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Mobbing, ‘gotas’ sobre una piedra

Mi amigo Benjamín nos trae el testimonio real de acoso laboral o mobbing sufrido por Julia, una profesional cualificada que vio como el hostigamiento en su puesto de trabajo afectó a su salud física y psíquica y a sus relaciones personales y familiares. Me dice que le recuerda mucho a su caso, en el que el hostigamiento se produce ‘gota a gota’ a lo largo de los años y termina por minar tu salud y tu entereza, tu alegría y… tu vida.

Mi amigo Benjamín nos trae el testimonio real de acoso laboral o mobbing sufrido por Julia, una profesional cualificada que vio como el hostigamiento en su puesto de trabajo afectó a su salud física y psíquica y a sus relaciones personales y familiares.

Me dice que le recuerda mucho a su caso, en el que el hostigamiento se produce ‘gota a gota’ a lo largo de los años y termina por minar tu salud y tu entereza, tu alegría y… tu vida. «No somos conscientes del enorme sufrimiento que provoca el acoso», me dice Mi amigo Benjamín.


Campaña de información y concienciación contra el acoso laboral lanzada por jupsin.com en 2018


Julia: «Me hacía el bicho bola o la muerta para pasar desapercibida y evitar el acoso»

No dije nada durante varios años por miedo a perder mi trabajo. Empecé haciendo suplencias y luego tuve un contrato de obra y servicio durante ocho años.

Me daba vergüenza reconocer que “una profesional cualificada” como yo, que había estudiado fuera, con un Master, experiencia… permitía el acoso y no les frenaba. Tenía por fin un trabajo vocacional que me encantaba y no quería perderlo.

El moobing es como una gota de agua que cae sobre una piedra. Podrá ser dura, pero gotita tras gotita al final se desgasta

Las ‘gotas’ del mobbing

Cuando fui a hablar con las peritos de Psicología Velázquez, pude entender que el moobing es como una gota de agua que cae sobre una piedra.

La piedra podrá ser dura pero gota tras gota al final se desgasta y se queda en nada. Así es el acoso laboral.

Me he quedado en nada (sin autoestima, con ansiedad crónica, insomnio…).

El desgaste ha sido enorme para mi y también para mi entorno. Mi familia ha sido la que ha recibido el impacto de lo que recibía todas las mañanas.

Mis compañeros me dieron la espalda

Es un círculo vicioso que empieza por aguantarcallar, someterse a los comentarios, escuchar ironías, ser ignorada en los proyectos brillantes.

Hasta que gran parte de los compañeros a los que consideraba amigos, dejaron de bajar a desayunar conmigo cuando decidí que no podía mas y les comuniqué que por salud tenía que comunicarlo a dirección.

Es un círculo vicioso que empieza por aguantar, callar, someterse a los comentarios, escuchar ironías, ser ignorada en los proyectos brillantes

No podía seguir de esa manera. En ese momento, mis compañeros me dieron la espalda, me dijeron que no hablara.

Como represalia dejaron de hablarme y no volvieron nunca mas a relacionarse conmigo.

Me evitaban, creo que también con miedo a que les vieran conmigo, no sé.

A fecha de hoy creo que fue eso, también miedo a que saltara por los aires algo que a mi me estaba afectando en lo personalfamiliar y en mi salud.

«Mira para otro lado»

Hace dos años y medio, puse en conocimiento de la directora a nivel nacional la situación de maltrato y falta de educación, de mobbing que estaba viviendo en mi departamento.

A partir de ahí, fue mucho peor. Ya estaba en el punto de mira, pero a partir de ese acontecimiento fue el disparadero y ya todo estaba justificado. Mis jefas y después mis compañeros.


Viñeta concienciación contra el acoso laboral de los dibujantes Idigoras y Pachi exclusiva para jupsin.com


A los dos años justos de informar, mi jefa fue desplazada a otra unidad y las dos coordinadoras siguieron en su línea. Mi antigua jefa está en un edificio que se ve desde la ventana que trabajo y viene a desayunar con alguna persona con la que queda.

Uf ya no pude mas, creí que las cosas iban a cambiar porque la nueva directora vino con  talante renovador pero fue la gota que colmó el vaso

La he seguido viendo campar a sus anchas por la oficina y por primera vez recibí tras 10 años un mensaje de felicitación navideña en mi móvil privado.

Para mi fue una provocación y una invasión a mi vida que no pude responder.

En navidad, consulté con la asociación Mobbing Madrid porque mi nueva jefa, que no tenía la menor idea de cómo ha sido el funcionamiento del departamento, y a la que yo comuniqué lo que me ha estado ocurriendo durante estos años, me pidió «mira para otro lado”Al menos, que tratara de no “victimizarme”.

Uf ya no pude mas, yo creí que las cosas iban a cambiar porque la nueva directora vino con un talante muy renovador pero fue la gota que colmó el vaso.

Normalmente, me hacía el ‘bicho bola’ o ‘la muerta’ en las reuniones para pasar lo mas desapercibida posible

Hacerse el ‘bicho bola’ o ‘la muerta’

Normalmente, me hacía el ‘bicho bola’ ‘la muerta’ en las reuniones para pasar lo mas desapercibida posible y evitar el mobbing.

Pero en ese momento, vi que nadie iba a cambiar la dinámica del departamento y que todo seguía igual.

La nueva directora me dijo, textualmente, que no había venido a prescindir de nadie, así que seguiría mas o menos igual.

«Me sentía cada vez mas humillada y culpable porque no les podía hacer frente».

«No podía responder, reaccionar… me paralizaba»

Me sentía humillada y no entendía porque yo, no era capaz de responder, ni reaccionar cuando se dirigían a mi con mal tono, o malas caras o malos gestos… Me paralizaba y alguna compañera se daba cuenta y me decía que porque no respondía.

Me sentía cada vez mas humillada y culpable porque no les podía hacer frente. No supe o no sabía cómo defenderme. Hablé, en su momento, con la directora nacional esperando un cambio. Incluso, pedí que me reubicaran. No hizo nada.

Me sentía cada vez mas humillada y culpable porque no les podía hacer frente. No supe o no sabía cómo defenderme

Mis compañeros, por miedo a perder sus trabajos o lo que fuera, me dieron la espalda.

Tan solo ha habido una compañera en este tiempo que me apoya y sabe por lo que estoy pasando. Ella también estuvo de baja medica por mobbing y por las mismas personas.

No pude comunicarlo al comité de empresa ya que el chico que nos representaba fue el primero en dejarme de hablar. Lo comuniqué al representante sindical de Central y le pedí un análisis de Riesgos Psicosociales. A día de hoy no ha habido ninguna prevención ni análisis.



Sin prevención y con ‘amiguismo’

En mi empresa hasta la fecha de mi baja no ha habido ninguna política de prevención de riesgos laborales y precisamente para gestionar los casos de acoso que empezaron a salir a flote, se constituyó una comisión que permitiera canalizarlos.

En esa comisión, está la mejor amiga de una de mis acosadoras. Así que cualquiera va a la comisión de prevención de Riesgos Laborales. La nueva jefa también dejó las cosas como estaban y no hizo nada.

Me derrumbé y fui a mi doctora, que en 2008 ya dejó registrado un episodio de acoso en mi historial médico

Por todo ello me derrumbé y fui a mi doctora, que en 2008 ya dejó registrado un episodio de acoso en mi historial médico.

Podría escribir un libro o tres, pero quería compartir mi experiencia y la situación devastadora por la que estoy pasando.

Sobre todo, solicité una valoración psicológica pericial al equipo de Psicología Velázquez, porque quería saber qué me estaba pasando, si me había vuelto loca.

Y también porque necesitaba que a nivel forense hubiera constancia de las consecuencias que el acoso laboral ha supuesto para mi y mi familia. También para mi vida profesional, ya que ahora tengo que reconstruir mi autoestima, y mil cosas mas que han caído.

Sola frente al acoso laboral

Nadie ha hecho nada para evitar que siguieran acosándome, ignorándome, evitando que no accediera a los proyectos y procesos “estrella”.

Nadie me ha echado una mano, sino todo lo contrario. No me han ayudado y nadie me ha protegido. Nadie ha activado ningún recurso de protección psicosocial, entre otras cosas porque no existía.

Gracias a las psicólogas forenses Rocío y Paloma, que me hicieron ver que no soy culpable del acoso que he sufrido

Para finalizar, quisiera agradecer a las psicólogas forensesRocío y Paloma, su profesionalidad y su humanidad.

Su seriedad y su gran trabajo que ha hecho que pueda continuar mi vida entendiendo que no soy culpable del mobbing que sufrí, sino la víctima. Por tocar fondo con ellas y querer salir a flote.

En ello estoy…


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