proporcionando atención integral a las mujeres que se encuentran en prostitución ocasional o en riesgo de estarlo.

  • Con todo ello, consideramos necesario contemplar las variables que interseccionan y posicionan a unas mujeres en mayor riesgo de ser prostituidas, teniendo en cuenta que la prostitución ocasional afecta a todas las mujeres ya que, en las sociedades patriarcales, ser mujer es el principal factor de riesgo para ser prostituida.

  • Entre las variables que interseccionan con el género se ha identificado que están más expuestas las mujeres en situaciones más precarias económicamente, sin redes de apoyo y en muchos casos madres de familias monomarentales o de hogares con responsabilidades no compartidas.


  • Además hay otros ejes que interseccionan como: haber sufrido previamente otras violencias machistas; ser migrante; la situación administrativa irregular; la etnicidad y la racialidad; la edad; el bajo nivel de estudio, los estudios sin homologar o la baja cualificación profesional; las discapacidades; y los consumos de drogas.

Un 19,7% de las mujeres contestó haber llamado a alguna oferta de empleo y que le ofrecieran dinero a cambio de sexo o le realizaran propuestas con fines sexuales


  • A lo largo de la intervención, puesto que la mayoría de los/as profesionales trabajan en itinerarios de inserción laboral, hemos de tener presentes las situaciones de especial vulnerabilidad que pueden darse en el proceso de búsqueda de empleo: un 19,7% de las mujeres contestó haber llamado a alguna oferta de empleo y que le ofrecieran dinero a cambio de sexo o le realizaran propuestas con fines sexuales; un 12% contestó que al margen del trabajo le han ofrecido sexo a cambio de dinero; y un 39,3% de las mujeres que rellenaron el cuestionario señaló que no cuentan con ninguna red de apoyo ya sea económico, para ayudarlas en el cuidado de sus hijos/as y/o personas dependientes bajo su cuidado; ni confidencial, emocional y afectivo.

  • Por otro lado, a lo largo de la investigación se ha podido comprobar que además de la vulnerabilidad social, las mujeres son prostituidas porque hay personas o factores que actúan como captadores o “facilitadores” de entrada en prostitución. Esto nos ha llevado a reflexionar sobre la masculinidad prostituyente que puede ofrecer dinero a cambio de sexo a cualquier mujer en cualquier momento, siendo especialmente significativo que, según los relatos de las mujeres y del personal técnico, suelen tener como objetivo a las mujeres en situación de mayor vulnerabilidad porque tienen mayor poder sobre ellas. Estos prostituidores utilizan su privilegio masculino para reproducir y aprovecharse de la desigualdad estructural.

  • Desde la FMP consideramos imprescindible y urgente trabajar por visibilizar esta violencia contra las mujeres. Con este estudio queremos informar y sensibilizar al personal técnico de servicios de orientación laboral; generar conciencia crítica a nivel social; y reivindicar que los poderes públicos se impliquen en la erradicación de este tipo de violencia de género.

Desde la FMP consideramos imprescindible y urgente trabajar por visibilizar esta violencia contra las mujeres


  • Nuestro posicionamiento es abolicionista porque la prostitución en todas sus formas (sea ocasional o más permanente) es una violencia que vulnera los derechos fundamentales y los Derechos Humanos de las mujeres. Una sociedad comprometida con la igualdad de género, ha de solidarizarse con las mujeres prostituidas y apostar por políticas públicas que favorezcan la salida de estas situaciones de violencia.

  • Hemos de incidir en la necesidad de proporcionar alternativas reales que garanticen a las mujeres una vida libre de violencia y la incorporación al empleo digno. Asimismo, se ha de señalar a los auténticos responsables que prostituyen a las mujeres y mostrar la violencia del sistema prostitucional que convierte los cuerpos de las mujeres en objetos mercantilizables para satisfacer los deseos de otros. Se ha de frenar este privilegio masculino a través del cual los hombres prostituyen a las mujeres en situación de mayor vulnerabilidad social.

  • Tras el análisis realizado en este estudio pretendemos generar miradas que permitan la prevención y la detección, para garantizar una intervención que se adapte a las necesidades reales de las mujeres y tenga en cuenta el impacto que supone este tipo de violencia. Miradas que tengan como horizonte la abolición de la prostitución (tanto ocasional como permanente).

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