En sus Manos
El acoso laboral en la Administración Pública
El acoso laboral es un daño que puede sufrir cualquier persona, sea como sea. Si bien es cierto, que existen una serie de puestos de trabajo que tienden a ser más propensos a este tipo de acoso, en cualquier ámbito se puede padecer. Los empleos por oposición tienen un mayor número de incidencia en relación con el acoso laboral. ¿Por qué? Este tipo de empleos mantienen unas características relevantes y que afectan a la persona acosada.
El acoso laboral es un daño que puede sufrir cualquier persona, sea como sea. Si bien es cierto, que existen una serie de puestos de trabajo que tienden a ser más propensos a este tipo de acoso, en cualquier ámbito se puede padecer.
Los empleos por oposición tienen un mayor número de incidencia en relación con el acoso laboral. ¿Por qué? Este tipo de empleos mantienen unas características relevantes y que afectan a la persona acosada.
El acoso laboral se produce en las administraciones públicas con mucha frecuencia, de tal modo que afecta a una gran cantidad de trabajadores
Acoso ‘gota a gota’ en las Administración Pública
El acoso laboral se produce en las Administraciones Públicas con mucha frecuencia, de tal modo que afecta a una gran cantidad de trabajadores.
Este hostigamiento no se produce de forma abrupta sino que el proceso es paulatino y genera una destrucción psicológica poco a poco.
Los empleos públicos tienen una característica común y es la permanencia indefinida dentro de la Administración Pública. Por este motivo, el acoso sufrido tiende a ser más fuerte y prolongado en el tiempo.
Los funcionarios tienden a ser acosados por varias razones, entre las que se encuentran el hecho de que el trabajador, funcionario, no quiera realizar irregularidades en su puesto laboral. Dichas irregularidades son normalmente ordenadas por superiores. Además, otra característica principal es la envidia hacia ese funcionario por realizar un buen trabajo en su puesto laboral, así como su gran competencia laboral.
Por otra parte, dentro del funcionariado, se tiende a adquirir una actitud de respeto y adulación hacia los superiores, llegando incluso a realizar lo que se les diga, sin cuestionamiento. Esto se da, por la escala de jerarquía que se supone deben respetar y obedecer, pues si te posiciones en contra de esa jerarquía estarás expuesto a actitudes características de hostigamiento reiterativo.
Sanidad y docencia
Dentro de éstos empleos públicos y basándonos en nuestra experiencia laboral, los empleos que más incidencia tienen son los vinculados con sanidad y docencia.
En cuanto a la sanidad, debemos hacer alusión a la gravedad del acoso en este ámbito, pues en muchas ocasiones se obliga a los trabajadores a realizar labores que están fuera de su competencia profesional, así como al riesgo al que se exponen si no existen unas directrices de salubridad en el puesto laboral.
Estas situaciones entre otras, adolecen el trabajo del funcionario, en ocasiones viéndose absolutamente obligado a ejecutar las órdenes de los superiores jerárquicos, pues de lo contrario, se ven expuestos y amenazados con procedimientos disciplinarios.
Si bien no suelen tener un riesgo en la salud física por contagio de enfermedades, como puede ocurrir en el personal sanitario, el personal docente hostiga de manera muy tajante
Otro de los puestos laborales que hemos comentado son los del sector educativo, si bien éstos no suelen tener un riesgo en la salud física por contagio de enfermedades, como puede ocurrir en el personal sanitario, el personal docente hostiga de manera muy tajante.
La envidia es un elemento principal, pues existe un deseo férreo de conseguir el puesto de dirección y hostigan a quien puede ser su mayor rival por presentar mayores competencias profesionales.
Además, si el funcionario denuncia cualquier irregularidad o se niega a ejecutar una orden basada en irregularidades, se convierte de manera directa en el foco para el hostigamiento.
Si te vas o te sometes, el acosador gana
Cualquier funcionario que se salga de las directrices que se acometen en esos puestos laborales, tiene sentenciada su estancia en esa administración pública. Suelen ocurrir dos supuestos.
- En el primero, el funcionario abandona su plaza en la administración pública. De esta forma, lo único que se consigue es reforzar la actitud de los hostigadores, que piensan en el acoso como herramienta para conseguir sus propios beneficios.
- En el segundo supuesto, el funcionario decide abandonar la ‘guerra’ y mantener una actitud servicial hacia los hostigadores, con el fin de que cese el acoso. Una vez más, el hostigamiento ejercido se reforzará, y el acosador lo contempla como un elemento disuasorio de actitudes reivindicativas y para conseguir la sumisión de cualquier funcionario.
Para concluir, debemos afirmar que cualquier puesto de trabajo puede ser una diana para sufrir acoso laboral. Si bien, en la Administración Pública y a través de los procedimientos disciplinarios falsos, se llega a destrozar física y psicológicamente a la víctima de este tipo de conductas hostigadoras.