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«Sí, hay salida al sufrimiento del acoso»

ENTREVISTA | Lucía Fernández Peinó, psicóloga especialista en EMDR en la Unidad de Personalidad y Comportamiento del Complejo Hospitalario Ruber Juan Bravo – Quirónsalud

Llegar a comprender la importancia del tratamiento psicológico para las víctimas de acoso no es tarea fácil.

Sin perder un ápice de rigor científico, pero con paciencia y ejemplos varios, la psicóloga Lucía Fernández Peinó nos ofrece un ‘libro’ de conocimientos al que todos y principalmente padres y educadores deberían acceder.

Lucía Fernandez Peinó estudió psicología en Salamanca y se especializó en terapia familiar, violencia de género y violencia filo parental. Ha ejercido como profesora universitaria.

ENTREVISTA | Lucía Fernández Peinó, psicóloga especialista en EMDR en la Unidad de Personalidad y Comportamiento del Complejo Hospitalario Ruber Juan BravoQuirónsalud

«El abuso de poder y la intencionalidad se dan en cualquier tipo de acoso»

Llegar a comprender la importancia del tratamiento psicológico para las víctimas de acoso no es tarea fácil. Sin perder un ápice de rigor científico, pero con paciencia y ejemplos varios, la psicóloga Lucía Fernández Peinó nos ofrece un ‘libro’ de conocimientos al que todos y principalmente padres y educadores deberían acceder.

Lucía Fernández Peinó estudió psicología en Salamanca y se especializó en terapia familiar, violencia de género y violencia filo parental. Ha ejercido como profesora universitaria. En la actualidad, forma parte del equipo especializado de la Unidad de Personalidad y Comportamiento del Complejo Hospitalario Ruber Juan Bravo, Quirónsalud.

Lucía Fernández Peinó, psicóloga en la Unidad de Personalidad y Comportamiento del Complejo Hospitalario Ruber Juan Bravo Quirónsalud

in’. Hay muchas formas de acoso pero, ¿tienen algo en común?

LF. Así es, existen distintas formas de acoso, pero siempre coinciden en el abuso de poder y en la intencionalidad clara por parte del acosador o acosadora de hacer sentir inseguridad, tensión, miedo… Muchas emociones que normalmente tienen que ver con la capacidad de control de la situación.

En el acoso laboral se suele dar el abuso de poder y los acosadores tienen una falta absoluta de empatía, son manipuladores y se toman la justicia por su mano

El niño o el adolescente, ante el bullying, vive una sensación de inseguridad brutal. Normalmente, una persona se siente segura en su entorno y tiene la capacidad de respuesta, pero en el acoso escolar la víctima es sometida a una situación de indefensión aprendida.

Esta inseguridad, por poner un ejemplo, es como la que se produce en la vivencia de situaciones de guerra o desastres naturales.

Se trata de vivencias en las que el cerebro se abruma porque percibe que hay una situación en la que la persona está en un riesgo vital que implica peligro de muerte

El abuso de poder es clarísimo en el acoso sexual. Pero también en situaciones de filoacoso, en el sexting o en el grooming, en el que los adultos se ganan la confianza de los menores para luego abusar de ellos.

En el acoso laboral también se suele dar el abuso de poder y los acosadores tienen una falta absoluta de empatía, son manipuladores y se toman la justicia por su mano.

in.’ Lo que parece claro es que nos enfrentamos a un problema muy complejo.

LF. Así es, mucha gente habla de que es habitual minimizar las situaciones de acoso infantil, pero el acoso en adultos, en cualquier ámbito, también se minimiza o ningunea.

Un niño con un entorno familiar que le aporte seguridad, con apego seguro, tiene una buena base social para poder pedir ayuda ante un posible acoso escolar

He tenido la oportunidad de tratar pacientes adultos de diversos ámbitos víctimas de acoso y que no tienen un perfil especial, sino el de haberse topado con personas muy desconectadas de su parte emocional o con poca habilidad a la hora de gestionar sus emociones.

El acoso, como la violencia de género, es un asunto muy complejo que depende de cada caso y de cada persona. En el caso de la víctima, el apego es clave. Un niño con un entorno familiar que le aporte seguridad, con apego seguro, tiene una buena base social para poder pedir ayuda ante un posible acoso escolar.

Y luego, por supuesto, hay que tener en cuenta al acosador, la persona que tienes en frente. Pero al final la base es la misma, la educación emocional y la inteligencia emocional de cualquier persona.

Si en los colegios, ademas de los necesarios protocolos de acoso escolar, se invirtiera un poco más en la inteligencia emocional, los niños serían más empáticos desde pequeños. La empatía es una de las bases para no ejercer una actitud de acoso.


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in.’ Entonces, ¿la clave está en las emociones?

LF. Sí, y la inteligencia emocional es clave para la prevención del acoso. A veces se nos olvida que las personas tenemos emociones, unas básicas y otra más complejas, pero que tenemos que conocer y que nos protegen.

A veces se nos olvida que las personas tenemos emociones, unas básicas y otra más complejas, pero que tenemos que conocer y que nos protegen

El problema viene cuando las personas no viven en conciencia plena con sus emociones, bien por ‘heridas’ de apego o por disociación, un mecanismo de defensa que tiene el cerebro ante eventos demasiado dolorosos.

Las historias traumáticas vividas y que no han sido tratadas generan una coraza, una resistencia, en vez de tener capacidad de empatía. Este es el problema.

El acosador no se pone en el lugar del acosado, no puede conectar con las necesidades de los demás. Es una falta de empatía brutal cuando, a priori, no hay rasgos psicopáticos.

Es fundamental entender lo que siento, qué es una emoción, qué tipo de emociones tengo, cómo se manejan, qué ‘herramientas’ tengo para calmarme y autogestionar el propio miedo.

Sabemos qué es una emoción cuando sabemos gestionarla y calmarnos. No tenemos que acudir a otros mecanismos de defensa más primarios. La empatía favorecería mucho en cuanto a la protección de cualquier tipo de acoso, reacciones violentas, etc.

in’. Nos falta educación emocional… desde la base.

LF. Sobre todo, nos falta reservar en los diversos niveles académicos y en las unidades didácticas un espacio importante a la educación emocional. En este sentido, por ejemplo, la sociedad americana desarrolla más la empatía, con habilidades en cuanto al lenguaje no verbal.

Aquí, todavía no estamos al día en estos aspectos. La idea es ofrecer a las familias estrategias para poder manejar situaciones complicadas y que los niños aprendan a manejar sus propias emociones.

También hay que tener en cuenta que los padres pueden tener su propia historia traumática o de falta de apego. Es como una pescadilla que se muerde la cola, algo que hay que tratar en algún momento.



in’. El acoso produce mucho sufrimiento, incluso es como una tortura.

LF. Los trastornos psíquicos (de personalidad, depresión, etc.) son menos conocidos y entendidos por la sociedad, a diferencia de enfermedades como el cáncer u otras  que conllevan mucho sufrimiento.

Algunos casos de acoso escolar acaban en suicidio, debido a la suma de una total indefensión y una serie de problemas añadidos. En cuanto la vivencia a nivel clínico, se trata de cuadros que desarrollan Estrés Pos Traumático. El TEPT aparece, por ejemplo, en veteranos de guerra o en personas que han vivido desastres naturales como terremotos o atentados.

Se trata de situaciones en las que la persona se siente totalmente fuera de control, el cerebro se abruma y la persona siente que va a morir. El miedo potencial es muy elevado.

Es cierto que la sociedad no comprende todavía el sufrimiento que provoca el acoso. Volvemos a lo mismo, la solución está, sobre todo, en la educación

Hace años el acoso se producía también. Como la violencia de género, siempre ha estado ahí, pero no se nombraba.

Ahora, las necesidades han cambiado, existe un trauma transgeneracional (un país que ha vivido una guerra) en el que hay condiciones o pensamientos que se aprenden de padres a hijos. Y también se priorizan algunas cosas en la salud. Lo físico y tangible antes que lo emocional.

A medida que evoluciona un país es cuando percibimos las necesidades emocionales (ahora hay más investigación y desarrollo y, por otra parte, las familias pueden prestar más atención a estos asuntos)..

En el ámbito jurídico, por ejemplo, no se entiende muy bien que una situación de acoso pueda generar tanto trauma, tanto sufrimiento como por ejemplo, una violación… Es cierto que la sociedad no comprende todavía el sufrimiento que provoca el acoso. Volvemos a lo mismo, la solución está, sobre todo, en la educación.

in’. ¿Le parece que hablemos en este punto del tratamiento psicológico del acoso?

LF. En cuanto al acoso escolar nos podemos enfrentar a dos situaciones: una, tratamos al menor cuando hay sospecha de acosose está produciendo; y dos, ha terminado el acoso (normalmente la víctima ha cambiado de colegio) pero aparecen síntomas diversos que afectan al menor.

Hay que trabajar los síntomas (flashback, depresión, ansiedad) que deja el acoso escolar y que pueden afectar a los niños o adolescentes a largo plazo

En el primer caso, cuando todavía está sucediendo el acoso, lo primero es garantizar la seguridad del menor. Es el momento de poner en marcha todos los mecanismos sociales y familiares que se disponen para proteger al menor.

En este sentido, es importante enseñar a los padres estrategias para evitar que la situación les sobrepase, darles las pautas necesarias. Y, por supuesto, dotar al menor de planes de seguridad, lo que debes hacer para protegerte.

A posteriori, hay que trabajar los síntomas (flashback, depresión, ansiedad…) que deja el acoso escolar y que pueden afectar a los niños o adolescentes a largo plazo si no se tratan adecuadamente.

En el acoso laboral la actuación es parecida. Aunque tratamos a adultos, hay que realizar estrategias de asertividad, autoestima y también planes de seguridad. Ayudarles a ver las vías de negociación, las atenciones que pueden recibir, las posibles soluciones y tratar los síntomas que aparecen.

in’. ¿En qué consiste el tratamiento EMDR?

LF. EMDR es un acrónimo que significa Desensibilización y Reprocesamiento del Trauma por Movimiento Ocular. Se trata de una técnica psicológica, un tipo de abordaje que se utiliza en terapia sobre todo en casos de Estrés Postraumático.

Es una técnica muy desarrollada y avalada por la APA y por la OMS como terapia probada científicamente junto a la cognitiva conductual para TEPT, aunque también es muy útil para el tratamiento de otro tipo de sintomatologías.

El EMDR es una técnica psicológica, un tipo de abordaje que se utiliza en terapia sobre todo en casos de Estrés Pos Traumático

El punto fuerte de la terapia EMDR con relación al acoso es su cercanía a la Neurología, porque explica muy bien la sintomatología de la persona en el presente con eventos que han sucedido en el pasado y cómo se almacenan esos eventos en redes neuronales.

Sabemos que hay algún tipo de eventos traumáticos almacenados en redes neuronales que no se pueden procesar cuando el cerebro está muy abrumado.

Es como si se atascara el sistema de procesamiento de la información y esto genera síntomas que se traducen en síntomascreencias como ‘no soy válido‘. Es un conjunto: síntomas físicos, creencias negativas y emociones abrumadoras. Cuando sufro un evento negativo es inevitable que saque una conclusión.

Si voy por la calle y me roban diré, ‘vaya, pues que tonta, cómo me he podido dejar robar… el mundo no es seguro…’ Una serie de afirmaciones o creencias que afectan a la persona. Si nos referimos a los niños, hay que tener en cuenta la importancia del momento en que sucede, ya que se está desarrollando la personalidad.

El EMDR procesa esa información que ha sido abrumadora y que todavía sigue generando problemas en el cerebro, porque todavía no se ha podido asimilar (el cerebro estaba en ‘modo peligro’) para de alguna manera equilibrar los hemisferios y muchas estructuras cerebrales para que la información se pueda procesar y la persona tenga una sensación de seguridad.

En el acoso es importante el tratamiento con EMDR, porque se resuelven los casos con rapidez y con estabilidad en el tiempo

Lo que sucede con las cosas negativas que nos pasan es que las llevamos al presente. Se trata de un mecanismo del cerebro para evitar nuevas situaciones parecidas, pero que produce este tipo de problemas.

Si sientes que algo todavía está pasando o tienes una respuesta física no controlada de tu cuerpo, no vas a poder realizar tu vida con normalidad.

Por eso, en el acoso es importante el tratamiento con EMDR, porque se resuelven los casos con rapidez y con estabilidad en el tiempo. Es decir, no hay que volver a tratarlas, porque es una cuestión neurológica, se coloca, y cuando se coloca, se acabó.

in. ¿Y el asunto de los movimientos oculares?

LF. El EMDR se basa en una serie de movimientos oculares que a su vez se basan en un tipo de procesamiento, que es cuando dormimos, la fase REM del sueño. El tratamiento se inicia con una fase de evaluación y de conceptualización del caso para averiguar donde está la información mal almacenada o cuál es la red neuronal que está provocando los síntomas.

Normalmente, son recuerdos… buscamos esos recuerdos. Te dicen, ‘mira, me acuerdo aquel día que llevaba la camisa roja y entonces el otro apareció por la puerta, me empezó a a insultar y se me vino el mundo encima…’

El EMDR se basa en una serie de movimientos oculares que a su vez se basan en un tipo de procesamiento, que es cuando dormimos, la fase REM del sueño

Se trata de recuerdos que tienen una nitidez extrañamente potente cuando hay otros elementos del día que son más importantes y no se recuerdan debido a que los procesas y los olvidas.

En la fase de evaluación averiguamos qué es lo que el paciente necesita resolver.

De ahí pasamos a un protocolo estandarizado y comprobado científicamente en el que se realiza un trabajo cognitivo para preparar esa red neuronal y así, después, estimular ciertas partes del cerebro simultáneamente.

Se prepara el cerebro para procesar ese evento, y evocar ese recuerdo visualmente y acompasarlo de movimientos oculares laterales frente del paciente.

Esto, que se descubrió casi sin querer es una terapia muy avanzada e investigada en el ámbito biológico, que funciona, y que ha sido avalada, como ya he dicho, por la APA y por la OMS.

Mi experiencia práctica en este tipo de casos me dice que lo impresionante del EMDR es que en menos de una sesión puedes ver traumas de este tipo resueltos. Impresiona ver lo rápido que funciona y hasta los propios terapeutas nos sorprendemos.

in. Suena un poco a película de ciencia ficción…

LF. Sí, tal cual… Cuando descubrí el EMDR me pareció impresionante y en seguida quise formarme en esta terapia. Cuando ves sus resultados en directo con los pacientes dices ‘¿cómo es posible?, no tiene sentido’. Pero cuando estudias las base neurológicas tiene todo el sentido del mundo.

in. Entonces, ¿hay salida al acoso?

LF. La respuesta que me sale a esta pregunta es ‘hay salida a la vida’, porque la vida normalmente depara cosas que no conoces, está llena de traumas, de experiencias difíciles. Pero las superas. Y el acoso también.

La respuesta es ‘hay salida a la vida’, porque normalmente depara cosas que no conoces, está llena de traumas, de experiencias difíciles. Pero las superas. El acoso también

He tratado a pacientes acosados que ya no tienen ninguna secuela. El tratamiento ha sido efectivo y han tenido un buen sistema familiar de protección. Todo ha funcionado perfectamente y se ha podido cumplir con la reparación del daño sufrido por la víctima.

La idea no es vivir en una burbuja, sino poder vivir y reparar el daño recibido, seas niño o adulto.

Si eres niño, los padres tienen una gran responsabilidad en la reparación, ayudando a sus hijos para que alcancen una resolución.

En el mundo adulto, es importante que puedas ‘lamerte las heridas’ y procesar del modo más efectivo posible una situación de acoso laboral o sexual.

Sí, hay salida al sufrimiento del acoso. Ahora disponemos de mucha información sobre el problema del acoso y es más fácil identificar este tipo de sucesos, hay protocolos establecidos… Es cierto que también, a veces, se intenta ocultar… pero con la información y con las terapias de que disponemos hay salida.

Y no nos olvidemos de los acosadores, la gente que ejerce el acoso también necesita ayuda.

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