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Comunicar de forma efectiva: Estilos comunicativos

Adquisición temprana de rutinas saludables (11).
Serie de artículos sobre Parentalidad Positiva.
Silvia Chamorro, psicóloga especializada en Intervención Social
y Orientación Educativa

Comunicar de forma efectiva: Estilos comunicativos. Publicamos un nuevo artículo de la psicóloga especializada en Intervención Social y Orientación Educativa Silvia Chamorro sobre la adquisición temprana de rutinas saludables, dentro del concepto de Parentalidad Positiva.

Silvia aborda la parentalidad positiva partiendo de la crianza y educación en salud. De esta forma, dispondremos de todas las claves para una salud plena.

En anteriores publicaciones descubrimos las dimensiones que conforman la salud y las emociones consideradas básicas, comunes para todas las personas.

Continuamos ahora con una serie de artículos sobre estilos comunicativos y su importancia en la comprensión y asimilación del mensaje por las y los menores.

Te lo contamos en jupsin.com, el portal profesional exclusivo de IPDGrupo.com que te ofrece información para decidir sobre igualdad y salud.



Nadie nos puede decir cómo criar o educar, cada situación es única. Pero en cualquier caso, la información siempre es útil para decidir.

La idea de estos artículos es ofrecer información a madres, padres, abuelas, abuelos y personas responsables de una o un menor, incluyendo propuestas útiles y aplicables que conviertan la crianza en algo constructivo y agradable.

Silvia Chamorro es psicóloga y está especializada en Intervención Social y Orientación Educativa.

Comunicar de forma efectiva: Estilos comunicativos

Silvia Chamorro – Psicóloga – Intervención Social y Orientación Educativa

Probablemente, quien esté leyendo haya escuchado alguna vez la expresión “para discutir hacen falta dos”. Pues bien, es cierta.

Tanto en las discusiones como en cualquier tipo de comunicación hacen falta al menos dos, el emisor y el receptor. Pero para asegurarnos de que la comunicación sea efectiva, es necesario tener en cuenta también otros agentes:

  • El mensaje que el emisor transmite al receptor.
  • El código que se usa, pudiendo ser lenguaje hablado, escrito, de signos, gestos, símbolos…
  • El canal, que se corresponde al medio físico con el que se hace, como por ejemplo el aire, el teléfono móvil, la radio, la televisión, etc.

Además, debemos tener en cuenta que hay dos tipos de comunicación, que pueden darse individualmente pero que en muchas ocasiones se presentan a la vez y envían un mensaje conjunto.

  • Comunicación verbal: Que se puede dar de forma oral, como en una conversación, o por escrito, como en las señales indicativas (Tirar, Empujar, WC, STOP).
  • Comunicación no verbal: Nos referimos a un lenguaje corporal, donde no se usan palabras, pero también se transmite un mensaje, serían los signos, los gestos, la expresión facial, el tono de voz, etc. Con ella se transmiten las emociones (alegría, tristeza, miedo, ira, asco, sorpresa, etc.)

También es muy conocida la frase “No es lo que dices, sino cómo lo dices” que hace referencia precisamente a esta diferenciación, lo que decimos es la comunicación verbal, y el cómo la no verbal.

Pongamos un ejemplo: Nuestra hija/o adolescente se prepara para salir a pasar la tarde con sus amistades, cerca de la puerta informa a su madre/padre de que se va a marchar y dice te quiero. Comparemos dos posibles respuestas:

  • La madre/ padre se acerca a la puerta, le dirige una sonrisa, le abraza y/o le da un beso y responde: Pásatelo bien, te quiero.
  • Mientras escucha a su hija/o la madre/padre continúa haciendo la tarea que está desempeñando en ese momento, aunque sea ver la televisión, y sin dirigirle una mirada responde: Pásatelo bien, te quiero.
Para asegurarnos de que la comunicación sea efectiva es necesario tener en cuenta los diferentes agentes de comunicación: Emisor, receptor, mensaje, código y canal.

Comparando ambas situaciones el resultado de la comunicación sería:

  • Comunicación efectiva en la primera respuesta, es decir, que el receptor interpretará el mensaje con la misma intención con la que el emisor lo transmitió, porque el mensaje verbal y no verbal son coherentes.
  • Error de comunicación en la segunda respuesta, el receptor interpreta el mensaje y le da un significado propio ya que el lenguaje verbal y no verbal no concuerdan, es decir, que el receptor en lugar de salir de casa pensando que es querido puede salir pensando que a la otra persona no le importa. 

Los errores de comunicación son muy comunes y en muchas ocasiones son la base de grabes conflictos dentro de las relaciones familiares, afectivas y sociales.

Estilos comunicativos

Cada persona tiene una forma única de comunicarse, podríamos decir incluso que un estilo propio, pero de forma general hablamos de cuatro estilos de comunicación:

Se trata de un estilo inhibido, que se posiciona en inferioridad respecto a los demás. Lo utilizan personas a las que le cuesta mucho decir que no, poner límites, proponer ideas o planes, etc.

Evitan el conflicto complaciendo a las necesidades de los otros y negándose las propias, es habitual que se disculpen de forma excesiva, asumiendo la responsabilidad de los hechos incluso cuando no son culpables.

En este caso, la persona también se sitúa en una posición inferior respecto a los demás, pero la respuesta es distinta. En el primer estilo, las emociones y necesidades se inhibían, se negaban; en este estilo se reconocen, pero se reprimen, lo cual genera la respuesta agresiva.

Este estilo aparece representado por personas que niegan los conflictos, o las situaciones problemáticas, fingen cooperar, pero demostrando enfado y malestar. Es frecuente que hagan cumplidos, pero de forma torpe o poco sincera.

Ser consciente del estilo de comunicación predominante en uno mismo, en la familia y en las personas del entorno, es clave a la hora de establecer una comunicación efectiva y mejorar la resolución de conflictos.

Este es el estilo que predomina en las personas que consideran que están por encima de los demás, que se creen superiores.

Tienen falta de empatía, son sinceros pero de una forma inapropiada y dañina, resaltan las debilidades de los demás mientras elogian las propias, se frustran rápidamente y no asumen la responsabilidad de sus actos, culpan a los demás.

Se comunican así personas dominantes que suelen herir a quienes tiene a su alrededor.

Este estilo de comunicación equilibra a los interlocutores. Las personas que lo usan se comunican poniéndose al mismo nivel que los demás.

Es habitual que la persona haga mención a lo que piensa, siente o quiere. También está dispuesta a escuchar con atención lo que la otra persona necesita. Es una comunicación sincera y constructiva.



Estilo predominante de comunicación

Es probable que mientras leías la clasificación te hayas identificado con uno de los estilos, ese sería el predominante, pero seguramente también te has visto reflejada/o en algún aspecto del resto de los estilos comunicativos y es lógico.

Como decíamos anteriormente, cada persona es única y se comunicará con su entorno alternando los distintos estilos comunicativos. Un ejemplo básico pero ilustrativo lo encontramos en el progenitor que se comunica de forma pasiva en el trabajo, evitando los conflictos con la dirección, pero luego en casa utiliza una comunicación agresiva con sus hijas/os.

Ser consciente del estilo de comunicación predominante en uno mismo, en la familia y en las personas del entorno, es clave a la hora de establecer una comunicación efectiva y mejorar la resolución de conflictos.

Si tienes interés en el tema no te pierdas las próximas publicaciones. Profundizaremos en cada uno de los estilos comunicativos y en cómo lograr la comunicación efectiva, que nos permitirá entender a nuestras criaturas, pero también que ellas nos entiendan a nosotras/os, fortaleciendo así las relaciones familiares.

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