En sus Manos

Fiscalía y Violencia de Género

El compromiso de la FGE contra la violencia de género permanece especialmente inquebrantable. El recuerdo de las 49 mujeres y de los 8 menores fallecidos, así como de los 40 menores que han quedado huérfanos durante el año 2018, nos espolea a seguir trabajando con determinación frente a este tipo de infracciones y para la debida protección de las víctimas.

Fiscalía y Violencia de Género – María José Segarra – Fiscal General del Estado – Memoria de la Fiscalía General del Estado 2018

  • De las 49 mujeres fallecidas, 16 habían formulado denuncia anterior, lo que supone un 32,65 % frente al 20,75 % de este indicador en el año 2017.

  • A pesar de la mayor confianza de las víctimas en la respuesta judicial, no se ha sido capaz de ofrecer la protección adecuada para garantizar su seguridad.

  • El recuerdo de las 49 mujeres y de los 8 menores fallecidos, así como de los 40 menores que han quedado huérfanos durante el año 2018, nos espolea a seguir trabajando con determinación frente a este tipo de infracciones y para la debida protección de las víctimas.


El compromiso de la FGE contra la violencia de género permanece especialmente inquebrantable.

El recuerdo de las 49 mujeres y de los 8 menores fallecidos, así como de los 40 menores que han quedado huérfanos durante el año 2018, nos espolea a seguir trabajando con determinación frente a este tipo de infracciones y para la debida protección de las víctimas.

Nos encontramos en presencia de un fenómeno que afecta, sin duda, al ámbito penal pero cuya solución requiere de medidas educativas, socio-económicas, sanitarias y/o culturales

Nos encontramos en presencia de un fenómeno que, sin duda, afecta al ámbito penal pero cuya solución requiere de medidas educativas, socio-económicas, sanitarias y/o culturales.

En lo que se refiere a nuestra actuación, algunas cifras pueden ilustrar sobre la incidencia de este fenómeno.

El total de escritos de acusación formulados por los Fiscales ha sido de 51.957(un 9,68 % más que en 2017). Durante el pasado ejercicio se asistió a un total de 40.967 juicios orales por delitos relacionados con la violencia de género, lo que supone un 0,5% más que el año anterior.

Según la estadística global de la Fiscalía, en el año 2018 se dictaron un total de 40.965 sentencias en esta materia. De ellas, 29.022 fueron condenatorias (70,80 %, es decir, casi un punto más que en el año 2017).

A su vez, del total de sentencias condenatorias, 17.012 fueron por conformidad del acusado (58,60 %, lo que supone 6 puntos más que en el año 2017).

«El compromiso de la FGE contra la violencia de género permanece especialmente inquebrantable». María José Segarra, Fiscal General del Estado – Foto: Memoria de la Fiscalía General del Estado 2018,

Denuncias de las víctimas de violencia de género

Toda esta actividad ha sido posible por la denuncia de las víctimas. Sin embargo, el volumen global de denuncias sólo ha experimentado un aumento del 0,4 %. Y lo más preocupante es que, de las 49 mujeres fallecidas, 16 habían formulado denuncia anterior, lo que supone un 32,65 % frente al 20,75 % de este indicador en el año 2017.

Este incremento genera la frustrante sensación de que, a pesar de la mayor confianza de las víctimas en la respuesta judicial, no se ha sido capaz de ofrecer la protección adecuada para garantizar su seguridad.

De las 49 mujeres fallecidas, 16 habían formulado denuncia anterior, un 32,65 % frente al 20,75 % en el año 2017

Por otra parte, seguimos observando que, en muchas ocasiones, el círculo más íntimo de amigos, familiares o vecinos eran ya conocedores de la situación existente, o se trataba de profesionales a los que había acudido la víctima con anterioridad a pedir ayuda, sin que se hubiera formulado denuncia.

A pesar de todo ello, es destacable el incremento de medidas cautelares solicitadas y concedidas, en comparación con los datos del año 2017.

Así, según los datos del CGPJ, se ha producido un incremento del 2,12 % en el número de medidas solicitadas (45.045 en el año 2018, frente a las 44.106 del año 2017), porcentaje que se eleva hasta el 4,60 % cuando se trata de las medidas efectivamente acordadas (31.550 en el año 2018, frente a las 30.160 del año 2017).

En todo caso, se trata de cifras medias a nivel nacional que, no obstante, ocultan algunas diferencias significativas entre Comunidades Autónomas e, incluso, entre partidos judiciales de un mismo territorio.

Estas diferencias de criterios existentes entre los Juzgados generan una cierta inseguridad jurídica que es difícilmente compatible con las campañas de incentivación a la denuncia que se promueven desde todos los sectores sociales e institucionales implicados.


La violencia de género ha sido uno de los ejes estratégicos del plan de formación de los Fiscales para el año 2019. Foto: Memoria de la Fiscalía General del Estado 2018.


La Violencia de Género en el Plan de Formación de los Fiscales

A falta de un estudio riguroso sobre las causas de esta situación, las experiencias mayoritariamente descritas por las distintas Fiscalías apuntan a una insuficiente o deficiente valoración del riesgo de las víctimas, provocado por la escasez de los medios disponibles y su irregular despliegue a lo largo del territorio nacional, como ya se ha indicado en ejercicios anteriores.

La violencia de género ha sido uno de los ejes estratégicos del plan de formación de los Fiscales para el año 2019

Sea como fuere, desde la FGE se están promoviendo iniciativas tendentes a mejorar la respuesta de nuestra institución.

En esta línea, la violencia de género se ha configurado como uno de los ejes estratégicos sobre los que se ha articulado el plan de formación de los Fiscales para el año 2019, poniendo en marcha un proyecto piloto de formación de formadores.

En todo este contexto, debemos insistir en que el Ministerio Fiscal asume una parte del compromiso que toda la sociedad debe considerar como propio en la lucha contra esta intolerable forma de delincuencia. Una actividad criminal que ahonda en unos modelos de dominación del hombre sobre la mujer que son absolutamente incompatibles con los derechos humanos más elementales y con el ejercicio de una ciudadanía digna del siglo xxi.



VIOLENCIA DE GÉNERO Y DOMÉSTICA

Antes de ofrecer los datos estadísticos sobre el volumen de diligencias penales incoadas por violencia de género (en adelante, VG) –desde los ataques más graves a los delitos leves–, el número de diligencias civiles y, en general, el volumen de trabajo de la Unidad especializada en violencia sobre la mujer, es preciso realizar algunas reflexiones sobre la base sociológica y la evolución de la VG.

Asistimos a un cambio social de la estructura familiar y en las relaciones interpersonales, por la irrupción de las nuevas tecnologías

Como ya se expuso en ejercicios anteriores, estamos asistiendo a un importante cambio social tanto de la estructura familiar como en las relaciones interpersonales, principalmente –pero no sólo– por la irrupción de las nuevas tecnologías.

Junto a las formas tradicionales, surgen otras relaciones afectivas que, con frecuencia, provocan que el contacto personal se sustituya por la «relación virtual» a través de las redes sociales, particularmente entre los jóvenes.

Esta transformación influye necesariamente en la forma de manifestarse la violencia permitiendo nuevas vías de control, persecución o acoso con un resultado que, en muchos casos, es más extenso, dañino y duradero, y contra el que es más difícil luchar.

Esta realidad no termina en el ámbito de la pareja o ex pareja, sino que abarca toda violencia que se ejerce sobre la mujer por el mero hecho de serlo.

Nuevas situaciones de dominio y maltrato

Aparecen así nuevas situaciones de dominio y maltrato no sólo físico sino también psicológico del varón sobre la mujer, que constituyen la esencia de la VG, pero que encuentran alguna dificultad para incardinarlas dentro de los tipos penales específicos, además de una cierta resistencia judicial a interpretar los preceptos del CP de conformidad con el espíritu de la LO 1/2004, cuyo ámbito debería ser ampliado sin dilación.

La VG es un gravísimo problema a nivel mundial que ataca los derechos humanos y que la sociedad ya reconoce y rechaza

Si en años anteriores hacíamos referencia a los cambios legislativos que de una u otra forma afectaron a la VG y a sus víctimas, así como a la situación en que se encuentran los menores, este año queremos detenernos en la importante movilización social desplegada frente a determinados actos violentos y ataques contra las mujeres, especialmente contra su libertad sexual, reclamando una mejora de lo que se consideraba como una deficiente respuesta judicial.

Es una realidad incontestable que la VG es un gravísimo problema a nivel mundial que ataca los derechos humanos y que la sociedad ya reconoce y rechaza.

Esta realidad no termina en el ámbito de la pareja o ex pareja, sino que abarca toda violencia que se ejerce sobre la mujer por el mero hecho de serlo o que la afecta desproporcionadamente en cualquier entorno público o privado, como establecen todos los países de nuestro entorno y el propio Convenio de Estambul de 2011, ratificado por España.



Formación, sensibilización y capacitación

Urge pues acomodar nuestra legislación y reflexionar sobre la formación, sensibilización y capacitación de los operadores jurídicos a la hora de abordar la violencia sobre la mujer y el tratamiento que le damos a la víctima que decide denunciar.

Del mismo modo, y dentro siempre del respeto pleno a las garantías procesales, se debe analizar la adecuación del método de interpretación y valoración con el que nos enfrentamos a estas situaciones, porque sólo de esta manera conseguiremos avanzar en la lucha contra esta violencia tan injustificada y contra cierta sensación de impunidad que la sociedad percibe en estos delitos.

Urge acomodar nuestra legislación y reflexionar sobre la formación, sensibilización y capacitación de los operadores jurídicos a la hora de abordar la violencia sobre la mujer

En tal sentido, y en aplicación de lo establecido en el Pacto de Estado contra la Violencia de Género (aprobado en 2017), desde la FGE se ha impulsado esta materia como un eje estratégico dentro del plan de formación continuada de los Fiscales para el año 2019.

No se pueden dar por terminadas estas reflexiones generales sin hacer referencia a los menores y a los jóvenes, que son dos grandes preocupaciones de esta Unidad. A pesar de que los menores se consideran como víctimas incluidas en la LO 1/2004 tras la reforma de 2015, sigue sin otorgárseles el protagonismo que merecen.

Es necesario escuchar lo que puedan decir, y sigue siendo una asignatura pendiente establecer medidas civiles de protección a los mismos, así como su seguimiento y supervisión. La utilización por parte del agresor de la violencia sobre los hijos de la mujer víctima como forma de provocarle un daño más profundo se ha llevado la vida de 8 menores este año 2018.

Violencia entre los jóvenes

El incremento de la violencia entre los jóvenes es muy inquietante, especialmente en los delitos de naturaleza sexual en grupo

Por otra parte, el incremento de la violencia entre los jóvenes es muy inquietante, especialmente en los casos de delitos de naturaleza sexual ejercida en grupo.

Se trata de un fenómeno que guarda relación con el uso de la pornografía a través de las redes, donde se representa a la mujer cosificada. Una situación que hay que afrontar desde el ámbito educacional, en el que padres y administraciones tienen que aunar esfuerzos para asegurar la transmisión de valores de igualdad, respeto y no discriminación.


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