En sus Manos

La personalidad ‘fuerte’ de una persona acosada

Una persona expuesta a conductas hostigadoras, ya de por sí es fuerte. De hecho, cualquier persona que está expuesta a actitudes y comportamientos constitutivos de acoso, tiende a intentar adaptarse a esa situación hostigadora. El intento por adaptarse caracteriza a la persona acosada como poseedora de una gran fortaleza, con gran capacidad de resiliencia, de afrontamiento y resolución de problemas.

La persona acosada, suele decirse popularmente, es una persona débil. Y, por lo general, es todo lo contrario.

El intento por adaptarse caracteriza a la persona acosada como poseedora de una gran fortaleza

Una persona expuesta a conductas hostigadoras, ya de por sí es fuerte.

De hecho, cualquier persona que está expuesta a actitudes y comportamientos constitutivos de acoso, tiende a intentar adaptarse a esa situación hostigadora.

El intento por adaptarse caracteriza a la persona acosada como poseedora de una gran fortaleza, con gran capacidad de resiliencia y de afrontamiento y resolución de problemas.

Si bien este intento, generalmente, no surte efecto al ser un hostigamiento continuado, si puede ayudar a paliar las graves consecuencias que provoca el acoso.

Alerta, estrés y actitud defensiva

En psicología, hablamos del denominado ‘síndrome general de adaptación’, proceso cuyo nombre fue acuñado por Selyé.

Desarrollamos este síndrome cuando estamos expuestos a una situación continuada de alerta y estrés, manteniéndonos constantemente activos y con una actitud defensiva.

Si queremos ser más concretos, es necesario precisar los siguientes conceptos. Se utiliza el término «respuesta de estrés» al referirse a la respuesta inespecífica del organismo a cualquier demanda, y el término de «estresor» o «situación estresante» referida al estímulo o situación que provoca una respuesta de estrés.



Del estrés a los trastornos psicofisiológicos

La respuesta de estrés es una respuesta automática del organismo a cualquier cambio ambiental, externo o interno, mediante la cual se prepara para hacer frente a las posibles demandas que se generan como consecuencia de la nueva situación.

La respuesta de estrés es una respuesta automática del organismo a cualquier cambio ambiental, externo o interno

Por tanto, esto no es algo «malo» en sí mismo.  Al contrario, facilita a disponer de recursos para enfrentarse a situaciones que se suponen excepcionales.

Dado que se activan gran cantidad de recursos (incluye aumento en el nivel de activación fisiológica, cognitiva y conductual) supone un desgaste importante para el organismo.

Si éste es episódico no habrá problemas, pues el organismo tiene capacidad para recuperarse. Si se repiten con excesiva frecuencia, intensidad o duración, pueden producir la aparición de trastornos psicofisiológicos.

Rocío Gavilán y Paloma López, psicólogas forenses en Psicología Velázquez

Sentimiento de culpa e incompetencia

Las situaciones que experimentan en el ámbito laboral, les llevan a intentar adaptarse a ellas de manera continua en el tiempo, afrontando con sus esfuerzos cognitivos de pensamiento y conductas que han desarrollado a lo largo de su vida.

Las situaciones vividas en sus puestos laborales van haciendo mella en la persona acosada, y crean una valoración de sí misma muy negativa

La finalidad es manejar las situaciones que son desbordantes, como la vividas en su ámbito laboral.

Estas situaciones vividas en sus puestos laborales van, poco a poco, haciendo mella en la persona acosada, de tal forma que crean una valoración de sí misma muy negativa.

Tanto es así, que llegan a creer que realmente tienen la culpa de todo lo que ocurre y que son incompetentes.

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