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«El niño acosado se siente perdido y culpable»
ENTREVISTA | Ildefonso Muñoz, Psicólogo Hospital Quirónsalud Campo de Gibraltar
Ildefonso Muñoz nos ayuda a abrir los ojos ante el acoso escolar y el sufrimiento que provoca en los niños. Este Psicólogo especialista en niños y en adultos, ofrece a padres y profesores las claves del tratamiento para abordar el grave problema con garantías.
«El niño acosado se siente perdido y culpable», afirma Ildefonso Muñoz. Y añade: «El niño acosado lo pasa muy mal y los adultos suelen olvidar que los niños piensan como niños y no como personas mayores».
ENTREVISTA | Ildefonso Muñoz, Jefe de la Unidad de Psicología y Logopedia del Hospital Quirónsalud Campo de Gibraltar
«Los adultos olvidan que los niños piensan como niños»
Ildefonso Muñoz nos ayuda a ‘abrir los ojos’ ante el grave problema del acoso escolar y el sufrimiento que provoca en los niños. Psicólogo especialista en niños y en adultos, ofrece a padres y profesores las claves del tratamiento para abordar este grave problema con garantías.
«El niño acosado se siente perdido y culpable», afirma Ildefonso Muñoz. Y añade: «El niño acosado lo pasa muy mal y los adultos suelen olvidar que los niños piensan como niños y no como personas mayores».
Si tienes hijos en edad escolar, si eres docente o si te preocupa la creciente incidencia del acoso, en cualquiera de sus formas, en nuestra sociedad, no puedes dejar de leer esta entrevista de jupsin.com al Jefe de Psicología y Logopedia del Hospital Quirónsalud Campo de Gibraltar, Ildefonso Muñoz.
in’. ¿Qué deberíamos saber de usted como psicólogo?
IM. Me licencié en Psicología hace 18 años. Empecé a trabajar en un centro de psicología en Málaga, donde atendía pacientes con ansiedad y depresión.
En 2004, fundé mi propio gabinete de atención psicológica en Marbella. Continué con mi formación con un Master en Psicopatología y Salud y me especialicé en Psicooncología y Psicología Infantil. Estoy preparado para la atención a adultos y a niños.
En 2010, trabajé con pacientes de Oncología en un hospital en Benalmádena. Y en 2011, empecé a trabajar en Quirónsalud en Fuengirola, donde puse en marcha la Unidad de Psicología Infantil y Logopedia y la Unidad de Psicología de Adultos.
En la actualidad, dirijo la Unidad de Psicología y Logopedia del Hospital Quirónsalud Campo de Gibraltar.
En la actualidad, dirijo la Unidad de Psicología y Logopedia del Hospital Quirónsalud Campo de Gibraltar, donde cuento con un equipo de profesionales fantástico
in’. ¿Cuál es la clave para que todo funcione en una Unidad tan exigente como la que dirige?
IM. Para que todo funcione perfectamente la clave está en organizarse muy bien, en primer lugar, y delegar en las personas que hay que delegar.
En el Hospital Quirónsalud Campo de Gibraltar tengo la suerte de contar con un equipo de profesionales fantástico que me ayuda en todo lo posible y me hace las cosas más fáciles. Como digo, dos cuestiones: organizar y delegar.
in’. Hablemos de los niños, de problemas como el acoso y de su trabajo…
IM. A la hora de atender a los niños en consulta es fundamental escuchar. Lo niños vienen a la consulta psicológica con una serie de emociones, que normalmente son negativas. Nuestra labor pasa por escuchar al niño, escuchar y no tanto comprender. Es importante que conozcamos por qué se ha llegado y por qué se encuentran en esa situación.
Algo que los adultos olvidamos con frecuencia en estos casos es que se trata de niños, que piensan como niños y que las personas mayores pensamos de otra manera. En muchas ocasiones, tendemos a minimizar las emociones que tienen los niños y a no darles importancia (‘son cosas de niños’). Pero los niños tienen emociones y necesitan expresarlas.
Para nosotros, en la Unidad de Psicología, es muy importante conocer por qué el niño tiene esa emoción y cómo ha llegado a desarrollarla. Esta es la base para empezar con una terapia.
in’. Con cada paciente, ¿volvéis un poco a la niñez?
IM. No podemos olvidar que nosotros también hemos sido niños. Sí, de alguna forma tenemos que pensar en cómo éramos en la niñez, porque como decía, se nos olvida que pensamos como adultos. El niño dice, ‘tengo un problema’ y el adulto piensa, ‘qué tontería de problema’. Pero el niño tiene 9 años y el adulto 20, 30 o 40. No debemos olvidar que un problema para un niño no es igual que un problema para un adulto.
Por eso, es importante recordar cómo me hubiera sentido yo, en la época de niñez y con esa misma edad, si hubiera tenido ese problema. Sin duda, esto nos ayuda a comprender por qué el niño ha llegado hasta aquí.
in’. ¿Cómo se siente un niño ante una situación de acoso?
IM. Muy mal. Los niños, ante cualquier situación de acoso (escolar o sexual) se sienten muy mal. Si pensamos que cuando somos adultos y vivimos algo negativo nos cuesta encontrar un porqué, en los niños ocurre que todavía es más complicado, ya que tienen más referencias de los motivos que les han llevado hasta la situación que están viviendo.
Normalmente, el niño suele estar muy perdido ante situaciones de acoso y con cierta sensación de culpabilidad. Además de lo que están pasando, piensan que están haciendo algo que hace que el resto de compañeros se comporten con ellos de esa forma. Esto hace que el niño acosado se sienta muy mal por lo que está soportando más por la posibilidad de tener culpa de lo que ocurre.
in’. ¿Y cuál es la sintomatología más habitual de un niño acosado?
IM. La sintomatología de un niño acosado suele ser muy variada. Puede optar por el retraimiento, dejando de hacer cosas que antes le gustaban. O todo lo contrario, cuando se siente mal empieza a comportarse de forma más activa, y actúa como un niño revoltoso, nervioso, intranquilo.
Cuando un padre o un profesor empiezan a detectar que un niño hace cosas que antes no hacía, puede ser una señal de que algo le está sucediendo
En psicología, síntomas como la intranquilidad, la alteración del niño, muchas veces nos llevan a un cuadro de depresión infantil. En el caso de los adultos es diferente.
Cuando un padre o un profesor empiezan a detectar que un niño hace cosas que antes no hacía, puede ser una señal importante de que algo le está sucediendo.
in’. ¿Qué es el sufrimiento psicológico?
El sufrimiento, en general, se produce cuando empiezan a pasarnos cosas que valoramos como algo negativo. No entendemos muy bien como nos está sucediendo y, sobre todo, no sabemos cómo podemos resolverlo.
El sufrimiento llega cuando las emociones alcanzan una intensidad elevada, más de lo esperado, y va unido a la desesperanza de no saber como vamos a resolver la situación, como vamos a escapar de ahí.
En nuestra consulta, un niño acosado que está sufriendo adquiere herramientas para que puedan resolver esa emoción negativa y así acabar con ese sufrimiento, con ese dolor.
La diferencia entre una situación puntual y el acoso es que en la primera el niño diría ‘bueno, lo he pasado mal’ y pasaría a formar parte de una experiencia vital. En el acoso, el niño piensa ‘esto va a continuar y no sé cómo acabarlo’. Esto es el sufrimiento.
in’. Los niños son especialmente vulnerables…
IM. Los niños siempre tienen menos herramientas que los adultos para solucionar los problemas. Por eso, una de las primeras cosas que debemos enseñar a un niño es a pedir ayuda. Vemos como en el acoso escolar, la víctima no pide ayuda, generalmente porque los compañeros no están dispuestos ayudar y sí se sitúan como meros espectadores cuyo único objetivo es que no les pase a ellos.
En ocasiones, los profesores ‘leen’ muy mal el problema del acoso. No saben si realmente son ‘cosas de niños’, o están saturados, o tienen sus problemas…
También hay que decir que, en ocasiones, los profesores ‘leen’ muy mal el tema del acoso. No saben si realmente son ‘cosas de niños’, o están saturados, o tienen sus problemas… el caso es que no acaban de entender el problema del bullying.
Ya hemos visto dos ‘salvavidas’ que pueden estar fallando al niño acosado, los compañeros y los profesores. Nos quedan los padres.
Muchos sí, escuchan e intentan poner medidas, pero otros muchos no le prestan atención al problema del acoso y recurren al ya visto ‘son cosas de niños’, minimizando sus emociones. El tercer flotador que le quedaba al niño acosado se agota y tampoco le sirve.
Entonces, el sufrimiento del niño acosado se incrementa y se calla y no expresa sus emociones. Y es lo peor que puede suceder, porque al final lo expresará, lo manifestará de otra forma y esto es un problema.
in’. Entonces, ¿lo estamos haciendo mal los padres y profesores?
IM. En determinados casos sí, lo estamos haciendo mal. Pienso que en los colegios hay pocas… (se detiene un segundo y prosigue) no sé cómo decirlo de una manera correcta…
A veces, desde los colegios, se minimiza el problema del acoso. Nos encontramos a padres que acuden a nosotros con sus hijos y hemos tenido que hacerles un informe para el colegio, para que puedan decir, ‘oiga, que no lo dicen sus padres, que lo dice un psicólogo, mi hijo tiene un problema de salud y ese problema está generado por que está sufriendo acoso’.
La solución pasa por apartar al niño acosado, a la víctima, del colegio. Queda mucho por hacer…
A los colegios les cuesta poner en marcha un protocolo anti acoso, en primer lugar porque para eso se necesitan una serie de recursos que no tienen o no han contemplado.
Las situaciones de acoso escolar son muy penosas hasta que se solucionan, y el sufrimiento que ha pasado el niño acosado es muy grande.
Al final, la solución pasa por apartar al niño acosado, a la víctima, del colegio. Queda mucho por hacer en los colegios ante las situaciones de acoso.
in’. ¿Habría que potenciar más la figura del psicólogo en los centros docentes?
IM. Así es. La figura del psicólogo en los colegios ya existe, pero volvemos a lo mismo, suele estar saturado. En otros países se han establecido figuras como las del mediador, que suelen ser los propios alumnos, encargados de fomentar la convivencia en las aulas. Median entre iguales.
Esto es interesante, porque permite proporcionar a los niños herramientas que no solo provengan de los adultos. Existen programas que favorecen la integración del acosador y del acosado y que todo vuelva a funcionar.
Además, es clave la prevención del acoso, porque uno de los problemas es que los niños se convierten en meros espectadores, cuya inacción no hace sino alentar al acosador. Es necesario trabajar mucho con los alumnos, sobre todo con los mayores, para que no sean testigos mudos y se impliquen ante situaciones de acoso.
in. El niño acosado llega vuestra Unidad. ¿Qué hacéis?
IM. Lo primero que hacemos es cerciorarnos de que se trata de un problema de acoso. El acoso no es una situación puntual, sino continuada en el tiempo. Otra cosa es que, un suceso puntual haya podido provocar una sintomatología.
Nuestro objetivo es que el niño vuelva a recuperar su autoestima y el control de la situación
Comprobar si hay acoso e inmediatamente trasladar a los padres cuál es el problema. Y ayudarles sobre lo que deben hacer.
Lo primero es hablar con el colegio, ‘mi hijo está sufriendo acoso escolar’, cuya obligación es tomar cartas en el asunto.
Y por supuesto, iniciar el trabajo con el niño. Uno de los síntomas principales ante el acoso es la baja, e incluso nula, autoestima del niño. Tenemos que devolverles la sensación de control que han perdido. Tenemos que tener en cuenta que el niño acosado está sufriendo física y psíquicamente, y debemos convertirnos en sus aliados.
Tenemos que transmitirles que cuentan con el apoyo de sus padres, del colegio y con el nuestro. Y les vamos a dotar de las herramientas suficientes para recuperar su autoestima, además de pautas de comportamiento ante este tipo de situaciones (rodearse de compañeros, saber a quién acudir, no quedarse callado…)
Nuestro objetivo es que el niño vuelva a recuperar su autoestima y el control de la situación.
in’. ¿Y cuál es la técnica que utilizáis?
IM. Existen varias técnicas y muchas de ellas dependen de qué corriente psicológica se adopte. Yo, por ejemplo, trabajo con los niños el aspecto cognitivo conductual y la nueva corriente psicológica del mindfulness (detectar, controlar y expresar nuestras emociones).
El niño, en primer lugar, debe comprender cuáles son sus emociones. Identifícalas, cuéntamelas, exprésalas y vamos a intentar controlarlas. Es decir, que las emociones no te inunden y no dificulten la resolución del problema.
Existen varias técnicas que dependen de qué corriente psicológica se adopte. Yo trabajo con los niños el aspecto cognitivo conductual y la nueva corriente psicológica del mindfulness
También, dentro de la psicología cognitiva conductual, se dota a los niños de estrategias para resolver determinadas situaciones.
Normalmente, las técnicas que empleamos con los niños son las mismas que para los adultos, pero aplicadas de forma diferente (dependiendo de la edad, con más juegos, con personajes…).
Pero, en el fondo, se trata de devolverles el control de sus emociones, que sean capaz de expresarlas y decir ‘me siento mal y esto no lo quiero’.
Y posteriormente dotarles de estrategias personales para aumentar su autoestima y corregir la situación.
in’. ¿Hay salida a las situaciones de acoso?
IM. Son experiencias vitales que tienen tanto los niños como los adultos. Y siempre estarán ahí. Han influido en el carácter, en su personalidad… En terapia lo que hacemos es que el acoso no se convierta en algo traumático y que no afecte de manera muy intensa a la vida normal del niño.
Influir, lógicamente tiene que influir, tiene que marcar su vida, pero lo que hacemos es trabajar para que el acoso no se convierta en algo desadaptativo para la vida diaria del niño.