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Mujeres en el deporte, adiós al mito del sexo débil
Desde figuras conocidas como la tenista Billie Jean King y la gimnasta Simone Biles, hasta atletas menos conocidas como Patti McGee y Toni Stone, la primera mujer que jugó al béisbol en una liga profesional masculina. Abarcando más de cuarenta deportes, esta fascinante colección también contiene infografías sobre equipos de mujeres notables a lo largo de la historia, estadísticas salariales, anatomía muscular, etc. Mujeres en el deporte celebra el éxito de mujeres fuertes y audaces que allanaron el camino para la próxima generación de atletas.
Mujeres en el deporte – Escrito e ilustrado por Rachel Ignotofsky – Capitan Swing – Libro recomendado por jupsin.com.
- Mujeres en el deporte celebra el éxito de mujeres fuertes y audaces que allanaron el camino para la próxima generación de atletas.
- «¡El sexo débil!». No era la primera vez que se oía esa mentira y no sería la última. Es lo que Bobby Riggs, un antiguo campeón de tenis, dijo sobre las mujeres en 1973.
El éxito de mujeres fuertes y audaces que allanaron el camino
De la autora de Mujeres de ciencia, de nuevo 50 mujeres con una historia apasionante.
Un libro maravillosamente ilustrado, y al mismo tiempo inspirador, que destaca los logros y las historias de cincuenta mujeres atletas notables.
Un libro maravillosamente ilustrado e inspirado que destaca los logros y las historias de cincuenta mujeres atletas notables
Desde figuras conocidas como la tenista Billie Jean King y la gimnasta Simone Biles, hasta atletas menos conocidas como Patti McGee y Toni Stone, la primera mujer que jugó al béisbol en una liga profesional masculina.
Abarcando más de cuarenta deportes, esta fascinante colección también contiene infografías sobre equipos de mujeres notables a lo largo de la historia, estadísticas salariales, anatomía muscular, etc.
Mujeres en el deporte celebra el éxito de mujeres fuertes y audaces que allanaron el camino para la próxima generación de atletas.
Mujeres en el deporte – Extracto cortesía de Capitán Swing
«¡El sexo débil!». No era la primera vez que se oía esa mentira y no sería la última. Es lo que Bobby Riggs, un antiguo campeón de tenis, dijo sobre las mujeres en 1973.
Pero la tenista Billie Jean King se enfrentó a él y a su soberbia. Gracias a su magistral habilidad, su fuerza física y su gran autoestima, Billie Jean cambiaría el mundo con su raqueta de tenis.
«¡El sexo débil!». No era la primera vez que se oía esa mentira y no sería la última
Era duro para ellas luchar contra este sexismo, sin ningún lugar en el que poder demostrar que eran capaces y fuertes. Por supuesto, a lo largo de la historia, este estereotipo se ha extendido a otros segmentos de la sociedad.
A lo largo de la historia, ha estado presente el estereotipo de que las mujeres son débiles, razón por la que han sido excluidas de forma rutinaria de las competiciones, gimnasios, equipos y clubs deportivos.
A las mujeres se les han negado oportunidades educativas, cívicas, empresariales y de liderazgo, y han tenido que demostrar que son tan listas y trabajadoras como los hombres.
Mujeres deportistas como Billie Jean han tenido que luchar contra el estereotipo más básico de todos: que el cuerpo de una mujer es más débil y menos competente por naturaleza que el de los hombres. Su progreso ha sido verdaderamente inspirador.
Mujeres deportistas como Billie Jean han tenido que luchar contra el estereotipo más básico de todos: que el cuerpo de una mujer es más débil…
Durante la década de 1970, el movimiento feminista estuvo en pleno apogeo en Estados Unidos, Gran Bretaña y en otras naciones desarrolladas. Las mujeres pedían cobrar el mismo salario que los hombres y gozar de las mismas oportunidades.
En 1972, Estados Unidos aprobó el título IX como parte de las Enmiendas de Educación, convirtiendo en ilegal la discriminación por razones de sexo en las escuelas del país que reciben ayuda económica federal.
Por primera vez, muchas escuelas empezaron a crear programas deportivos para mujeres y las universidades empezaron a concederles becas deportivas. Finalmente, las mujeres podían dedicarse a su pasión deportiva y mostrar al mundo su auténtica fortaleza.
La reacción fue inevitable. Muchos pensaban todavía que las mujeres se debían dedicar solo a actividades tradicionales consideradas «femeninas».
El tenista Bobby Riggs quiso demostrar que las mujeres no tenían cabida en el deporte venciendo a la mejor tenista, Billie Jean King. En 1973, la retó a participar en un partido de tenis que fue bautizado como «la Batalla de los Sexos».
Al principio, Billie Jean declinó la oferta. Pero cuando Bobby derrotó a la ganadora de un Grand Slam, Margaret Court, en el llamado partido de la «Masacre del Día de la Madre», Billie Jean comprendió que había más en juego que un simple partido de tenis.
Las mujeres de todo el mundo vieron a Billie Jean y gracias a ello lograron la fuerza necesaria para hacerse valer
El mundo entero estaba expectante cuando Billie Jean y Bobby entraron en la pista de tenis. Ganar no sería suficiente; tenía que darle una buena paliza.
Y lo hizo: 6-4, 6-3 y 6-3. ¡Billie lanzó su raqueta al aire festejando la victoria mientras el público enloquecía!
Las mujeres de todo el mundo vieron a Billie Jean y gracias a ello lograron la fuerza necesaria para hacerse valer.
Muchas le agradecieron haber sido su inspiración para, finalmente, pedir un aumento de sueldo o un ascenso. Los hombres querían que sus hijas crecieran fuertes y valientes como Billie Jean.
Utilizó su posición como estrella del deporte para convertirse en una líder también fuera de la pista, presionando y creando iniciativas para que las mujeres y otras minorías tuvieran las mismas oportunidades en el mercado laboral.
La lucha por la justicia social a menudo empieza en un terreno de juego o en una pista deportiva.
Este es el poder cultural del deporte: inspirar coraje a través del entretenimiento y la competición. La lucha por la justicia social a menudo empieza en un terreno de juego o en una pista deportiva.
Mediante la consecución de victorias históricas y estableciendo nuevos récords, las mujeres deportistas como Billie Jean compartieron sus historias, derribaron estereotipos y lograron cambiar las cosas.
El deporte siempre ha formado parte de la cultura humana y los deportistas se han convertido en héroes, iconos sociales y modelos. Aunque lo importante en los deportes debería ser la habilidad y el trabajo duro, los prejuicios sociales a menudo han impedido a las mujeres participar en competiciones.
Hizo falta que mujeres valientes, sin miedo, rompieran estas barreras: desafiando las reglas, siendo ingeniosas y afrontando riesgos peligrosos, todo ello para demostrar su fortaleza, independencia y capacidad para liderar y cambiar el mundo.
Cuando los periódicos se burlaban de una mujer «débil» como Gertrude Ederle diciendo que no podría cruzar el canal de la Mancha nadando, Gertrude decidió que o se ahogaba o triunfaba. Triunfó… y estableció un nuevo récord mundial en 1926.
Cuando a Sue Sally Hale le dijeron que las mujeres no podían jugar al polo, se estuvo disfrazando de hombre durante veinte años para practicar el deporte que amaba
Cuando Althea Gibson, una mujer negra, jugó al tenis durante la época de la segregación, su valor fue tan innegable que fue capaz de cruzar la línea de la segregación y convertirse en la primera afroamericana en mostrar sus habilidades en Wimbledon.
El mundo la juzgaría por sus capacidades, no por el color de su piel, ayudando de esta manera al movimiento en favor de los derechos civiles y allanando el camino para grandes deportistas como Serena Williams.
Cuando a Sue Sally Hale le dijeron que las mujeres no podían jugar al polo, se estuvo disfrazando de hombre durante veinte años para practicar el deporte que amaba.
Sue Sally finalmente sacó provecho de su secreto para forzar la aceptación de ambos sexos en el polo, lo que le permitiría convertirse en una líder en el campo.
Estos son solo unos pocos ejemplos de mujeres deportistas que demostraron su valor, revelando al mundo lo que las mujeres pueden hacer y creando más oportunidades para las generaciones futuras.
… historias de mujeres que llegaron hasta el límite, hicieron lo imposible y se convirtieron en leyendas
Las mujeres deportistas todavía se tienen que enfrentar a algunos problemas, como la falta de financiación, la cobertura mediática y la desigualdad salarial. Pero, con cada nueva generación, las mujeres superan las expectativas y logran grandes gestas que desafían el statu quo.
Este libro está lleno de historias de niñas que crecieron para lograr sus mayores sueños…, historias de mujeres que llegaron hasta el límite, hicieron lo imposible y se convirtieron en leyendas.
La autora e ilustradora, Rachel Ignotofsky
Ahora vive en la hermosa Kansas City, donde se pasa todo el día dibujando y aprendiendo todo lo que puede.
Le apasiona recoger información densa y hacerla accesible y divertida, y se dedica a crear trabajos artísticos educativos.
Rachel se inspira en la historia y en la ciencia, y cree que la ilustración es una poderosa herramienta que puede convertir el aprendizaje en algo excitante.
Utiliza su trabajo para propagar sus ideas sobre educación, el aprendizaje de la ciencia y sobre las mujeres que han sido capaces de lograr grandes cosas. Para ver más trabajos de su arte pedagógico y aprender más sobre ella, visita su web.