Gente Jupsin

Mujeres maravillosas…

Deja en el camino tu miedo, ostras… Ya sé que es complicado ¿Verdad? Sé que dadas las circunstancias crees que tienes que protegerte y estar alerta, eso cansa tanto, amiga, tienes el cuerpo entumecido y las musculatura agotada de estar siempre de guardia a prueba de ladrones de sueños, ladrones de vidas, ladrones de inocencia, ladrones de alegría, ladrones de respeto…

Para mujeres maravillosas que todavía no se han dado cuenta de que lo son… – Por Mercè Roura, autora del libroManual de Autoestima para Mujeres Guerreras’ especial para jupsin.com



Aprende a amarte

Vamos a ser sinceros, nadie nos va a salvar. Con ello no quiero decirte que no pidas ayuda, al contrario, hazlo, comprende que la mereces, que la necesitas, que tienes que salir de ese laberinto en el que estás y que, más pronto que tarde tienes que coger el teléfono y hacer esa llamada…

O contarle a alguien lo que te pasa… Para sacarlo de dentro, para escupir un poco de ese dolor y que otra persona te reafirme que no es justo, que mereces lo mejor, que mereces que te traten como un ser humano, como un ser maravilloso que es lo que eres…

Pero sobre todo, a quien necesitas es a ti. Tú eres quién va a salvarte de verdad, nadie más…

Pero sobre todo, a quien necesitas es a ti. Tú eres quién va a salvarte de verdad, nadie más…

Y en esa capacidad que vas a descubrir en ti para salvarte no sólo encontrarás la salida al laberinto sino que te servirá para redescubrirte y reconocer tu gran valor como ser humano, porque recuperarás tu autoestima y las riendas de tu vida…

No es fácil, nada fácil. Te voy a pedir que subas una montaña descalza en pleno invierno, que tomes la vertiente más escarpada, la más recia, esa que nunca te has atrevido a subir (yo tampoco, amiga, yo tampoco) y que confíes en ti.

Y este ascenso, es en paralelo a toda la ayuda que necesitas. A todos los profesionales que van a ponerse ante ti para ayudarte a salir de esa jaula en la que estás y que no mereces habitar un minuto más.

Te lo digo porque si no subes la montaña, cuando salgas de la jaula, que saldrás seguro, volverás a meterte en otra porque tendrás mucho miedo y no te habrás descubierto todavía como ser humano… Porque no sabrás todavía que puedes decir no y reafirmarte…

No te preocupes, no eres culpable de nada, borra esa palabra de tu vocabulario…

No te preocupes, no eres culpable de nada, borra esa palabra de tu vocabulario, cada uno lo hace lo mejor que puede y la sociedad en la que vivimos no nos ayuda a aprender a amarnos y comprendernos… A esto del amor propio hay que entrenarse…

No te preocupes tampoco por la montaña, no tienes que subirla ahora ni de golpe, es complicado. Por ahora bastará con que sepas que existe y que te mereces subirla, que te lo debes… Que eres de esas personas que deciden sobre sus vidas y que llegan a sus metas.

Mientras la subas, tendrás que ir soltando lastre, como si llevaras piedras en la mochila y las fueras dejando en el camino porque ya no sirven ni las necesitas…

Suelta el fardo pesado de la culpa

La primera de las piedras que deberás soltar es la culpa. No deberías sentirla porque no es tuya pero sé que la sientes… Los ladrones de vidas ajenas se ocupan bien de inculcarla para manipular sin fisuras. La llevas instalada como un programa corrupto en tu ordenador mental, en tu subconsciente…

La llevamos todos, en realidad, pero cuando alguien nos maltrata durante mucho tiempo se vuelve fuerte y sólida… No eres culpable de nada, eres inocente y no tienes nada que reprocharte.

No eres culpable de nada, eres inocente y no tienes nada que reprocharte

Si consigues soltar esa piedra, con ayuda de buenos profesionales te será muy útil, pero recuerda que la decisión de soltarla es tuya…

Ni el mejor psicólogo del mundo podrá acompañarte en este trabajo de autoestima ni la mejor terapia hará su efecto si tú no decides comprenderte y perdonarte…

Sí, perdonarte pero por nada, por haber creído que necesitabas perdonarte, por no haber encontrado salida antes a lo que no podías ver salida… Lo has hecho lo mejor que has sabido, cero reproches, todo está genial ahora que has tomado la riendas….

Vas a tener que mimarte mucho

Vas a tener que compensar, amiga… Mereces mucho cariño y comprensión. Empieza por reconocer que puedes dártelos tú, poco a poco. Descansa el tiempo necesario y no te exijas nada. Todo tiene su ritmo. Acéptate tal y como eres, eres maravillosa ahora mismo…

Suelta tu necesidad de demostrar y de recibir la aceptación de otros

Suelta tu necesidad de demostrar y de recibir la aceptación de otros. Suelta esa necesidad de ser útil y hacer lo que otros te piden para que te amen….

Mereces amor por el hecho de existir. Eres una persona valiosa cuando duermes, sin tener que estar haciendo tareas para nadie. Mereces respeto cada día las 24 horas, los 365 días del año…

Deja en el camino tu miedo, ostras… Ya sé que es complicado ¿Verdad? Sé que dadas las circunstancias crees que tienes que protegerte y estar alerta, eso cansa tanto, amiga, tienes el cuerpo entumecido y las musculatura agotada de estar siempre de guardia a prueba de ladrones de sueños, ladrones de vidas, ladrones de inocencia, ladrones de alegría, ladrones de respeto…

Pero tienes que confiar en ti y rodearte de personas que te ayuden. Sufrir no va a ayudarte, cierra la puerta pero permítete sonreír y conectar contigo… Respira hondo y siente que no mereces vivir con miedo, que mereces relajarte y ver como amenace y como se pone el sol sin los hombros tensos y el estómago estrangulado…



Llora, igual que ríes, llora si estás triste y explora tus emociones, comprende qué te cuentan y sienten qué dicen de ti y de tu ánimo…

Suelta la piedra de esa necesidad de no derrumbarte y ser fuerte siempre… Llora, igual que ríes, llora si estás triste y explora tus emociones, comprende qué te cuentan y sienten qué dicen de ti y de tu ánimo…

Observa tus pensamientos e identifica cómo tus emociones se alojan en tu cuerpo… La rabia en tu garganta, el miedo en tu estómago, la culpa en tu espalda… Nota y suelta, porque no eres tú, tú eres más grande… Observa qué sientes y qué piensas y decide que puedes cambiar, aunque no sea hoy o ahora, poco a poco.

Ya sé que es complicado, pero esto es un camino, hay que empezar a andarlo y sentirse capaz. Al principio cuesta, pero a medida que te acostumbras, tomas inercia y te das cuenta de que empiezan a suceder cosas extraordinarias en tu vida… Que ya no te molestan cosas que te molestaban, que haces aquello de lo que no te sentías capaz, que estás contigo y te sientes realmente bien acompañada…

Aprende a mirarte y valorarte : ya eres perfecta

Mírate. Lleva esa foto de la niña que eras cerca y contempla tu imagen en el espejo…. Ve tu belleza y besa tu fortaleza, tu poder, tu capacidad, tu entereza… Nadie te quitado la dignidad porque siempre has sido y serás digna, nadie…

Y de esta sales tú porque puedes y porque vas a encontrar la forma… Y además, como subes la montaña estás sacando una lección hermosa y aprendiendo a amarte, porque esto ha sido horrible pero eres tan sabia que incluso sabrás darle la vuelta y transformar este dolor inmenso en una oportunidad para conocerte más y descubrir lo mucho que vales…

… sabrás darle la vuelta y transformar este dolor inmenso en una oportunidad para conocerte más y descubrir lo mucho que vales…

Y cuando llegues a la cima, suelta al ladrón y abraza lo que eres… Nadie va salvarte porque lo estás haciendo tú desde ahora, desde hace días cuando ya te has dado cuenta de que mereces lo mejor y todavía no lo estás viviendo…

No te quepa duda, sólo hay que dar el primer paso. Y tú podrás, sin prisa, pero podrás…

Esto en realidad no va de cambiar, va de sacarse capas de encima para descubrir que todo este tiempo ya eras maravillosa y no te habías dado cuenta. Va de quitarse miedo y vergüenza de encima y aprender a brillar como mereces…

De hecho, amiga, conviene que sepas que durante todo esté tiempo has estado brillando con intensidad pero sólo veías oscuridad porque mirabas alrededor y no en ti… Tú eras la luz y la estabas buscando ahí afuera…

Esto va de reconocer que ya eres todo lo que necesitas y nunca, ni en el peor de los momentos, dejaste de ser un ser humano digno y merecedor de lo más hermoso…

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