Gente Jupsin

A veces crees que es amor y es miedo

A veces crees que es amor y en realidad es miedo…
Miedo a estar solo, a sentirse desplazado y sin un lugar a donde ir…
Miedo a que te miren y piensen que no tienes a nadie, que no te queda nada, que lo has perdido todo.

A veces, sólo a veces… A veces crees que es amor y en realidad es miedo – Por Mercè Roura – Especial para jupsin.com



Amor y miedo

A veces crees que es amor y en realidad es miedo…

Miedo a estar solo, a sentirse desplazado y sin un lugar a donde ir… Miedo a que te miren y piensen que no tienes a nadie, que no te queda nada, que lo has perdido todo.

Miedo a estar solo, a sentirse desplazado y sin un lugar a donde ir…

Miedo a sentir que todo eso es cierto y tener que seguir disimulando para que no se note porque te enseñaron que eres lo que pareces y no lo que eres.

Miedo a levantarte una mañana y tomar un café solo a solas. Miedo a acostarte sin un abrazo ni un buenas noches.

A que las magdalenas se sequen porque no te las comes a tiempo o que la fruta se pase y el paso del tiempo te recuerde que nadie está contigo.

A sentir el eco cuando respiras y notar como el corazón te late y a pensar que es por nadie, cuando en el fondo es por ti.

Amor y desesperanza

Miedo a caminar en círculo porque no ves algo que tal vez otros ven, porque la única voz que escuchas es la tuya y un silencio ensordecedor que por las noches te explica historias de terror en las que alguien como tú acaba hablando solo. Acaba llorando solo, acaba… Sólo acaba.

A veces, la vida te llama a la puerta para que abras y dejes salir el dolor…

A veces, la vida te llama a la puerta para que abras y dejes salir el dolor…

A veces crees que es amor y es desesperanza.

Desesperanza porque crees que ahí afuera no hay nadie que pueda amarte ni buscarte la sonrisa. Que nadie puede ver lo que mereces ni lo que vales, ni siquiera tú te acuerdas de quién eres después de tanto olvido para poder soportar tanta rabia.

Desesperanza porque las personas que te encuentras una tras otra pasan en espiral y siempre te demuestran que no les importas o que eres casi invisible…

Desesperanza porque has dado mucho y recibido muy poco y no se te ocurre ya otra forma de demostrarle al mundo lo que vales y necesitas.

Gritos y rabia

A veces la vida te grita para que te calles y otras para que tú tengas que gritar más todavía y acabes soltando la rabia.

A veces crees que es amor y en realidad es necesidad de agarrarse a algo o alguien.

Es un sucedáneo que encontraste para poder seguir adelante cuando la vida te presionaba tanto que no podías apenas respirar. Es un salvavidas agujereado y roto que casi no te sujeta pero que te supone un alto precio llevar agarrado porque te exigen tanto o más que la tierra firme.

A veces, la vida parece loca porque no entiendes qué pretende y te apaga la luz para que aprendas a caminar a tientas…

A veces crees que ganas pero en realidad pierdes porque nunca merece la pena seguir batallando para que te quieran, para que te acepten, para que te comprendan.

Crees que si lo intentas un poco más y ese día hace sol, todo cambiará…

Que si cambian las circunstancias y la suerte os sonríe las palabras saldrán más fluidas y la fiesta se vivirá en paz, pero no es cierto.

Que cuando todo vaya bien y entre en casa más dinero, que si la familia y los amigos… No es cierto.

La vida no es perfecta ni se puede vivir esperando a que todo cambie y que cambien las personas, a que sea distinto y los que ahora se enfadan por nada sonrían siempre…

No podemos vivir esperando colmar unas expectativas de otros ni mantenernos nosotros sujetos y aferrados a que otras personas den sentido a nuestras vidas…

A veces, la vida parece loca porque no entiendes qué pretende y te apaga la luz para que aprendas a caminar a tientas… Para que descubras que tú ya eres la luz que buscas.

Amarte, confiar en ti y creerte

A veces, crees que necesitas que te amen y lo único que necesitas es amarte de verdad. Encontrarte a ti mismo y sentirte cerca, de tu parte, confiar en ti y creerte de una vez por todas que tienes valor y mereces lo mejor.

A veces, crees que necesitas que te amen y lo único que necesitas es amarte de verdad

Soltar lastres e imitaciones de amor verdadero y ser tú quien exige amor de verdad.

Ser quien dice no y marca la pauta, ser quien se da cuenta de que merece el máximo y lleva demasiado tiempo conformándose con el mínimo.

Ser tú a solas todo el tiempo que haga falta, hasta que no te moleste ese vacío enorme en la cama y en el pecho y ese silencio que nunca calla y te recuerda que la única persona que te habla eres tú…

No necesitas a nadie más. Tan sólo aprender a mirarte y hablarte con palabras hermosas. Tan sólo aprender a saber qué te conviene y qué no, aunque ya lo sabes porque te conoces más de lo que piensas. Lo que pasa es que no te valoras, no te encuentras las fortalezas y no te reconoces.

No necesitas que nadie te cuente historias tristes y te pida que te conformes con una vida a medias y un amor a medias. Tú mereces un amor por entero y ese amor eres tú.

A veces la vida te deja solo para que no tengas más remedio que acabar amándote como mereces…

El ‘pececillo limpiador’

4 Comments
Salir de la versión móvil