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Aceptación: asume el reto y tu oportunidad

Hoy hablamos de aceptación. De asumir que lo que tenemos delante es un reto. Que lo que nos pasa en la vida es una oportunidad… Hoy te propongo que cambies tu percepción de las cosas y las veas como un regalo, como una posibilidad de activar esa magia que hay en ti para conseguir lo que quieres…

Deja de pelearte con el mundo y empieza a sacar partido de lo que tiene que enseñarte. Cada día pierdes mucho tiempo intentando cambiar al mundo y las personas que te rodean. Te desgastas frustrado porque la vida no es como tú quieres que sea y no la notas, ni la vives, ni la sientes…

Te dedicas a enfadarte y sentirte dolido porque las personas no reaccionan como esperas y las cosas no pasan como tú deseas. Te aferras a unas expectativas que no se cumplen y no eres capaz de ver más allá…

Lo que nos pasa es como un escalón que debemos subir para ver más allá, para crecer, para darnos cuenta de lo que no nos dábamos cuenta y comprender lo que no comprendíamos

Seguimos adelante… En esta ocasión quiero tratar un tema que lo cambia todo. Hoy hablamos de aceptación. De asumir que lo que tenemos delante es un reto. Que lo que nos pasa en la vida es una oportunidad

Hoy te propongo que cambies tu percepción de las cosas y las veas como un regalo, como una posibilidad de activar esa magia que hay en ti para conseguir lo que quieres…

Lo que nos pasa es como un escalón que debemos subir para ver más allá, para crecer, para darnos cuenta de lo que no nos dábamos cuenta y comprender lo que no comprendíamos.

La aceptación nos cambia. No porque nos haga ser distintos, sino porque nos hace ser nosotros mismos y despojarnos de miedos absurdos y eliminar creencias que nos limitan.

El mundo te duele porque te resistes a aceptarlo

Con esto no quiero decir que no haya en él cosas dolorosas o terribles, me refiero que gastas mucha energía intentando controlar lo que escapa de tu capacidad de control y te enfocas poco en lo que realmente sí puedes cambiar.

Si no aceptas las cosas como son, nunca cambiarán.

Lo primero es darse cuenta de que todo es como es y por más que golpeemos nuestra cabeza contra el muro, no cambiará. La única forma de conseguir que la situación mejore es aceptarla tal y como es.

Aceptar lo que nos pasa. Aceptar a las personas que nos rodean tal y como son. Aceptarnos a nosotros hasta las últimas consecuencias

Aceptar lo que nos pasa. Aceptar a las personas que nos rodean tal y como son. Aceptarnos a nosotros hasta las últimas consecuencias.

Aceptar no es resignarse a que eso no mejore o no cambie. Todo lo contrario. Es dar un primer paso para que así sea, pero desde la calma y la serenidad, no desde la rabia y el dolor. Resistirse a lo que es nos lleva sufrir.

Es como levantarse una mañana y encontrar un muro enorme y macizo ante nosotros. Por más lo golpeemos no caerá. Golpearlo o fingir que no está es casi lo mismo. Sin embargo, si asumimos que está ahí y que no depende de nosotros derribarlo, podremos abrirnos a buscar soluciones y saber cómo saltarlo, rodearlo o usarlo para conseguir cosas que hasta ahora desconocíamos.

Muros de oportunidad

La vida siempre nos pone delante los muros que necesitamos para aprender. Si nos obcecamos en tirarlos a base de golpes de rabia, si nos victimizamos porque son injustos, no conseguiremos que se esfumen. Nos haremos daños a nosotros mismos y nuestra frustración crecerá exponencialmente.

Si somos capaces de verlos como una oportunidad para aprender y crecer, conseguiremos que esos muros sirvan para algo. Al fin y al cabo, están ahí. Aceptarlos no es hacer que sean más altos o macizos, es asumir que están ahí para enseñarnos algo que tenemos que aprender…

Cuando aceptas, empieza la magia

¿Sabes algo curioso? Cuando aceptas el muro, cuando lo miras de frente y comprendes por qué está ahí, el muro encoge. Su grandeza es proporcional a tu incapacidad para aceptarlo, a tu miopía en la percepción… Si lo ves y lo asumes, se hace más asequible. Tomas las riendas de la situación…

Cuando aceptas, empieza la magia. Hay ocasiones en las que el mero hecho de aceptar la situación y comprender por qué pasa, por qué  llega o se repite en nuestras vidas ya hace que desaparezca.

Los muros están ahí para que seamos conscientes de ellos, a veces, cuando los miramos y perdemos el miedo a afrontarlos, se desvanecen. Otras no, es verdad.

Hay muros que van y vuelven a nuestra vida… Personas distintas que nos pagan con la misma moneda, situaciones que se repiten… Momentos duros que parecen insalvables.

Todos ellos sólo se solucionan desde la responsabilidad con uno mismo, desde la comprensión de por qué llegan a nosotros y la capacidad de abrirnos a saber qué aprendizaje nos traen.

Esto no va de luchar contra la vida, va de comprender sus porqués

Todo pasa por algo y para algo.

La magia en la vida siempre llega después de aceptar que no es como soñamos si no como es.

Lo que parece malo es bueno si sabemos sacarle partido… Lo que nos parece una pérdida es en realidad una ganancia

A veces, la vida no es como deseamos que sea, es mejor.

Nos suceden cosas que en apariencia son negativas que al final nos llevan a superar situaciones que nos ayudan a crecer y evolucionar.

Lo que parece malo es bueno si sabemos sacarle partido… Lo que nos parece una pérdida es en realidad una ganancia…

Todo es oportunidad, aunque soy consciente que a veces es muy duro, mucho. Todo tiene un mensaje para evolucionar. La vida nos lo pone delante para que aceptemos que a veces las cosas son como las soñamos y otras no pero siempre encierran un regalo maravilloso que agradecer…

El muro es el obstáculo que necesitamos aprender a saltar

La pared que buscábamos para colgar nuestros mapas y dibujar nuestros sueños. El elemento que nos obliga a cambiar de camino para descubrir que en realidad siempre hacíamos el mismo recorrido y nos estábamos perdiendo algo fantástico… El muro te hace crecer. Te hace recapacitar.

A veces, el muro aparece para que pares cinco minutos y puedas darte cuenta de algo… Como cuando te rompes una pierna y al no poder moverte tanto puedes leer ese libro pendiente que te lleva a las respuestas que buscabas

Mercè Roura, periodista, formadora en comunicación, escritora  y coach

El muro es un aliciente, una motivación

El respiro que buscabas. El momento para aceptar que el camino era otro y no te dabas cuenta. El empuje para volver atrás y releer tu vida y ver que todo era al revés de cómo decidiste mirarlo…

La única manera de ver hacer magia con tu vida es aceptarla primero.

El muro te hace darte cuenta de cómo eres y saca tus recursos escondidos… Te descubre un yo más maduro y evolucionado. Si lo aceptamos, con ello aceptamos el regalo que conlleva y todo el aprendizaje. Si nos resistimos, no podemos ver lo que trae para nosotros…

Deja de pelearte con el mundo y empieza a sacar partido de lo que tiene que enseñarte. Está ahí porque viene a contarte algo de ti mismo que debes conocer y comprender para dar un salto a ti mismo…

Al final, abrazas al muro y das las gracias porque sin él no hubieras llegado dónde estás ni hubieras descubierto lo que eres.

La única manera de ver hacer magia con tu vida es aceptarla primero.

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