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La felicidad se llama coherencia

El reloj se vuelve loco. Dice que los años pasan, pero en realidad son horas, minutos, momentos que parecen perdidos mientras intentas parecer algo que ni siquiera te gusta, que ni siquiera sabes qué te aporta. Como si hace mil años hubieras descubierto un mapa que lleva a un tesoro y desde entonces no hubieras parado un sólo día hasta encontrarlo… Y no te hubieras detenido a pensar que ya no eres el mismo y que ese tesoro ya no te hace ilusión.

La felicidad se llama coherencia – Por Mercè Roura – Autora del libro ‘Manual de autoestima para mujeres guerreras’


El reloj se vuelve loco. Dice que los años pasan, pero en realidad son horas, minutos, momentos que parecen perdidos mientras intentas parecer algo que ni siquiera te gusta, que ni siquiera sabes qué te aporta.

Como si hace mil años hubieras descubierto un mapa que lleva a un tesoro y desde entonces no hubieras parado un sólo día hasta encontrarlo… Y no te hubieras detenido a pensar que ya no eres el mismo y que ese tesoro ya no te hace ilusión.

A menudo, hay que recalcular la ruta en el GPS de tu vida, porque cambiamos tanto que lo que ayer nos parecía enorme ahora ya nos queda pequeño

Coherencia es decir NO a mil cosas

A menudo hay que recalcular la ruta en el GPS de tu vida, porque cambiamos tanto que lo que ayer nos parecía enorme ahora ya nos queda pequeño. O aquello que antes brillaba, ahora es totalmente opaco a nuestros ojos.

A veces, lo que pasa no es que ya no nos interese llegar a esa meta o conseguir ese reto, lo que pasa es que ya no nos sirve cualquier camino para alcanzarlo, ya no pretendemos llegar a toda costa…

Queremos llegar enteros y felices. No vale todo y si por cambiar de camino para que sea más dulce, más hermoso, más plácido, más adecuado a ti hay que cambiar de sueño… Pues adelante, hagámoslo. Vivir en coherencia es también decir no a mil cosas que se ponen en tu camino y que te desvían y alejan, no de tu meta, sino de ti… 

Capas de piel gastada

Si lo que buscas te aparta de lo que eres, no es para ti. Y me refiero a lo que eres de verdad, no a la sombra de lo que intentas parecer o esbozar cuando te sientes poco, cuando te imaginas pequeño, cuando te miras y ves lo que falta en lugar de maravillarte por lo que ya eres…

Si lo que buscas te aparta de lo que eres, no es para ti. Y me refiero a lo que eres de verdad, no a la sombra de lo que intentas parecer o esbozar cuando te sientes poco

Fíjate que ni tan solo te digo «por lo que has conseguido» o «lo que has batallado», ni siquiera eso, te digo que te maravilles por lo que eres, por lo que ya eras el día que naciste, por lo que hay en ti cuando no necesitas demostrar, aparentar, encajar, pertenecer…

Porque no necesitas más que quitarte capas de piel gastada y dejar que te toque el sol y la lluvia, que te toque la vida… Porque sólo hace falta que sueltes tu necesidad de culparte por lo que no es y sientas lo que queda… Que es mucho, es todo, eres tú. 

El tiempo me dice que han pasado los años escribiendo poemas que no vieron la luz y esbozando besos que no llegaron a su destino. Y ahora me doy cuenta de que tampoco importa, que los versos eran para mí y los besos también. Y que ahora empieza de verdad lo bueno porque ya sé que no es una carrera, es un paseo.



Todos llegamos ¿no lo ves?

Que no hay que llegar y tocar una campana ni pelearse por la foto finish con nadie ni para nada… Todos llegamos ¿no lo ves? de hecho, ya hemos llegado hace tiempo a meta pero no lo vemos porque buscamos compararnos con otros cuando en realidad somos únicos, incomparables y tremendamente iguales, hechos del mismo material que lo impregna todo.

Ya hemos llegado pero no nos hemos dado cuenta porque esperamos un resultado, cuando el premio en realidad es nuestra transformación… Porque nuestra gran obra está en nosotros y consiste en estar en paz y dejar de creer que necesitamos alcanzar nada concreto. 

El reloj está loco y dice que nos hacemos viejos, pero no sabe que cuando te encuentras a ti mismo surfeas por encima del tiempo…

El reloj está loco y dice que nos hacemos viejos, pero no sabe que cuando te encuentras a ti mismo surfeas por encima del tiempo…

Que abres una brecha en ti y descubres que tu única piel es tu esa emoción que sientes cuando aceptas lo que eres…

Y no se arruga, no se agrieta, no se quema, no se muere… 

Cuando descubres que no necesitas dejas de ser devorado por los días y los miedos, dejas de estar pendiente del reloj y te sorprendes en un camino nuevo con compañeros de viaje que hace dos días apenas conocías…

Y empiezas a respirar tan profundo que puedes fundirte con todo, que puedes sentir que aquello que tanto dolía, ya se ha curado.

Felicidad es coherencia

Demos el pasado por cerrado, comprendido, asumido, aprendido y dejemos de mirar al futuro con ansia, con agobio, con miedo… Sumerjámonos en este momento para que sea eterno. Hagamos que no exista nada más que ahora, que esta mirada suspendida en el aire sea lo único que importa.

Caminemos sin mapa, sin miedo, casi sin rumbo pero siempre con sentido…

Que esa sensación en la nuca que nos estremece sea lo que nos guía… Que este nuevo amor interior sea nuestro timón a partir de ahora.

Caminemos sin mapa, sin miedo, casi sin rumbo pero siempre con sentido… Que el tesoro que buscamos nos nos impida ver el brillo que desprendemos nosotros cuando caminamos de la mano de nosotros mismos. 


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