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Lo sé, da miedo estar solo

Da miedo estar solo. ¿Lo has sentido? te cala dentro y te grita cuando intentas buscar sentido al silencio… No es la soledad, eres tú que no sabes mecerte en ti mismo y mirarte a los ojos… Eres tú que no tienes planes contigo ni estás dispuesto a pasar en rato amándote. No por la soledad en sí, que es placentera y te permite conectar con tu esencia, sino por si la compañía escasea.

Lo sé, da miedo estar solo – Por Mercè Roura

  • No es la soledad, eres tú que no sabes mecerte en ti mismo y mirarte a los ojos… Eres tú que no tienes planes contigo ni estás dispuesto a pasar en rato amándote.
  • No hay soledad más eterna que la del que intenta llenar el vacío a base de historias inventadas, máscaras inútiles, reinos falsos…
  • Da miedo estar solo porque nos pasamos la vida intentando llenar ese vacío que llevamos dentro con miradas de aprobación ajena y likes en Facebook…
  • ‘¿Ser o no ser…?’ Deja de buscar, eres tú


Da miedo estar solo. ¿Lo has sentido? te cala dentro y te grita cuando intentas buscar sentido al silencio… No es la soledad, eres tú que no sabes mecerte en ti mismo y mirarte a los ojos… Eres tú que no tienes planes contigo ni estás dispuesto a pasar en rato amándote.

Da miedo estar solo. ¿Lo has sentido? te cala dentro y te grita cuando intentas buscar sentido al silencio…

No por la soledad en sí, que es placentera y te permite conectar con tu esencia, sino por si la compañía escasea.

Por si la soledad no es el resultado de nuestro deseo de estar con nosotros mismos sino una sensación más intensa, una necesidad de sentirse amado, aceptado, integrado en algo o en alguien…

Por si el vacío que notas es la ausencia de ti mismo y te pasas la vida esperando recibir una señal de que vales la pena, que mereces, que eres aceptado por los demás y te dan el visto bueno. Por si esa soledad está dentro, tan dentro, que te habla de desamor y miedo, de vida sin vida esperando la oportunidad de vivirse y ser notada, asumida, amada…

La soledad más rotunda y gigante

La soledad entera, aquella que no es a trozos ni por partes, la que te reverbera dentro y zarandea las entrañas, llega cuando la vida quiere mostrarte lo alejado que estás de ti mismo, de amarte y reconocerte, de verte y casi de saludarte, de encontrar tu camino y amar tu sombra…

No hay soledad más rotunda que la que llega cuando te miras pero no te ves y la vida te aparta de todo y de todos para que te des cuenta de que no necesitas ser amado por nadie más que por ti. No hay soledad más profunda que la soledad del que está acompañado por alguien que no le ama y sigue a su lado porque no espera que nunca le ame nadie más…

No hay soledad más profunda que la soledad del que está acompañado por alguien que no le ama y sigue a su lado porque no espera que nunca le ame nadie más…

No hay soledad más gigante que la del que nunca se ama suficiente como para permitir que la vida ponga en su camino personas que sepan amar como merece, como la del que no se siente digno de estar acompañado y se conforma con migajas y sucedáneos para paliar ese dolor que te descuaja por dentro y te rompe sin más sentido que el de evidenciar lo roto que ya estás…

No hay soledad más eterna que la del que intenta llenar el vacío a base de historias inventadas, máscaras inútiles, reinos falsos… Y provoca que la vida le rechace una y otra vez intentando ser amado por todos, ser aceptado por todos, ser reconocido por lo que no es realmente.



Da miedo estar solo

Nadie está más solo que el que no sabe estar consigo mismo… El que no soporta verse, encontrarse con él mismo, intercambiar sueños y recuerdos, topar con su sombra y reconocer sus miedos y fantasmas.

Nadie está más solo que el que se inventa un vida para impresionar a otros y descubre que ni siquiera les importa, que ni siquiera le miran…

Nadie está más solo que el que se inventa un vida para impresionar a otros y descubre que ni siquiera les importa, que ni siquiera le miran, que por más que haga nunca podrá conseguir que nadie le vea porque es incapaz de verse a sí mismo.

Da miedo estar solo por si dura siempre, por si nunca acaba, por si al cerrar la puerta nadie llama y pide que le abras y te quedas contigo y te ves obligado a contarte esas historias pendientes y decirte esas verdades que no soportas.

Da miedo estar solo por si descubres que no te amas suficiente como para bailar contigo y reservarte los mejores bailes, los mejores besos, las mejores palabras y los mejores momentos…

Da miedo estar solo porque nos pasamos la vida intentando llenar ese vacío que llevamos dentro con miradas de aprobación ajena y likes en Facebook… Y cuando no llegan y nadie dice nada parece que se te pulveriza el alma y caes al abismo…

La soledad más amarga, una vida sin ti

Y miras la noche y ves noche. Y miras el día que nace y nunca pasa nada… Porque nunca pasa nada cuando esperas que pase, precisamente porque necesitas tanto que pase que tu necesidad te aleja de la vida.

Da miedo estar solo por si no te acuerdas lo suficiente de amarte y darte lo que mereces, por si al mirarte al espejo no reconoces quién eres y te pierdes…

Porque esperas tanto el milagro que el  milagro se asusta y huye de ti… Y los besos rebotan y los abrazos chirrían, los amigos tienen otros planes y los amantes se quedan fríos y se alejan… Porque te olvidas tanto de ti que nadie es capaz de recordarte.

No hay soledad tan amarga como una vida sin ti… Como una vida buscando fuera lo que jamás has sabido darte… Como creer que se pierde lo que nunca se tuvo y esperar que sean otros los que te digan quién eres, cuando sólo tú puedes ponerte nombre…

Da miedo estar solo por si esa soledad es eterna y de tanto amargarte no consigues descubrir que nunca estás solo, porque estás contigo… Da miedo estar solo por si no te acuerdas lo suficiente de amarte y darte lo que mereces, por si al mirarte al espejo no reconoces quién eres y te pierdes… Da miedo estar solo por si no encuentras el camino de vuelta a ti.


Periodista y formadora en comunicación, marca personal e inteligencia emocional. Más de 17 años de experiencia en radio y televisión. Ahora ayudo a las personas a conseguir que potencien su talento y lideren sus vidas. Me apasionan las palabras y su poder para cambiar nuestra forma de pensar y de vivir. Su primer libro ‘Amo la Imprudencia de mis Palabras'. El momento de cambiar y ser grandes es éste. Su último libro ya está disponible: 'Cosas que debí decirte hace cien años'

2 Comments

2 Comments

  1. frank andrade

    14 de abril de 2019 at 03:20

    Una cosa es estar solo y otra es sentirse solo que bueno que se publiquen estos artículos.

  2. Chiquita

    15 de abril de 2019 at 13:18

    Me encantó el artículo. Soy escritora y siempre hablo de las bondades de la soledad que sufre mala prensa, a pesar de ser nuestro lugar de encuentro.

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