En sus Manos
‘Ni una menos’, la lucha contra la violencia machista en Argentina
Valentina Waisman y Paola Gómez (Red Libres) realizan para jupsin.com desde Argentina un breve pero interesante recorrido para explicar qué significa la consigna “Ni Una Menos”. Cómo surgió, las distintas movilizaciones y reclamos del movimiento y por último, el proceso que cobró tanta fuerza y entidad en Argentina e incluso contagió a muchos otros países de Latinoamérica y del mundo.
Valentina Waisman y Paola Gómez para RED LIBRES
El movimiento feminista Ni Una Menos surgió en Argentina en el año 2015. Un colectivo de protesta contra la violencia hacia las mujeres y su consecuencia más grave y visible, el femicidio.
Red Libres realiza para jupsin.com un breve recorrido para explicar qué significa la consigna ‘Ni Una Menos’
Al momento de su creación existía en Argentina, por un lado, una gran preocupación en toda la sociedad por la desaparición y el asesinato de muchas mujeres; y por el otro, un sentimiento de fastidio y hartazgo frente a la violencia machista en diferentes escalas.
Red Libres realiza para jupsin.com un breve recorrido para explicar qué significa la consigna “Ni Una Menos”, cómo surgió, las distintas movilizaciones y reclamos del movimiento y por último, el proceso que cobró tanta fuerza y entidad en nuestro país e incluso contagió a muchos otros países de Latinoamérica y del mundo.
Qué significa Ni Una Menos
La consigna Ni Una Menos surge de la frase “Ni una menos, ni una muerta más«, escrita por la poetisa y activista mexicana Susana Chávez Castillo en 1995, para protestar por los femicidios en Ciudad Juárez. En 2011, la escritora fue asesinada por denunciar estos crímenes contra las mujeres en México.
Vanina Escales, comunicadora y activista argentina, adoptó dicha expresión «Ni una menos» para llamar a la maratón de lectura del 26 de marzo de 2015 y el nombre se mantuvo para la primera movilización que le siguió en junio de 2015.
De este modo, el hashtag #NiUnaMenos fue difundido por periodistas en las redes sociales y terminó instalándose de manera masiva en la población a lo largo de todo el país. Una frase que se transformó en un grito. Un grito desesperado para parar los femicidios.
El comienzo del movimiento
Chiara Paez fue asesinada brutalmente por su novio -condenado actualmente a 21 años de prisión- en la ciudad de Rufino -provincia de Santa Fe– el 10 de mayo de 2015. Tenía 14 años y estaba embarazada.
El caso de Chiara Paez fue el motor para decir basta a la violencia de género
Cuando la triste noticia fue conocida por toda la sociedad argentina, ésta causó indignación y conmoción.
Por esa razón, un grupo de periodistas y escritoras difundieron por la red social Twitter la idea de reunirse frente al Congreso de la Nación para crear conciencia sobre los femicidios y parar la violencia machista.
A partir de ello, se realizó la primera marcha y fue la convocatoria más multitudinaria en protesta contra la violencia de género en la historia de Argentina. El caso de Chiara Paez se convirtió en el motor para decir basta a la violencia de género.
Las primeras movilizaciones del Ni Una Menos
La primera marcha tuvo lugar el 3 de junio de 2015, bajo la consigna ‘Ni Una Menos’, teniendo como principal punto de encuentro la Plaza del Congreso en Buenos Aires y se replicó en 80 ciudades de Argentina.
En Buenos Aires asistieron más de 300.000 personas apoyadas por grupos de derechos de las mujeres, sindicatos, organizaciones políticas y sociales.
Esta convocatoria surgió de manera espontánea y produjo una unión inesperada, en la que coincidieron: periodistas, escritoras, militantes, mujeres, hombres, niños y niñas. Ni Una Menos hizo que muchas personas se sintieran parte de la movilización porque no fue partidario, ni sectorial, ni religioso.
La convocatoria masiva respondía al ánimo social, a la necesidad, a la furia, a la toma de conciencia y a la lucha incansable de organizaciones que trabajan desde hace años para eliminar la violencia contra las mujeres
La convocatoria masiva respondía al ánimo social, a la necesidad, a la furia, a la toma de conciencia y a la lucha incansable de organizaciones que trabajan desde hace años para eliminar la violencia contra las mujeres.
De modo que, las redes sociales como Twitter y Facebook, fueron claves en la difusión teniendo en cuenta el carácter multiplicador y expansivo que adquieren los mensajes al viralizarse.
El 3 de junio de 2016, el colectivo convocó a otra movilización al cumplirse un año de la primera convocatoria. Ésta se realizó con una nueva consigna: ‘Vivas Nos Queremos ‘y asistieron alrededor de 200.000 personas en la ciudad de Buenos Aires.
Al año siguiente, el 3 de junio de 2017, el colectivo #NiUnaMenos organizó la tercera marcha consecutiva, esta vez bajo la consigna ‘Basta de femicidios, el gobierno es responsable’.
El aborto fue el reclamo de la movilización de 2018
A diferencia de años anteriores, en el marco del ‘Ni Una Menos’, el 4 de junio de este año se llevó a cabo un pañuelazo verde contra el aborto clandestino e inseguro, alcanzando una movilización de 150.000 personas.
El 14 de junio, la Cámara de Diputados de la Nación aprobó el proyecto para legalizar el aborto luego de un intenso debate
Se marchó hacia el Congreso de la Nación bajo la consigna ‘Sin aborto legal no hay Ni una Menos. No al pacto de Macri con el FMI’, para exigir la aprobación del Proyecto de Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo, presentado por séptima vez por la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito.
El 14 de junio, la Cámara de Diputados de la Nación aprobó el proyecto para legalizar el aborto luego de un intenso debate que duró alrededor de 23 horas y el que arrojó un resultado de: 129 votos positivos, 125 votos negativos y 1 abstención. Ahora, el proyecto se encuentra en la recta final y será debatido en el Senado de la Nación el 8 de agosto. Se espera que el proyecto se convierta finalmente en ley.
Lo que nos dejó el Ni Una Menos
Desde aquella primera marcha del Ni Una Menos al día de hoy se consiguió que algunos pedidos se escucharan, pero quedan muchas deudas pendientes en nuestro país.
A partir de las demandas de la primera movilización, en el año 2015 se creó el primer registro oficial de femicidios elaborado por la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Este registro ha sido criticado porque no se contabilizan aquellos casos donde no existe causa penal (porque el autor se suicida).
Otro avance ocurrió ese mismo año, cuando se sancionó la ley que dispone la creación del Cuerpo de Abogadas y Abogados para Víctimas de Violencia de Género (Ley N° 27.210).
En 2017, se aprobaron la ley que restringe la responsabilidad parental a los femicidas y la de reparación económica para los hijos e hijas de mujeres víctimas de femicidio
En el año 2017, se aprobaron dos leyes: la ley que restringe la responsabilidad parental a los femicidas y la ley de reparación económica para los hijos e hijas de mujeres víctimas de femicidio de la Ciudad de Buenos Aires.
A su vez, las movilizaciones de Ni Una Menos generaron cataratas de denuncias de mujeres que antes no se animaban, pero ahora se plantan contra una situación de violencia ante la Justicia y las fiscalías especializadas.
Asimismo, hay una mayor condena por parte de la sociedad que ya no acepta ni tolera el machismo. Actitudes y reacciones ya no pasan inadvertidas como ocurría en el pasado y se denuncian abiertamente como formas de violencia.
A pesar de estos cambios, los femicidios en Argentina no cesan. Según un informe de la Organización Mujeres de la Matria Latinoamericana –MuMaLá-, se registraron 261 femicidios en 2017 en Argentina – lo que significa un femicidio cada 34 horas.- y 101 en los primeros 6 meses de este año. En los últimos 3 años se computaron 871 femicidios en nuestro país.
Raquel Vivanco -Coordinadora Nacional de MuMaLá y presidenta del Observatorio Ni Una Menos– afirma que sigue sin garantizarse la ley para la erradicación de la violencia contra las mujeres -vigente desde 2009- ya que el patrocinio jurídico gratuito especializado para las mujeres víctimas sólo se brinda en dos ciudades del país y tampoco se están poniendo en marcha “campañas masivas de sensibilización”.
Se observan problemas como el recorte del presupuesto en áreas que trabajan con la temática de género y la falta de capacitación con perspectiva de género del personal en justicia, fiscalías y comisarías
De manera que, a 9 años de haberse aprobado la mencionada ley, aún no ha sido implementada en su totalidad ni se ha traducido en una reducción en el número de femicidios.
Además, se observan otros problemas como el recorte del presupuesto en áreas claves que trabajan con la temática de género y la falta de capacitación con perspectiva de género del personal en la justicia, fiscalías y comisarías que debe asistir a la mujer que sufre violencia.
Tampoco se ha instrumentado la ley que otorga patrocinio jurídico gratuito a las víctimas y no se ha promovido la conexión entra causas que se tramitan en distintos fueros.
Y por último, aún en muchas escuelas del país no se aplica el Programa Nacional de Educación Sexual Integral.
El proceso de cambio
Existe un cambio a nivel social y cultural en Argentina. La sociedad ha comenzado a involucrarse y ya no prevalece el “no te metas”, sino que se entiende que la única manera de afrontar esta problemática es hacerla visible y actuar en consecuencia.
Hace unos años, la sociedad argentina ha comenzado a aceptar que las situaciones de violencia contra la mujer no son cuestiones “privadas”, sino públicas. Entonces, es el Estado el que debe intervenir a través de sus poderes para dar solución a esta problemática.
No exigimos sólo que no nos maten, sino que queremos estar vivas, activas, alegres, decidiendo sobre nuestra vida.
Es por eso que hasta ahora, las marchas convocadas por el colectivo ‘Ni Una Menos’ han tenido una gran recepción, una masiva participación y a través del paso de los años, el reclamo se ha ido profundizando contra todo tipo de violencia.
No exigimos sólo que no nos maten, sino que queremos estar vivas, activas, alegres, decidiendo sobre nuestra vida.
Este ya no es un fenómeno que ocurre sólo en Argentina, sino que el ‘Ni Una Menos’ también se extendió a diferentes partes de América Latina y del mundo, como: Uruguay, Ecuador, Perú, Bolivia, Colombia, Venezuela, México, Chile, Paraguay, Honduras, Francia, España e Italia, entre otros.
A 3 años del primer grito de ‘Ni Una Menos’, el tema de la violencia machista se instaló en la agenda política y obliga a los poderes del Estado a responder con políticas públicas, como la ampliación de los mecanismos de prevención y ayuda integral a las mujeres.
‘Ni Una Menos’ representa el grito de las mujeres que le dijeron basta a la violencia machista y a partir del cual pusieron en marcha una revolución, que se extiende a lo largo y ancho del país y alrededor del mundo.