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Isabel Celaá, la ministra de la educación inclusiva
Convivir implica un alto nivel de desarrollo moral. Es necesario comprender que los derechos y la libertad del otro son tan importantes como la propia. Requiere una capacidad total de empatía. Es preciso sentir con el otro, en lo bueno y en lo malo, y saber ser responsable de los actos que contribuyen a una u otra experiencia. En el Ministerio, estamos convencidos de que la educación debe contribuir al desarrollo moral de los alumnos y las alumnas, cada uno con sus objetivos prioritarios, y por eso hemos incluido en el nuevo Proyecto de Ley la asignatura de valores, tanto en primaria como en secundaria, y no solo para aquellos estudiantes que no cursan religión.
La ministra Isabel Celaá y la educación inclusiva – Discurso en el acto de presentación del estudio sobre ‘Acoso y Ciberacoso Escolar en Alumnado con Discapacidad’ de CERMI y Fundación ONCE en el Colegio Gredos San Diego ‘Las Suertes’ de Madrid
«El factor de riesgo que predice ser víctima de acoso es ser diferente»
Nosotros no percibimos el sistema educativo como un mero mecanismo de reproducción de las condiciones que vivimos, sino que es un mecanismo, un procedimiento, un proceso de transformación de las personas y de la sociedad para hacerlas mejores.
Quiero agradecer, por tanto a toda esta comunidad, a CERMI, a Fundación ONCE y a las Cooperativas y todos aquellos que trabajan por las personas con discapacidad su amable invitación hoy. Queremos, desde el Ministerio, compartir una reflexión sobre dos temas muy relevantes que confluyen en el informe que hoy se presenta: el acoso escolar y la discapacidad.
«El acoso escolar y la discapacidad son objetivos prioritarios para el Ministerio de Educación y Formación Profesional»
Cada uno de los dos son, sin duda, en sí mismos, son objetivos prioritarios para el Ministerio de Educación y Formación Profesional.
Pero el análisis conjunto de ambos ofrece una perspectiva muy interesante y que nos puede ayudar a entender la naturaleza de esta lacra, así la denominamos, que supone el maltrato entre iguales.
Aunque también algunas de las barreras que tenemos que superar para seguir avanzando en la educación inclusiva.
Quiero, por tanto, felicitar a las organizaciones que han tomado la iniciativa de realizar este Estudio, el CERMI y la Fundación ONCE, y a los autores obviamente, que lo han llevado a cabo con este interesante trabajo.
Diversidad y educación inclusiva
Me gustaría comentar, en primer lugar, el dato que aparece con toda claridad en el Informe y que corrobora lo que ya sabemos por toda la investigación anterior y que pone de manifiesto que el factor de riesgo que predice ser víctima de acoso es ser diferente.
«Uno de los mayores retos de nuestras sociedades: aceptar la diversidad cada día mayor de las personas con las que convivimos»
Tomar conciencia del significado de este resultado es fundamental, ya que nos enfrenta con uno de los mayores retos de nuestras sociedades: aceptar la diversidad cada día mayor de las personas con las que convivimos.
Ser diferente no es una categoría, sino una relación (aquí quiero dirigirme a todos los niños y niñas que nos están escuchando, que me parece un público muy interesante, mucho). Se es diferente en contraste con otros, no como rasgo en sí mismo. Todos somos diferentes en realidad, todos somos diversos.
Como saben, hay estudios que ponen de manifiesto que un alumno que pertenezca a un grupo minoritario tiene una mayor probabilidad de sufrir maltrato si está escolarizado en un centro en el que no hay compañeros de sus mismas características o son muy poco numerosos.
Ese mismo alumno, en un colegio o instituto en el que la presencia está garantizada en el conjunto del alumnado es mucho menos probable que sufra maltrato.
Heterogeneidad de nuestras escuelas, seña de identidad
La heterogeneidad de nuestras escuelas es, por tanto, una seña de identidad que debemos promover. Un elemento esencial de la calidad de la educación, y en este caso un factor de protección ante las situaciones de acoso, siempre que seamos capaces de ayudar a que nuestros alumnos y alumnas vivan la diversidad como un ingrediente consustancial a la vida, como una fuente de riqueza que nos permite ampliar nuestra experiencias y nuestro conocimiento y comprensión del mundo.
Precisamente en la Universidad de Harvard, la diversidad es así como se contempla, como una forma de riqueza.
A convivir se aprende y, por lo tanto, se puede y se debe enseñar a convivir
Vivir así la diversidad, es decir, convivir con otros a los que no siempre percibimos como iguales, no es necesariamente una capacidad que todo ser humano desarrolle. A convivir se aprende y, por lo tanto, se puede y se debe enseñar a convivir.
Desde que en 1996 Jacques Delors nos iluminó con su escrito ‘la educación encierra un tesoro’, sabemos que enseñar a ‘saber ser’ es uno de los pilares de la educación. Y si algo nos define como seres humanos es, precisamente, el ser capaces de convivir con los demás, sean las que sean las características de cada uno.
En el Ministerio hemos considerado una prioridad promover una convivencia positiva en los centros escolares haciendo de ellos un contexto en el que los alumnos y las alumnas puedan experimentar relaciones personales positiva. No solo ejecutarlas, sino analizarlas y comprender su importancia para el bienestar personal y el bienestar común que caracteriza a las sociedades avanzadas.
Planes de convivencia
Los planes de convivencia son, por tanto, un elemento esencial del proyecto educativo de un centro. Desde el Ministerio, vamos a trabajar con las Comunidades Autónomas para que todos los colegios e institutos, con independencia de en dónde se encuentren, cuenten con la formación y los recursos adecuados para garantizar la convivencia positiva basada en la ética del ciudadano.
Convivir implica un alto nivel de desarrollo moral. Es necesario comprender que los derechos y la libertad del otro son tan importantes como la propia
Esta línea de trabajo del Ministerio es, de hecho, una prioridad con la que me siento personalmente comprometida.
Convivir implica un alto nivel de desarrollo moral. Es necesario comprender que los derechos y la libertad del otro son tan importantes como la propia. Requiere una capacidad total de empatía. Es preciso sentir con el otro, en lo bueno y en lo malo, y saber ser responsable de los actos que contribuyen a una u otra experiencia.
En el Ministerio, estamos convencidos de que la educación debe contribuir al desarrollo moral de los alumnos y las alumnas, cada uno con sus objetivos prioritarios, y por eso hemos incluido en el nuevo Proyecto de Ley la asignatura de valores, tanto en la educación primaria como en la secundaria, y no solo para aquellos estudiantes que no cursan la religión, sino para todos.
El acoso escolar es, ante todo, un problema moral. Creo que los niños y las niñas que nos están escuchando saben lo que queremos decir.
Valentina [sufrió bullying por su discapacidad visual – ver video] ha tenido una voz muy sonora del problema, no sólo respecto del agresor sino también de los testigos del abuso y de la institución que lo consiente.
Provocar, pero también asistir al sufrimiento de otro sin compadecerse es una ‘enfermedad’ moral que hay que prevenir y que hay que curar, y la mejor manera de hacerlo es enseñar el buen trabajo, la buena convivencia, la responsabilidad moral que ello conlleva.
No se trata de endurecer las sanciones al agresor, que necesita educación, o de castigar a quienes no lo denuncian o a los centros
Prevención
La prevención del acoso escolar debe, por tanto, abordarse desde un enfoque profundamente educativo y no meramente sancionador.
No se trata de endurecer las sanciones al agresor, que necesita educación, o de castigar a quienes no lo denuncian o a los centros en los que se produce.
Se trata de establecer un clima de relaciones en los colegios e institutos que haga que todos nos sintamos conmovidos con el sufrimiento de los otros niños. Que seamos conscientes de este sufrimiento. La labor del educador es hacer consciente al agresor de que está produciendo un sufrimiento.
La mejor protección contra el maltrato viene del grupo de compañeros. Son ellos y ellas quienes saben identificar los inicios de los problemas en las relaciones y, por tanto, la principal herramienta para solucionarlos.
Los programas de alumnos ayudantes, el tiempo dedicado por los docentes en clase para crear un clima de convivencia positivo, el trabajo de toda la institución para cuidar las relaciones en los espacios lectivos, pero también en los pasillos, también en los recreos.
La posición de los alumnos con discapacidad en este problema, refleja la naturaleza perversa que analizamos. Es la manifestación del abuso hacia el que se percibe diferente
Como aquí se decía, ‘¿el recreo es una guerra?’ Sí. Es inaceptable, en las salidas, en todo momento el espacio escolar, ya que en último término todos son espacios y tiempos educativos.
Son los mimbres con los que contamos para vencer en la batalla contra esa lacra del sistema educativo que en fondo es un reflejo de una lacra social más extendida.
La posición de los alumnos y de las alumnas con discapacidad en este problema, refleja claramente la naturaleza perversa que venimos analizando. Es la manifestación del abuso hacia el que se percibe diferente.
Discapacidad y factor de riesgo de acoso
Los datos de este estudio, como el de otros anteriores, ponen de manifiesto que la discapacidad e un factor claro de riesgo que hace más probable ser víctima de acoso. Los resultados de otras investigaciones ponen de manifiesto que existen diferencias que dependen del tipo de discapacidad.
Con que hubiera un solo caso en el que se estuviera produciendo una situación de maltrato entre iguales, sería igualmente necesario evitar el sufrimiento de ese menor y el mensaje perverso que envía al resto
También nos lo dicen, como se muestra en el trabajo realizado en el año 2006, por los profesores de bullying Rodriguez y Taboada de la Universidad Autónoma de Madrid con alumnado con ceguera o discapacidad visual. Los niveles de incidencia no eran más altos ahí, en este estudio, que con el resto de la población escolar.
Sin embargo, en el caos de los alumnos y alumnas con TEA, la proporción es mucho mayor.
Parece que cuando la discapacidad es más visible puede actuar como un colchón protector.
Y no es esto exactamente lo que nos ha contado Valentina, pero parece que en términos generales puede funcionar en esta dirección. Ayudar a que algunos compañeros puedan manifestar un mayor cuidado, pero cuando la vulnerabilidad no es tan patente el riesgo de maltrato aumenta.
En cualquier caso, el mayor o menor porcentaje, no reduce en un ápice, la gravedad de la situación. Con que hubiera un solo caso en el que se estuviera produciendo una situación de maltrato entre iguales, sería igualmente necesario evitar el sufrimiento de ese menor y el mensaje perverso que manda al resto.
El maltrato que toma la forma de exclusión social es uno de los más dañinos aunque genere menos alarma social
Exclusión social
Pero, además, conocemos algunas peculiaridades de las situaciones de acoso al alumnado con discapacidad que agravan el problema y que debemos tener en cuenta para enfrentarnos a él.
En el estudio que se llevó a cabo en el 2006 antes citado, al que acabo de hacer referencia, se encontraban ciertas diferencias entre la muestra de alumnos con discapacidad y la población sin discapacidad en la confianza que los primeros tenían en la familia y en el profesorado como elemento de protección. Tienden a hablar con los mayores cuando sufrían algún tipo de maltrato.
En general, la población sin discapacidad confiaba y buscaba más la ayuda en sus amigos que en la familia o en el profesorado. La red de iguales que lo niños y jóvenes con discapacidad tienen en los centros escolares suele ser más reducida que la de sus compañeros, lo que no significa que cuando a alguno de estos alumnos les ocurre algo los alumnos que se den cuenta actúen.
Hay que resaltar que la investigación ha puesto de manifiesto que el maltrato que toma la forma de exclusión social es uno de los más dañinos aunque genere menos alarma social y que sus efectos se prolongan más allá de la escolarización, en la edad adulta.
Todas las medidas de prevención a las que he venido haciendo referencia, deben extremarse en los centros que escolarizan a alumnos y alumnas con alguna discapacidad y los protocolos previstos para detectar cuanto antes los casos que a pesar de ello se produzcan, tienen que adaptarse para dar respuesta a las peculiaridades de este colectivo.
Contamos ya, verdad, con vías de actuación muy acertadas. Pero es preciso que todo el profesorado y las familias estén formados en lo que ellos señalan. Y es necesario, sobre todo, prestar atención especial y enseñar al alumnado a cuidar de sus compañeros.
La educación inclusiva es, precisamente, la experiencia de convivir con todos, respetando, no por obligación, no por imposición, voluntaria
Fuertes lazos de amistad
Los alumnos tienen que cuidar, niños y niñas, de vuestros compañeros, porque son vulnerables. Los iguales son el principal recurso de protección.
Para ello, necesitamos que se establezcan entre ellos fuertes lazos de amistad, porque a su vez implica que puedan compartir las experiencias cotidianas, ya que es en ellas donde se teje la urdimbre de los afectos
Experiencias en las aulas y, como señalaba anteriormente, experiencias en los patios, en las salidas, en las actividades. Este es nuestro objetivo, con el nuevo impulso que queremos dar a la educación inclusiva.
Ya hemos introducido importantes contenido en el proyecto de Ley y la voluntad del Gobierno es desarrollar las líneas maestras que en se establecen tanto desde el punto de vista normativo como desde la colaboración con las Administraciones Autonómicas en el ámbito de los programas de cooperación territorial. Por tanto, diagnóstico, tratamiento.
Porque hemos aprendido a relacionarnos de una manera positiva viviendo la diversidad como un ingrediente de la naturaleza humana. Así la entendemos desde el Ministerio de Educación y Formación Profesional y por eso tenemos el firme compromiso de seguir avanzando en este camino aunque somos conscientes, cómo no, de la dificultad que conlleva y del esfuerzo que supone.
Sabemos que podemos contar con todos y todas los que hoy estamos reunidos aquí y podéis estar seguros de que mantendremos los canales de participación abiertos para colaborar en esta magnifica tarea. Muchísimas gracias.